Frei betto y el aceite “dendé”

Frei Betto en su artículo A la mesa con Fidel, publicado en La Jiribilla se adjudica tres de los logros de la revolución cubana:

1. El reencuentro de la Iglesia católica local con el "gobierno" cubano.

2. La reanimación del uso de la leña, como combustible, en la cocina de los hogares de la Isla

3. La importación de aceite “dendé” desde Brasil, para preparar camarones

Escribe Betto:

"El líder cubano me propuso ayudar al Estado a aproximarse a la Iglesia Católica. Hacía años que no se reunía con ningún obispo católico, a pesar de las buenas relaciones con la embajada del Vaticano en La Habana y con las iglesias protestantes. Al año siguiente el episcopado de Cuba me aceptó como intermediario en la aproximación Iglesia-Estado, tarea que desempeñé durante diez años y tuvo su culmen con el lanzamiento, en 1985, del libro "Fidel y la Religión", en el que el entrevistado confirmó el derecho a la libertad religiosa en la isla."

Además, el Hno. Betto insinúa haber inspirado la reanimación del uso de la leña, como combustible, en las cocinas de los hogares cubanas. Relata el Hno. Frei que en una cena en la Habana, llegó el (ex)comandante en Jefe y sostuvieron el siguiente diálogo:

"Cerca de la media noche, entró el Comandante. Tomó asiento entre libros y discos, aceptó un solo trago de güisqui y lo paladeó lentamente.

-He descubierto un área en la que coincidimos, le dije.

-¿Cuál?

-La cocina. Soy hijo de una especialista. Mi madre es autora de un clásico: Cocina de leña, 300 años de cocina minera. "

y por último, narra cómo estimuló al (actual) compañero Fidel a importar aceite de “dendé” para cocinar camarones, la "especialidad" del ex-comandante en jefe. Relata el religioso brasilero:

"-Mi especialidad son los camarones, añadió Fidel.

-Pero aseguraría que nunca probó un rehogado de camarón, objeté.

Me pidió que le describiera la receta despacio, para memorizarla. Ésta es una característica del líder cubano: su memoria privilegiada.

-Cocine los camarones con cáscara hasta un primer hervor del agua, expliqué. Retírelos y, al enfriar, quíteles la cáscara. Revuélvalos en sal y limón. Aparte cocine la yuca, córtela en pedazos y bátalos en la licuadora con el agua del cocimiento de los camarones. Ponga agua suficiente para obtener una pasta de yuca relativamente espesa, nunca una masa tipo papilla. Échele la pasta a los camarones. En el frigorífico prepare los aderezos: aceite de dendé (cierta palmera de Brasil) bien caliente, cebolla y ajo picados, sal, pimienta al gusto, tomates pelados y exprimidos o una pasta de tomate espesa. Haga que se mezcle bien la pasta de yuca con los camarones. Póngalo al fuego y añada leche de coco. El secreto de la receta es revolver la yuca en la misma agua en que se cocinan los camarones.

-Puedo hacerlo, garantizó Fidel, siempre que me mandes el aceite de dendé, que no tenemos aquí.

(…)

Días después Cuba importó del Brasil una gran cantidad de aceite de dendé".

Es inobjetable el hecho de que la Iglesia católica y el gobierno cubano se han aproximado, cercanía que es excesiva en estos momentos, diría yo. También, que la leña, como combustible para cocinar, es una escena tristemente cotidiana en la Cuba de hoy. Pero de estos tres logros mencionados por Frei Betto, el pueblo aún no ha visto el aceite “dendé” y mucho menos los camarones, quizás un milagro y las "reformas" raulistas lo hagan posible, aunque yo tengo mis dudas.

Gaspar, El Lugareño

Postdata: Recuerdo que un sacerdote me contó que Frei Betto, en una visita que hizo a la Iglesia de Camagüey, comparó a Cuba con un gran convento, donde se cumplen los votos de pobreza y obediencia, pero no el de castidad.
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