Desde Cuba nuestro amigo Dagoberto Valdés y su equipo de Convivencia Cuba nos envían este Vía Crucis. Por favor, pásalo entre tus familiares y amigos. Divulgarlo entre los blogs y sitios web relacionados con Cuba .
Este Vía Crucis es una oración de amor a Cuba y un recordatorio de todos aquellos que sufren por defender la libertad y la justicia. Seis años han pasado desde que el régimen castrista arremetiera contra la oposición pacífica.
Seis años llevan en las cárceles decenas de periodistas independientes y opositores. Seis años de cruz para ellos y para sus familiares. Por ello, además de pedir su liberación, hay que implorar a Dios que les de fortaleza en su sacrificio de amor y lealtad.
Hoy, Viernes Santo, día en que conmemoramos la muerte de nuestro Señor Jesús, queremos unir la pasión del pueblo con la Pasión de Cristo. Este es el centro del misterio pascual actualizado en la vida, los sufrimientos y las esperanzas de los hombres y las mujeres que se unen, con su angustia, a la Cruz de Cristo y esperan, sin desfallecer, la última palabra que será de la Vida.
El Vía Crucis es la celebración del camino de Jesús hasta la cruz y la Resurrección. Camino que se convierte en proceso de redención y salvación para toda persona que sufre la injusticia, la soledad, la maldad y la opresión de otros hombres. El Vía Crucis es camino y, al mismo tiempo, seguimiento de Jesús. Es camino de sacrificios y al mismo tiempo camino de gloria. Es acompañamiento de Cristo por la vía dolorosa y acompañamiento del pueblo cubano que sufre en esta ardua etapa de nuestra historia.
Por eso, dedicamos este Vía Crucis de Viernes Santo a rogar y solidarizarnos con todos los cubanos y cubanas que sienten sobre sus hombros el peso de la cruz, los que tienen responsabilidades y los que sufren por las injusticias. Los que oprimen sin misericordia y los que no sucumben bajo el peso de la persecución. Los que han delatado a sus hermanos y los que han experimentado la soledad, la traición y el abandono. Todo esto lo vivió Cristo, intensamente, antes que nuestro pueblo. Y si Él lo vivió, también lo redimió con su sangre. Y si Él lo redimió con su sangre, todos estos sufrimientos de hoy desembocarán en la gloria de la vida nueva y resucitada de cada persona y de todo nuestro pueblo. Esta es nuestra esperanza.
Acompañemos a Cristo en su Vía dolorosa y acompañemos a todos los desalentados, desarraigados, detenidos, presos, encarcelados, condenados, exiliados o desterrados en su Vía Crucis; y acompañemos también a sus familiares y amigos que sufren la injusticia.Texto del Via Crucis de Cuba
Seis años llevan en las cárceles decenas de periodistas independientes y opositores. Seis años de cruz para ellos y para sus familiares. Por ello, además de pedir su liberación, hay que implorar a Dios que les de fortaleza en su sacrificio de amor y lealtad.
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Introducción
Hoy, Viernes Santo, día en que conmemoramos la muerte de nuestro Señor Jesús, queremos unir la pasión del pueblo con la Pasión de Cristo. Este es el centro del misterio pascual actualizado en la vida, los sufrimientos y las esperanzas de los hombres y las mujeres que se unen, con su angustia, a la Cruz de Cristo y esperan, sin desfallecer, la última palabra que será de la Vida.
El Vía Crucis es la celebración del camino de Jesús hasta la cruz y la Resurrección. Camino que se convierte en proceso de redención y salvación para toda persona que sufre la injusticia, la soledad, la maldad y la opresión de otros hombres. El Vía Crucis es camino y, al mismo tiempo, seguimiento de Jesús. Es camino de sacrificios y al mismo tiempo camino de gloria. Es acompañamiento de Cristo por la vía dolorosa y acompañamiento del pueblo cubano que sufre en esta ardua etapa de nuestra historia.
Por eso, dedicamos este Vía Crucis de Viernes Santo a rogar y solidarizarnos con todos los cubanos y cubanas que sienten sobre sus hombros el peso de la cruz, los que tienen responsabilidades y los que sufren por las injusticias. Los que oprimen sin misericordia y los que no sucumben bajo el peso de la persecución. Los que han delatado a sus hermanos y los que han experimentado la soledad, la traición y el abandono. Todo esto lo vivió Cristo, intensamente, antes que nuestro pueblo. Y si Él lo vivió, también lo redimió con su sangre. Y si Él lo redimió con su sangre, todos estos sufrimientos de hoy desembocarán en la gloria de la vida nueva y resucitada de cada persona y de todo nuestro pueblo. Esta es nuestra esperanza.
Acompañemos a Cristo en su Vía dolorosa y acompañemos a todos los desalentados, desarraigados, detenidos, presos, encarcelados, condenados, exiliados o desterrados en su Vía Crucis; y acompañemos también a sus familiares y amigos que sufren la injusticia.Texto del Via Crucis de Cuba
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