------------------------------------------------------------------------------------
"Este premio es mi escudo protector, no me da la impunidad, pero me permitirá seguir corriendo"
Foto/El País.
(video)
------------------------------------------------------------------------------------
La revista digital Convivencia trae, en su nueva edición, una entrevista de Dagoberto Valdés a Yoani Sánchez."Este premio es mi escudo protector, no me da la impunidad, pero me permitirá seguir corriendo"
Foto/El País.
(video)
------------------------------------------------------------------------------------
Comparto un fragmento y les sugiero que la lean completa aquí.
-------------------------------------
D.V.: Hablemos del sitio “DesdeCuba.com” y de tu blog “Generación Y”. ¿Cuáles son sus propósitos? ¿En quiénes piensas al escribir?
Y.S.: “DesdeCuba.com” se ha convertido, poco a poco, en un portal que ofrece espacios para quienes quieren decir algo y no tienen dónde hacerlo visible. Allí está la revista digital Consenso que ya existía desde principios de 2005. También se encuentran seis blogs, cada uno totalmente independiente del otro y otros espacios autónomos.
Nuestro Consejo de Redacción, formado por seis cubanos que viven en la Isla, hizo una recopilación de la polémica que sostuvieron los intelectuales cubanos a través de mensajes electrónicos al principio de 2007 http://www.desdecuba.com/polemica . En el mismo portal también se puede acceder a un proyecto humanitario dedicado a aliviar a niños cubanos enfermos de cáncer http://www.desdecuba.com/carmenyrey. En el terreno artístico exhibimos la obra de un pintor primitivo y más recientemente un espacio que se llama “Potro salvaje” donde los informáticos colocan sus informaciones y consejos para impedir la censura y hacer más accesible la entrada a sitios de Internet.
El blog Generación Y, que hago desde abril de 2007 lo he definido muchas veces como un exorcismo, o lo que es igual, un procedimiento para expulsar las fuerzas psíquicas negativas que me atormentan. Entre esos “espíritus malignos” que pretendo conjurar con este ejercicio, están la cobardía, la indolencia, la culpa, la complicidad y todo lo que te puedes imaginar que uno tiene que sacudirse, o “despojarse”, para andar ligero sobre esta isla.
D.V.: ¿Cómo “sientes” la creciente audiencia y el debate que suscita un simple blog de una joven cubana, desde Cuba?
Y.S.: Me sorprende que Generación Y haya motivado tanto debate. El hecho de acompañar los posts con mi foto y mi nombre ha contribuido, en parte, a eso. Ese detalle ha sido, para mí, una terapia para enfrentar mis propios miedos, mis paranoias y sobre todo para hacer lo que no se atreven a hacer todos aquellos que nos censuran, nos vigilan y nos reprimen en la sombra.
En el Blog los lectores han creado un verdadero foro de discusión que, incluso con sus exabruptos, es un ejercicio de diálogo. Lo que comenzó siendo un sitio para colgar mis crónicas ha terminado como un espacio de reflexión y encuentro de cientos de comentaristas. A ellos, principalmente, pertenece Generación Y.
D.V.: Me gustaría que compartieras con los lectores tu concepto personal y experimentado de “libertad de expresión”? ¿Consideras que te han quitado este derecho?
Y.S.: Pudiera decir que nací sin ese derecho. 1975 no era precisamente el ocaso del quinquenio gris. Al principio de ese año los cubanos empezaron a tener un carné de identidad y ya en diciembre, el primer Congreso del Partido daba su beneplácito a los acuerdos del tristemente célebre Congreso de Educación y Cultura que instituyó en Cuba la idea, o mejor, la contraseña, de que un pensamiento que no fuera auténticamente revolucionario era, cuando menos, prescindible.
Así que, aunque pudiera decir para mi comodidad que nadie me puede quitar lo que no he tenido, prefiero admitir que nadie me puede quitar lo que es mío, lo que vino conmigo. El poder puede pisotear ese derecho, desconocerlo, violarlo, no cumplirlo cabalmente; pero yo lo tengo y la prueba de eso es que lo uso.
La mejor definición de “libertad de expresión” que conozco, se la debo a un amigo que me dijo un día: Un país donde alguien se pueda parar en una esquina y gritar “aquí no hay libertad de expresión”, es precisamente un lugar donde sí la hay. De manera que me ha dado por pararme en mitad de la calle y empezar a musitar algo, para comprobar que no es posible ni siquiera decir el encabezamiento de la frase. Para un filólogo, que debe trabajar con las palabras, comprender que no puede unirlas libremente ni enunciarlas en su plenitud, es una fuente de frustración permanente.
D.V.: Cuba ha firmado el Pacto de los Derechos Civiles y Políticos junto al de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Al mismo tiempo en el discurso del nuevo Presidente del Consejo de Estado el pasado 24 de febrero se dice que “no hay que temer a las discrepancias.” Ya en el del 27 de enero en la Asamblea Nacional había expresado que los cuadros dirigentes deben crear una ambiente en que las personas puedan expresarse “con absoluta libertad” y habló también de “las prohibiciones que habían hecho más mal que bien”. ¿Cómo se pudieran entender y cotejar estos hechos con el reciente bloqueo a tu página o con la expulsión de un estudiante universitario de la carrera de Derecho en Pinar del Río por expresar sus opiniones discrepantes y por publicar en la revista digital Convivencia?
Y.S.: Parece que todavía el Gobierno sigue entendiendo la discrepancia, sólo como un monólogo entre revolucionarios. Para encauzar todos los criterios que hay en la sociedad cubana, intentan ponerle los límites de la ideología. Es una pena porque entonces la Nación se pierde los frutos de un verdadero debate. Paralelamente al discurso público, que intenta parecer menos inquisidor, se mantienen una serie de instituciones, regulaciones y actitudes que en nada favorecen el diálogo. Hace tiempo comprendí que uno puede elaborar ideas, proyectos y argumentos muy lúcidos que se silencian rápidamente si los autoritarios apelan a sus estrategias de callar al otro, tirar la puerta o colgar el teléfono. Si encima de eso, estos totalitarios del pensamiento, tienen tras de sí las leyes, los cuerpos armados y un montón de gente adocenada, entonces la censura es mucho más dramática.
-------------------------------------------------
Información relacionada:
Entrevista de hoy en El País: "el socialismo es una camisa de fuerza"
Acto de premiación del Ortega y Gasset.
No hay respuesta ... (update)
Entrevista en: Telemundo - (video), TVE (video)
Y.S.: “DesdeCuba.com” se ha convertido, poco a poco, en un portal que ofrece espacios para quienes quieren decir algo y no tienen dónde hacerlo visible. Allí está la revista digital Consenso que ya existía desde principios de 2005. También se encuentran seis blogs, cada uno totalmente independiente del otro y otros espacios autónomos.
Nuestro Consejo de Redacción, formado por seis cubanos que viven en la Isla, hizo una recopilación de la polémica que sostuvieron los intelectuales cubanos a través de mensajes electrónicos al principio de 2007 http://www.desdecuba.com/polemica . En el mismo portal también se puede acceder a un proyecto humanitario dedicado a aliviar a niños cubanos enfermos de cáncer http://www.desdecuba.com/carmenyrey. En el terreno artístico exhibimos la obra de un pintor primitivo y más recientemente un espacio que se llama “Potro salvaje” donde los informáticos colocan sus informaciones y consejos para impedir la censura y hacer más accesible la entrada a sitios de Internet.
El blog Generación Y, que hago desde abril de 2007 lo he definido muchas veces como un exorcismo, o lo que es igual, un procedimiento para expulsar las fuerzas psíquicas negativas que me atormentan. Entre esos “espíritus malignos” que pretendo conjurar con este ejercicio, están la cobardía, la indolencia, la culpa, la complicidad y todo lo que te puedes imaginar que uno tiene que sacudirse, o “despojarse”, para andar ligero sobre esta isla.
D.V.: ¿Cómo “sientes” la creciente audiencia y el debate que suscita un simple blog de una joven cubana, desde Cuba?
Y.S.: Me sorprende que Generación Y haya motivado tanto debate. El hecho de acompañar los posts con mi foto y mi nombre ha contribuido, en parte, a eso. Ese detalle ha sido, para mí, una terapia para enfrentar mis propios miedos, mis paranoias y sobre todo para hacer lo que no se atreven a hacer todos aquellos que nos censuran, nos vigilan y nos reprimen en la sombra.
En el Blog los lectores han creado un verdadero foro de discusión que, incluso con sus exabruptos, es un ejercicio de diálogo. Lo que comenzó siendo un sitio para colgar mis crónicas ha terminado como un espacio de reflexión y encuentro de cientos de comentaristas. A ellos, principalmente, pertenece Generación Y.
D.V.: Me gustaría que compartieras con los lectores tu concepto personal y experimentado de “libertad de expresión”? ¿Consideras que te han quitado este derecho?
Y.S.: Pudiera decir que nací sin ese derecho. 1975 no era precisamente el ocaso del quinquenio gris. Al principio de ese año los cubanos empezaron a tener un carné de identidad y ya en diciembre, el primer Congreso del Partido daba su beneplácito a los acuerdos del tristemente célebre Congreso de Educación y Cultura que instituyó en Cuba la idea, o mejor, la contraseña, de que un pensamiento que no fuera auténticamente revolucionario era, cuando menos, prescindible.
Así que, aunque pudiera decir para mi comodidad que nadie me puede quitar lo que no he tenido, prefiero admitir que nadie me puede quitar lo que es mío, lo que vino conmigo. El poder puede pisotear ese derecho, desconocerlo, violarlo, no cumplirlo cabalmente; pero yo lo tengo y la prueba de eso es que lo uso.
La mejor definición de “libertad de expresión” que conozco, se la debo a un amigo que me dijo un día: Un país donde alguien se pueda parar en una esquina y gritar “aquí no hay libertad de expresión”, es precisamente un lugar donde sí la hay. De manera que me ha dado por pararme en mitad de la calle y empezar a musitar algo, para comprobar que no es posible ni siquiera decir el encabezamiento de la frase. Para un filólogo, que debe trabajar con las palabras, comprender que no puede unirlas libremente ni enunciarlas en su plenitud, es una fuente de frustración permanente.
D.V.: Cuba ha firmado el Pacto de los Derechos Civiles y Políticos junto al de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Al mismo tiempo en el discurso del nuevo Presidente del Consejo de Estado el pasado 24 de febrero se dice que “no hay que temer a las discrepancias.” Ya en el del 27 de enero en la Asamblea Nacional había expresado que los cuadros dirigentes deben crear una ambiente en que las personas puedan expresarse “con absoluta libertad” y habló también de “las prohibiciones que habían hecho más mal que bien”. ¿Cómo se pudieran entender y cotejar estos hechos con el reciente bloqueo a tu página o con la expulsión de un estudiante universitario de la carrera de Derecho en Pinar del Río por expresar sus opiniones discrepantes y por publicar en la revista digital Convivencia?
Y.S.: Parece que todavía el Gobierno sigue entendiendo la discrepancia, sólo como un monólogo entre revolucionarios. Para encauzar todos los criterios que hay en la sociedad cubana, intentan ponerle los límites de la ideología. Es una pena porque entonces la Nación se pierde los frutos de un verdadero debate. Paralelamente al discurso público, que intenta parecer menos inquisidor, se mantienen una serie de instituciones, regulaciones y actitudes que en nada favorecen el diálogo. Hace tiempo comprendí que uno puede elaborar ideas, proyectos y argumentos muy lúcidos que se silencian rápidamente si los autoritarios apelan a sus estrategias de callar al otro, tirar la puerta o colgar el teléfono. Si encima de eso, estos totalitarios del pensamiento, tienen tras de sí las leyes, los cuerpos armados y un montón de gente adocenada, entonces la censura es mucho más dramática.
-------------------------------------------------
Información relacionada:
Entrevista de hoy en El País: "el socialismo es una camisa de fuerza"
Acto de premiación del Ortega y Gasset.
No hay respuesta ... (update)
Entrevista en: Telemundo - (video), TVE (video)
No comments:
Post a Comment