Joaquín Badajoz estuvo leyendo en Zu Galería, en la noche del pasado viernes día 19, una selección de sus libros (inéditos) de poemas.
Acá les comparto cuatro de los textos que se escucharon en la velada zulariana y un reportaje fotográfico. Además, les recomiendo la relectura de la entrevista que Aymara Aymerich le hiciera a Jochy para este blog: (Conversando con Joaquín Badajoz) Más allá de lo evidente.
Acá les comparto cuatro de los textos que se escucharon en la velada zulariana y un reportaje fotográfico. Además, les recomiendo la relectura de la entrevista que Aymara Aymerich le hiciera a Jochy para este blog: (Conversando con Joaquín Badajoz) Más allá de lo evidente.
Gaspar, El Lugareño
--------------------------------------------------
Passar Paxaros
Toda la noche estuvimos oyendo passar paxaros
Cristóbal Colón. Diario del Descubrimiento
Oyendo pasar sombras,
leves ventiscas de resurgimiento,
para ascender como la llama, leve,
para poder ser aire y ocupar los sitios
que pasarán veladamente inadvertidos.
Pájaros de trueno, si tuviera alas
disfrutaría el vértigo del ave que se cierne
soportando el peso del azul sobre la espalda.
Ahuyentado por el hueso del árbol,
por sus copiosos racimos de sangre,
me posaría sobre la eternidad
que es continuar volando.
Todo hombre ha descubierto dos mundos,
sabe de lo que no es y de lo que se avecina.
Todo hombre ha sentido el dolor,
sus esquirlas de obsidiana,
como una lengua de fuego
que le abraza el vientre,
más al cerrar los ojos
sólo recuerda el fogonazo,
el ruido del relámpago
y no la sajadura del hilo
que corta como un látigo.
Para descubrir no basta levitar,
ser el ojo de furia
donde empastan los aceites
sus cadencias ranciosas,
es preciso quebrar los velados encierros
hacer profesión de la máscara dramática.
Mientras en la manada humana comulgas,
siempre oirás pasar los pájaros,
esos retardos en fuga
que desprenden sus plumas, insinuando,
rompiéndose como trombas sin música,
preludio de la nada que antecede al hallazgo
donde todo se pierde.
El Graznido. El Gran Nido.
Seremos nosotros los animales moldeados a la intemperie
cuando canto a la raíz y estoy cantando al árbol,
salterio de lo que se me escurre entre los labios,
lo que escribí dentro de la casa obscura,
la que se levanta tétrica sobre el acantilado
donde se rompen las olas y los pájaros.
Pasan premoniciones gestos que develan.
Soy el hacedor el de la brizna en el pico,
mi nido es heredado escamoteado no es mío.
He dejado que los demás hagan de mi un escudo,
sigo paseante bajo los flamboyanes
las sombras que talaron en días aciagos.
No pienso en lo que fue ni vivo en el presente,
el presente será siempre lo que vamos perdiendo
un gesto y un gesto es el signo que antecede.
El primer acto del hombre fue nombrar
luego destruir lo nombrado,
por eso la palabra fue siempre un encierro
una construcción para echar a rodar las tauromaquias,
con sus caminos pielagosos y los convidados de piedra.
La palabra creó mundos que habrían de venir
roturando estos mundos partiendo resanando
dejó de ser un gesto y un acto y fue un ritual
donde se incineran los caballos agrestes
las tierras meridianas los mares
las heladas regiones donde las bestias lívidas
esconden el verano mas allá de sus ojos,
creó trampas y encierros y súbditos.
Sigo andando por estas calles,
ya cuando entré deslumbrado a la vagina serpentaria
herido de hormigón y vidrio todo estaba,
mis manos no han parido ni un gesto
algo que en el gran nido detente que he pasado.
Estoy puede ser un estado otro tatuaje
un canto del hacedor a las moliendas
estoy es la razón de no haber sido
mas que algo impersonal e imaginario.
(del libro Passar Paxaros)
-------------
Una mínima ofrenda
La mujer que trenza esta temporada
el dulce pan que no podrás comerte
tiene azules los ojos, de la muerte
dulce aroma como de miel tostada
ha hurtado, se niega a poseerte.
Sombra opalina sombra abandonada,
cuando y cómo comencé a perderte.
Era otoño sobre tu piel mojada,
quedo el sudor su doble filo inerte
entre los cuerpos una sombra amada,
fue la bruma, fue el desamor más fuerte
ese hastío que llega a enmudecerte
nos hizo gravitar hacia la nada
devorarnos el pan querer la muerte.
Ezra Pound recita en una jaula
Out of all this beauty something must come
Ezra Pound. Canto Pisan, Cantos
El mes más corto del año no es febrero, sino aquel de 25 días
en el que el poeta Ezra Pound vivió cautivo en una jaula a la intemperie.
El hombre que cantaba poemas económicos viene a mi como la ninfa de Hagoromo,
como una corona de ángeles en la tarde nublada de Taishan.
Más loco que una cabra con esa cordura de los locos de remate.
Hablando lenguas viene, legiones de poetas, difuminados en su Pentecostés.
Cuerpo que arde, percute la piel hinchada bajo el tambor solar,
Mitra encarnado poeta encinto, lunático de tanta luz que se le filtra por los
/párpados.
Canta el poeta los mundos que acompaña, desciende tenue
a los infiernos resucita, otras voces le responden mientras calla.
Trueca paños por piaras de cerdos al cambio nominal,
habla de préstamos federales, bancos, miserias financieras
más duras que esa jaula reforzada, que los barrotes como clavículas,
tendones de acero que se confunden con su cárcel natural,
encierro que otras veces, alucinado, ha logrado el poeta evadir.
Ezra Pound parpadea anochece.
En cada parpadeo pasa un día con su noche breve.
Es el escriba de los siglos, el escribano insomne.
Los demonios le susurran sinfonías, le destapan hormigueros,
le hacen el sexo ínclito contado por legiones.
“Para algo debe servir toda esta belleza”.
Un poeta común escribe alguien en una bitácora.
Un enojo, una crítica que se me antoja un halago.
¿Y es que hay algo más difícil que lograr
ser un poeta común y corriente, un retozo mínimo de la palabra?
Shavout, fiesta de las semanas, glosolalia.
Ese mes fue todo un año: una vida.
(Libro de las mudanzas)
------------------------------------------------------------------
Nota: Si utiliza alguna de estas fotos en su website o en sitios como Facebook, debe
mencionar: foto del blog Gaspar, El Lugareño, o foto por Joaquín Estrada-Montalván
No comments:
Post a Comment