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VIII
Las diez de la noche es la hora en que en mi ciudad ya todos duermen, o casi…Es la hora de recogerse, de acuerdo a los cánones medievales de este espacio de ciudad donde discurren nuestra vidas. Para los turistas que la habitan cada noche es la hora de empezar la juerga. Hay opciones válidas en el centro y en la periferia. Un remedo de cabaret se abre en un antiguo patio colonial donde se puede tomar cualquier cosa, y donde se ofrecerán al desenfreno lascivo que promueven los mejores prospectos de ese antiguo mundo prostibulario, que en la ciudad tienen exponentes de nuevo tipo: las jineteras de este aquí y ahora. Basta acercarse a la puerta de aquel sitio y ya se encontrará pareja para el resto de la noche. Basta pagarle la entrada a cualquiera de ellas… son sólo cinco CUC por cabeza; ya están listas, y se encargarán primorosamente del resto.
Carlos A. Peón-Casas
1 comment:
candela para el sindicato.
eso si costara trabajo revertir-lo.
saludos. t.
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