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Foto histórica del primer equipo de trabajo de Tomás Regalado, Otoño de 1996.
De izquierda a derecha: Raf, Hilda, Tomás Regalado, Raquelita, Alvaro Alba, (no identificado)
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De izquierda a derecha: Raf, Hilda, Tomás Regalado, Raquelita, Alvaro Alba, (no identificado)
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Tomás Regalado y Alvaro Alba durante una sesión de trabajo
Diciembre de 1997
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Fotos/Blog Gaspar El Lugareño-Archivo personal de Alvaro Alba
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Diciembre de 1997
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Fotos/Blog Gaspar El Lugareño-Archivo personal de Alvaro Alba
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por Alvaro Alba
(para el blog Gaspar, El Lugareño)
(para el blog Gaspar, El Lugareño)
Tomas Regalado no escogió la política, prefirió el periodismo y así estuvo por años.
A Miami llegó primero como exiliado del régimen de Fulgencio Batista, acompañando a su padre. Regresó a la isla en 1959, y su padre, presidente de la asociación de reporteros de Cuba, fue detenido por conspirar entonces contra Fidel Castro. Junto a un hermano menor arribó a los Estados Unidos a los 14 años como Pedro Pan, aquellos niños y adolescentes cubanos que sus padres enviaban a los Estados Unidos, para que estos no vivieran bajo un régimen totalitario.
Primero laboró tras un micrófono en la radio y después ante las cámaras de la televisión. Al surgir la radio hispana en Miami, Regalado era una de las voces más jóvenes y pasó por diferentes estaciones. También se vinculó con varios proyectos de organizaciones exiliadas, como el Plan Torrientes. Fue corresponsal de guerra en Centroamérica y África. Sus reportajes desde los campamentos de la “contra” nicaragüense o desde las unidades de la UNITA en Angola eran escuchados con atención en Miami.
Ha tenido el privilegio de entrevistar a varios presidentes estadounidenses, pues fue miembro del cuerpo de prensa de la Casa Blanca, llegando a viajar en el Air Force One. Sus comentarios diarios sobre la realidad cubana le permitieron crear una profunda relación con la comunidad exiliada. Junto a su fallecida esposa Raquel Regalado, crearon una pareja de periodistas que dominaban los temas locales, nacionales e internacionales, capaces de trasmitir desde Jerusalén, la base naval de Guantánamo, la Casa Blanca, o Moscú.
Una profunda crisis en la ciudad de Miami en septiembre de 1996 hizo que su candidatura para la Comisión de Miami fuera de las más populares entonces. Antes de que se dividiera la urbe en distritos se impuso entre varios candidatos y desde entonces ha sido un comisionado con voz propia en una ciudad donde los cabilderos se vanaglorian de llevar adelante sus proyectos.
Se ha mantenido en su cargo por más de una década, sin tener en su historial los escándalos de otros comisionados en Miami Dade o las otras ciudades del condado. En la última administración mantuvo distancia sobre los megaproyectos e incluso tomó postura en muchas ocasiones contra la opinión pública.
Decidió postularse con tiempo suficiente para ir recaudando dinero y logró, en medio de la crisis económica, una suma record, en muestra de la confianza que tienen los electores en sus proyectos.
Pero su campaña ya estaba hecha con años de trabajo e información. Diariamente conversaba con sus electores, respondiendo a las interrogantes, o señalaban al autor de una determinada medida. Ese fue el éxito de su triunfo – nunca se separó del electorado. Ya electo, enfrenta muchos retos. Una ciudad en medio de una profunda crisis monetaria, contratos con los sindicatos de policías, bomberos y empleados a negociar; contratos de desarrollo para el puerto, el túnel de la ciudad o el estadio a los que se opuso con pasión, pero fueron aprobados por la Comisión.
Los desarrolladores de la ciudad buscarán otras ciudades del condado para sus proyectos o esperarán otra elección para presentar un nuevo candidato. Tiene Regalado que hacer drásticos cambios en la administración, que le traerán fricciones con la burocracia del Riverside (edificio de la administración local) y pueden paralizar bellos proyectos, en contubernio con los comisionados. El rebajar los altos sueldos de los ejecutivos es una medida popular, mientras que no se lo aumente a los nuevos empleados que lleve a su equipo de trabajo.
Muchos hablan del simbolismo de un exiliado al frente de la ciudad, que ya se convierte en permanente con Xavier Suárez, Joe Carollo y Many Díaz. Ahora Tomás Regalado, a los 62 años de edad, será quizás el último alcalde de Miami cubanoamericano, nacido en la Isla.
1 comment:
Parece un hombre integro. Deseo que le vaya bien y que convierta a la ciudad en una gran ciudad, porque potencial tiene para eso Miami.
Niurki
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