Los templos católicos cubanos se han restaurado y reconstruido, en parte, gracias a las colectas hechas en las comunidades, ya sean con colectas específicas, o con parte de la colecta anual. También con trabajo voluntario de los parroquianos, ferias, y otras muchas maneras de recaudar fondos para arreglos parciales o totales de los edificios eclesiales.
Como un ejemplo recuerdo cuando el actual arzobispo de Camagüey, Mons. Juan García, era parroco en Florida, en una de las capillas de ese territorio eclesial existía una imagen de la parte de la Iglesia que se necesitaba construir, con los ladrillos dibujados, para que las personas fueran donando cada uno de los que se necesitaba para culminar esa construcción.
Iniciativas, cartas, colectas, .... han sido abundantes en la Iglesia cubana y generosos sus fieles a través de todos estos años. Otros que mucho colaboran son los católicos que residen fuera de la Isla, y con campañas de donaciones han contribuido a la reparación de sus edificios eclesiales.
Además, instituciones católicas como la alemana Kirche in Not, o la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, entre varias otras, han apoyado económicamente la labor pastoral de la Iglesia que peregrina en la Isla.