Los turistas se arremolinan frente a la iglesia de alta torre y factura barroca. De pronto son rodeados por dos o tres de los habituales merodeadores, que esperan con ansiedad el desembarco de los caras pálidas, para ofrecerles la más sui géneris mercancía: billetes de a tres pesos cubanos con la efigie del Che Guevara. Los susodichos billetes, en el mercado informal, tienen el módico precio de dos CUC cada uno. Los turistas los compran como souvenirs, que luego mostrarán orgullosos a sus civilizados cóngeneres allende el mar. La efigie barbada del Che todavía vende y vende bien.
Carlos A. Peón-Casas
1 comment:
Yo tengo uno de esos aquí... y un par de monedas de a 3, igual con la efigie del Che. Ya varios antes me han preguntado (alemanes, of course) y hasta me han rogado que les regale alguno, o que se los venda.
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