Foto/ Facebook de Niurkita Palomino------------------------------------------
Arturo Lopez-Levy, falla (de manera voluntaria imagino) en lo que se pudiera llamar el recurso del método en su nuevo texto El Derecho de Todos en Cubaencuentro.com. El conoce que metodológicamente es un desatino intentar hacer analogías entre casos de estudio no relacionados entre sí.
Utilizando una innecesaria retórica, arriba a la conclusión de que es lo mismo el derecho de los ciudadanos americanos a viajar a Cuba que lo que debería ser el derecho de los cubanos a entrar y salir de su propia Isla y nos dice en su artículo: "Los cubanos tienen derecho a entrar y salir de su país, sin limitaciones. Los norteamericanos tienen derecho a viajar a Cuba".
Los americanos no tienen problemas para entrar y salir de su país, pero los cubanos no solo tienen el derecho a viajar fuera de la Isla limitado por el estado, sino incluso dentro del propio país y muchos otros derechos incluyendo los sociales como la libertad a escoger la propia educación, una adecuada asistencia medica o una alimentación apropiada.
No veo relación alguna entre la prohibición del régimen de La Habana a todos los cubanos a viajar a todos los países del mundo (y limitadamente dentro de la misma Isla), a no ser que decida lo contrario y entregue salvoconducto; con la del gobierno de los EU a viajar a Cuba a sus ciudadanos... , son dos situaciones que no dependen entre ellas para ser resueltas, o es que porque EU limite los viajes a la Isla de sus ciudadanos, los cubanos no se merecen el derecho a la libertad de movimiento.
Obama eliminó las restricciones de los cubanos residentes en los EU a visitar la patria, pero esto no tuvo ninguna repercusión en la posibilidad de que la diaspora criolla pueda visitar su casa, sin mediar autorización castrista de por medio.
En su artículo menciona varios ejemplos de cubanoamericanos que viven en Miami y que merecerían ser premiados por su actividad en favor de la libertad de expresión, esa que está garantizada en USA (adonde pertenece Miami), y entre ellos nombra a la profesora María Cristina Herrera, pero omite el dato -relacionado con el tema central de su texto- de que el gobierno de Cuba le ha negado a ella, en varias ocasiones, la visa de entrada a la Isla.
Además, Arturo sabe que si Cuba permanece embargada económicamente y alejada de los EU es por la voluntad de los hermanos Castro y si no que le pregunte entre otros a Carter, Clinton y al mismo gobierno actual responsabilizado -por ejemplo- de contaminar a Cuba de catarro por eliminar las trabas a los cubanos a viajar desde los EU a Cuba.
Utilizando una innecesaria retórica, arriba a la conclusión de que es lo mismo el derecho de los ciudadanos americanos a viajar a Cuba que lo que debería ser el derecho de los cubanos a entrar y salir de su propia Isla y nos dice en su artículo: "Los cubanos tienen derecho a entrar y salir de su país, sin limitaciones. Los norteamericanos tienen derecho a viajar a Cuba".
Los americanos no tienen problemas para entrar y salir de su país, pero los cubanos no solo tienen el derecho a viajar fuera de la Isla limitado por el estado, sino incluso dentro del propio país y muchos otros derechos incluyendo los sociales como la libertad a escoger la propia educación, una adecuada asistencia medica o una alimentación apropiada.
No veo relación alguna entre la prohibición del régimen de La Habana a todos los cubanos a viajar a todos los países del mundo (y limitadamente dentro de la misma Isla), a no ser que decida lo contrario y entregue salvoconducto; con la del gobierno de los EU a viajar a Cuba a sus ciudadanos... , son dos situaciones que no dependen entre ellas para ser resueltas, o es que porque EU limite los viajes a la Isla de sus ciudadanos, los cubanos no se merecen el derecho a la libertad de movimiento.
Obama eliminó las restricciones de los cubanos residentes en los EU a visitar la patria, pero esto no tuvo ninguna repercusión en la posibilidad de que la diaspora criolla pueda visitar su casa, sin mediar autorización castrista de por medio.
En su artículo menciona varios ejemplos de cubanoamericanos que viven en Miami y que merecerían ser premiados por su actividad en favor de la libertad de expresión, esa que está garantizada en USA (adonde pertenece Miami), y entre ellos nombra a la profesora María Cristina Herrera, pero omite el dato -relacionado con el tema central de su texto- de que el gobierno de Cuba le ha negado a ella, en varias ocasiones, la visa de entrada a la Isla.
Además, Arturo sabe que si Cuba permanece embargada económicamente y alejada de los EU es por la voluntad de los hermanos Castro y si no que le pregunte entre otros a Carter, Clinton y al mismo gobierno actual responsabilizado -por ejemplo- de contaminar a Cuba de catarro por eliminar las trabas a los cubanos a viajar desde los EU a Cuba.
Gaspar, El Lugareño
