
Nuestro pueblo, no solo nuestros intelectuales, deben disponer de acceso a ese océano de información de todo tipo que circula por Internet. No se trata de restringirlo, sino de educar a los usuarios en cómo discriminar, leer y analizar, para que sean capaces de encontrar lo valioso, y descartar la basura que también circula en Internet. En esencia, es la misma capacidad de selección y lectura inteligentes que deben desarrollarse respecto a los medios en soporte impreso. Sabemos que, junto a revistas que vale la pena leer, circulan por toda Cuba, de manera informal, otras del estilo Corín Tellado, o con los chismes de los ricos y famosos, que difunden, como si fuera entretenimiento, la banalidad y el discurso enajenante. La respuesta eficaz no es ponernos a perseguir esas revisticas que van de mano en mano, sino educar a los lectores y facilitarles el acceso cada vez mayor a mejores revistas y libros. La lógica con Internet debería ser la misma, solo se trata de saber utilizarla, para que no se convierta en una práctica vacía y estupidizante. (la entrevista completa en El Caimán Barbudo)