El País publica hoy una entrevista al teniente general Andrés Cassinello, quien fuera Director de los servicios secretos de la época de Suárez, jefe del Servicio de Información de la Guardia Civil el 23-F e imputado y exculpado en el caso GAL.
Entre las preguntas que responde, la siguiente:
"P. ¿Cuándo supo que había llegado el momento de despedir a la dictadura?"
"R. Para mí fue una experiencia lenta y creciente. Yo, como militar, procedo de la lealtad a Franco. Pero no era tan tonto como para pensar que el régimen era perdurable. Deseábamos un sistema homologable a los que veíamos en Europa. El franquismo se fue diluyendo, quizá no en las palabras, pero sí en los hechos, y la vida nos fue enseñando que podíamos hablar con el otro, que no era tan fiera, ni tenía tanto peligro. Corríamos unos riesgos medidos. Todos los que participaron en aquella maniobra eran conscientes de su propia debilidad y sobrevaloraban la fuerza del adversario. Para los franquistas, el partido comunista era un ogro poderosísimo, y viceversa". (sigue)
A pesar de las diferencias en el tiempo y el espacio (y algunos otros ingredientes) entre Franquismo y Castrismo, es esta la descripción mas cercana a la realidad del como se despide la dictadura de los hermanos Castro(s), que he leído hasta el momento. Se va diluyendo,... y el enemigo, al parecer, no lo es tanto.
Gaspar, El Lugareño
gaspar, muy interesente esa frase. algo está sucediendo poco a poco a cuba, aunque todavía quedará por desaparecer esa gerontocracia. a ver quién dice esa frase en cuba, en su momento.
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