
Juventud Rebelde trae hoy la historia de un hombre que cayó hacia la calle tras desplomarse una parte del balcón de su casa, quedó colgado en los cables eléctricos y fue salvado con una "palita" de recoger escombros.
«Cuando llevaba como tres minutos sentado —comenta el accidentado —¡blum!, pa’bajo. Yo no me di cuenta de nada. Fue todo tan rápido que apenas atiné a sostenerme con una mano de uno de los cables, el más gordo de los dos, y con la otra de un hierro empotrado al edificio, sin dejar caer las muletas. Una amiga desde abajo me gritó: “Pepe, tírame las muletas” y así lo hice».
Todos los detalles de este reportaje (aquí)
«Cuando llevaba como tres minutos sentado —comenta el accidentado —¡blum!, pa’bajo. Yo no me di cuenta de nada. Fue todo tan rápido que apenas atiné a sostenerme con una mano de uno de los cables, el más gordo de los dos, y con la otra de un hierro empotrado al edificio, sin dejar caer las muletas. Una amiga desde abajo me gritó: “Pepe, tírame las muletas” y así lo hice».
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