Este 10 de junio de 2010, la provincia de Camagüey celebra el bicentenario de la presencia de su primer periódico. Quizás antes de esta fecha se ejercía, de alguna manera el periodismo. El primer periódico que se publicó en Puerto Príncipe fue en 1810, a 20 años de creado el “Papel Periódico” en La Habana, según los datos recogidos por el especialista Jorge Juárez Cano en su libro “Apuntes de Camagüey”, editado por la imprenta “El Popular” en 1929. Se llamaba “El Espejo”. El licenciado Antonio de Herrera y Gordo, abogado de la Real Audiencia de la villa, fue su fundador y quién lo publicó.
El artículo de Juárez Cano, recoge además que el periódico “era manuscrito y se editaba en la forma siguiente: el licenciado Herrera vivía en la casa número 63 de la calle de San Ramón, en este lugar coincidían 20 escribientes, provistos de sendas plumas de aves, las de acero no se habían inventado aún, y de frascos de barro cocido, conteniendo tinta fabricada en la población.”
Más adelante apunta que el propio licenciado “dictaba a la vez a sus 20 amanuenses el texto del periódico, que estos escribían con letra española, siendo el tamaño del periódico el de un pliego de papel de barba.”
Terminada la original tirada, “los 20 ejemplares se repartían a otros tantos suscriptores, los que una vez leían “El Espejo”, tenían la obligación de facilitar su ejemplar a otros 10 suscriptores más”, y así, con los primitivos 20 originales quedaban servidos 200 suscriptores.
Al principio “El Espejo” fue quincenal luego tuvo frecuencia semanal y en sus últimas ediciones fue ínter diario. Así continuó publicándose con toda regularidad hasta que en 1812 Mariano Seguí trajo la primera imprenta que funcionó en Camagüey y entonces se llamó “El Espejo Diario”.(Tomado del blog La Principeña)
El artículo de Juárez Cano, recoge además que el periódico “era manuscrito y se editaba en la forma siguiente: el licenciado Herrera vivía en la casa número 63 de la calle de San Ramón, en este lugar coincidían 20 escribientes, provistos de sendas plumas de aves, las de acero no se habían inventado aún, y de frascos de barro cocido, conteniendo tinta fabricada en la población.”
Más adelante apunta que el propio licenciado “dictaba a la vez a sus 20 amanuenses el texto del periódico, que estos escribían con letra española, siendo el tamaño del periódico el de un pliego de papel de barba.”
Terminada la original tirada, “los 20 ejemplares se repartían a otros tantos suscriptores, los que una vez leían “El Espejo”, tenían la obligación de facilitar su ejemplar a otros 10 suscriptores más”, y así, con los primitivos 20 originales quedaban servidos 200 suscriptores.
Al principio “El Espejo” fue quincenal luego tuvo frecuencia semanal y en sus últimas ediciones fue ínter diario. Así continuó publicándose con toda regularidad hasta que en 1812 Mariano Seguí trajo la primera imprenta que funcionó en Camagüey y entonces se llamó “El Espejo Diario”.(Tomado del blog La Principeña)
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