--¿Cómo fue en realidad el juicio a Galileo?
--Monseñor Sanchez de Toca: Fundamentalmente Galileo fue procesado en 1633 por haber violado una disposición que se le hizo en 1616. La disposición de 1616, que Galileo no cumplió, le prohibía enseñar el copenicanismo, es decir, la doctrina que dice que el sol está en el centro y la tierra se mueve alrededor.
Galileo pensó que la prohibición no era tan rígida, sobre todo después de la elección del Papa Urbano VIII y publicó un libro en el que, bajo la apariencia de un diálogo en el que se exponen los argumentos a favor y en contra, tanto del sistema tolemaico como del copernicano, en realidad se escondía una apología descarada del sistema copernicano. No sólo esto, que era ya una violación de la prohibición que se le había hecho sino que además consiguió fraudulentamente el imprimatur, engañó a quien lo concedió diciendo que era una exposición imparcial, pero no era nada imparcial. Por este motivo fue acusado y por lo tanto, sometido a procesos, es decir, sometido a un proceso disciplinar.
Galileo nunca fue condenado como hereje, ni tampoco el copernicanismo fue declarado como herético. Simplemente fue declarado contrario a la Escritura porque sobre la base de las pruebas que existían entonces era posible demostrar el movimiento de la tierra y, por lo tanto, decir que la tierra se movía parecía ir contra la Escritura. Era muy significativo que en 1616 un grupo de expertos declaró que la doctrina, según la cual, la tierra se mueve alrededor del sol era absurda y eso se entiende perfectamente en el contexto de la época, porque no se podía demostrar y el sentido común decía que el sol se pone y sale.
Sin una física como la de Newton, sin una prueba óptica como el movimiento de la tierra, la cosa parecía absurda.
Nosotros hemos crecido desde pequeñitos viendo modelos e imágenes del sistema solar, pero el hecho es que nadie ha visto la tierra moverse alrededor del sol, ni siquiera un astronauta. Tenemos pruebas ópticas del movimiento de la tierra pero nadie ha visto la tierra moverse. Por eso nos parece que la actitud de los que condenaron a Galileo es exagerada pero en realidad responde a una lógica.
--Y responde no solamente a lo que pensaba la Iglesia sino la sociedad en general...
--Monseñor Sánchez de Toca: Naturalmente. El copernicanismo encontró una gran oposición principalmente en las universidades. Tuvo una aceptación muy gradual y la oposición no fue sólo en la Iglesia católica. También las iglesias protestantes se opusieron a Copérnico. Y todavía, en 1670, la universidad de Upsala, en Suecia, condenó a un estudiante porque había defendido las tesis copernicanas. (ver entrevista completa)
--Monseñor Sanchez de Toca: Fundamentalmente Galileo fue procesado en 1633 por haber violado una disposición que se le hizo en 1616. La disposición de 1616, que Galileo no cumplió, le prohibía enseñar el copenicanismo, es decir, la doctrina que dice que el sol está en el centro y la tierra se mueve alrededor.
Galileo pensó que la prohibición no era tan rígida, sobre todo después de la elección del Papa Urbano VIII y publicó un libro en el que, bajo la apariencia de un diálogo en el que se exponen los argumentos a favor y en contra, tanto del sistema tolemaico como del copernicano, en realidad se escondía una apología descarada del sistema copernicano. No sólo esto, que era ya una violación de la prohibición que se le había hecho sino que además consiguió fraudulentamente el imprimatur, engañó a quien lo concedió diciendo que era una exposición imparcial, pero no era nada imparcial. Por este motivo fue acusado y por lo tanto, sometido a procesos, es decir, sometido a un proceso disciplinar.
Galileo nunca fue condenado como hereje, ni tampoco el copernicanismo fue declarado como herético. Simplemente fue declarado contrario a la Escritura porque sobre la base de las pruebas que existían entonces era posible demostrar el movimiento de la tierra y, por lo tanto, decir que la tierra se movía parecía ir contra la Escritura. Era muy significativo que en 1616 un grupo de expertos declaró que la doctrina, según la cual, la tierra se mueve alrededor del sol era absurda y eso se entiende perfectamente en el contexto de la época, porque no se podía demostrar y el sentido común decía que el sol se pone y sale.
Sin una física como la de Newton, sin una prueba óptica como el movimiento de la tierra, la cosa parecía absurda.
Nosotros hemos crecido desde pequeñitos viendo modelos e imágenes del sistema solar, pero el hecho es que nadie ha visto la tierra moverse alrededor del sol, ni siquiera un astronauta. Tenemos pruebas ópticas del movimiento de la tierra pero nadie ha visto la tierra moverse. Por eso nos parece que la actitud de los que condenaron a Galileo es exagerada pero en realidad responde a una lógica.
--Y responde no solamente a lo que pensaba la Iglesia sino la sociedad en general...
--Monseñor Sánchez de Toca: Naturalmente. El copernicanismo encontró una gran oposición principalmente en las universidades. Tuvo una aceptación muy gradual y la oposición no fue sólo en la Iglesia católica. También las iglesias protestantes se opusieron a Copérnico. Y todavía, en 1670, la universidad de Upsala, en Suecia, condenó a un estudiante porque había defendido las tesis copernicanas. (ver entrevista completa)
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