la semana pasada me refería con asombro a una reseña que apareció publicada en La Jiribilla, en clave positiva de un hecho cultural cubano en Miami, pero este sábado me doy cuenta que son cosas de chamaco.
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Anonymous
said...
La movida en La Jiribilla no es casual. Nada se escribe en los medios oficiales sobre Miami, que no tenga una clara intención. Hay una efensiva sobre el teatro de Miami. Nada nuevo. En los ochenta hubo otra, en esa ocasión intenracional, de artístas plásticos. Desde hace varios años en el Festival de Teatro de Miami, la obra que representa a Teatro Avante, que es Miami, es una pieza procedente de Cuba. Adaptada por Raquel Carrió y dirigida, dicen, a desde la distancia, por Flora Lauten, la madre de Liliam Vega, la directora de esas obras procedentes de la isla. Eso no es casual, es parte de un plan. El encuentro que hubo en la univeridad,con Sarraín, Valiño y otros, se dedicó a resaltar la obra de autores cubanos de la isla que se han puesto en Miami. Del exilio, no se dijo nada. De los dramaturgos cubanos en el destierro, silencio total. Hay una clara intención de promover el teatro de la isla en Miami y Alberto Sarraín es su agente, encargado a ese fin. ´¿Cuándo veremos obras de los dramaturgos cubanos exiliados en los escenarios de la isla?, ¿cuándo Alberto Sarraín llevará a escena, en Miami o la isla, una pieza de Matías Montes Huidobro, Julio Matas, José Abreu Felippe, Ernesto García o otro de los dramaturgos cubanos residentes en Miami? Probablemente nunca. La Jiribilla con sus dos artículos, sólo está reafirmando lo que expongo en esata nota.
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La movida en La Jiribilla no es casual. Nada se escribe en los medios oficiales sobre Miami, que no tenga una clara intención.
Hay una efensiva sobre el teatro de Miami. Nada nuevo. En los ochenta hubo otra, en esa ocasión intenracional, de artístas plásticos.
Desde hace varios años en el Festival de Teatro de Miami, la obra que representa a Teatro Avante, que es Miami, es una pieza procedente de Cuba. Adaptada por Raquel Carrió y dirigida, dicen, a desde la distancia, por Flora Lauten, la madre de Liliam Vega, la directora de esas obras procedentes de la isla. Eso no es casual, es parte de un plan.
El encuentro que hubo en la univeridad,con Sarraín, Valiño y otros, se dedicó a resaltar la obra de autores cubanos de la isla que se han puesto en Miami. Del exilio, no se dijo nada. De los dramaturgos cubanos en el destierro, silencio total.
Hay una clara intención de promover el teatro de la isla en Miami y Alberto Sarraín es su agente, encargado a ese fin. ´¿Cuándo veremos obras de los dramaturgos cubanos exiliados en los escenarios de la isla?, ¿cuándo Alberto Sarraín llevará a escena, en Miami o la isla, una pieza de Matías Montes Huidobro, Julio Matas, José Abreu Felippe, Ernesto García o otro de los dramaturgos cubanos residentes en Miami? Probablemente nunca.
La Jiribilla con sus dos artículos, sólo está reafirmando lo que expongo en esata nota.
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