Una Amiga ha sido llamada a la Casa del Señor

Temprano en la mañana, me avisa Eduardo Mesa, que María Cristina Herrera (Santiago de Cuba, Agosto,1934) ha fallecido hoy a las 6. 30 am.

A María Cristina Herrera la recordaré con cariño. Su hogar, especie de pequeña Casa Cuba, estuvo siempre abierto para mí y para muchos, muchísimos otros. Su sonrisa fraternal  recibía invariablemente a los que acudíamos a su oficina recibidor. De Cuba y de su Iglesia, pero también de los asuntos cotidianos, de la vida de  cada día, conversaba, se preocupa y ocupaba esta mujer de voluntad de acero y corazón gigante.

Para los visitantes a la casa de María Cristina Herrera, no faltó la taza de café, el plato de comida, el conocer buenos nuevos libros, el re-encontrarse con amigos o conocer cubanos de aquí o de allá, la conversación aguda e inteligente, ni el regaño/consejo cuando ella así lo consideraba.

Su hogar sirvió de hospedaje para no pocos de paso por Miami.

Era alegre, recuerdo su potente risa y las muy interesantes y amenas reuniones festivas de fines de año que organizaba.

Tuve, además, de la buena suerte de compartir su amistad, el privilegio de participar en dos actos académicos junto a ella, el primero fue la presentación del libro Iglesia Católica y Nacionalidad Cubana (Editorial Universal), en el 2005 en el Miami Dade College. El segundo, fue en el panel sobre Iglesia Cubana en la 7th Conference on Cuban and Cuban American Studies, en la FIU, en febrero del 2008.

María Cristina Herrera, no tuvo temor al riesgo del encuentro y del diálogo. Dedicó su vida a su Patria,, a su Iglesia y a sus amigos. Abriendo espacios anduvo todo el tiempo que Dios le concedió acá en la Tierra.

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Gaspar, El Lugareño

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