ARZOBISPADO DE LA HABANA
NOTA DE PRENSA
En respuesta al reclamo de comentarios de varios medios de comunicación, y debido a la indignación generada en un número de fieles católicos que han conocido en las últimas horas de una carta abierta dirigida al Santo Padre Benedicto XVI, de contenido ofensivo para con la Iglesia en Cuba, quiero decir lo siguiente:
Cuando la Iglesia aceptó la misión de mediar entre los familiares de los presos o damas de blanco, y las autoridades cubanas, sabía que esta mediación podría ser interpretada de las más disímiles maneras y provocar diversas reacciones: desde el insulto y la difamación, hasta la aceptación y el agradecimiento. Permanecer inactiva no era una opción válida para la Iglesia por su misión pastoral.
La acción de la Iglesia a favor del respeto a la dignidad de todos los cubanos y la armonía social en Cuba no comenzó hace veinte años, y ha sido una acción que no se ha apoyado, ni se apoyará nunca, en tendencias políticas, ni en las del gobierno ni en las de quienes se le oponen, sino en su misión pastoral. La Iglesia en Cuba no desviará su atención de aquello que la motivó a actuar en este proceso: el reclamo humanitario de familias que han sufrido por el encarcelamiento de uno o más de sus miembros.
Esto es algo que conoce muy bien el Papa Benedicto XVI. Vale la pena recordar lo expresado hace unas semanas por el padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede: “El papel crucial asumido en el proceso de diálogo cubano por el cardenal Ortega Alamino y por monseñor Dionisio García, presidente del episcopado, ha sido posible por el hecho evidente que la Iglesia católica está profundamente arraigada en el pueblo y es intérprete atendible de su espíritu y de sus expectativas”.
“No es una realidad extraña, no escapa en los tiempos de dificultad. Carga con los sufrimientos y trae esperanza, con dignidad y con paciencia, sin servilismo pero también sin tratar de aumentar las tensiones ni de exacerbar los ánimos, al contrario, con el compromiso constante de abrir caminos a la comprensión y al diálogo”. La Santa Sede, agregó el padre Lombardi, “apoya a la Iglesia local con su solidaridad espiritual y con su autoridad internacional”. En este sentido, “ la Santa Sede se ha declarado siempre en contra del embargo, y por lo tanto solidaria con los sufrimientos del pueblo, y dispuesta a apoyar toda perspectiva de diálogo constructivo… con paciencia, se han hecho importantes progresos en esta dirección. Todos deseamos que el camino continúe”.
Orlando Márquez Hidalgo
La Habana , 20 de agosto de 2010
Tomado de Palabra Nueva
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Carta Abierta a Benedicto XVI
Su Santidad:
DIOS permita que usted conozca de esta misiva. En nuestras oraciones le rogamos al SEÑOR para que se proyecte sobre una solución a la situación que vamos a plantearle.
Algunos de los católicos que firmamos esta carta y otros que quizás incorporen sus firmas, no estamos de acuerdo con la postura que ha tenido la jerarquía eclesiástica cubana en su intervención por los presos políticos, es lamentable y de hecho bochornosa.
Por más de 20 años un grupo de disidentes pacíficos, hemos luchado por el restablecimiento de la democracia en Cuba; por más tiempo aún, nuestros compatriotas en el exilio. Una correcta mediación sobre el tema, hubiera implicado oír los reclamos de ambas partes y conciliarlos. Sin embargo, la solución del destierro, aceptada por los que han estado siete años injustamente presos -solamente por sus ideas- solo beneficia a la dictadura; prácticamente, con la salida de un número considerable de familiares se convertirá en un pequeño éxodo. Ustedes tienen una experiencia de ello en el destierro de los sacerdotes católicos en la década del 60, del pasado siglo.
Si hay algo que aspira desesperadamente el gobierno, es a la desaparición de las Damas de Blanco, ya que con la prisión de los 75 en marzo de 2003, no logró acabar con la oposición.
La situación de represión, hostigamiento y detenciones arbitrarias se ha recrudecido en los últimos días, después de las amenazas del presidente Raúl Castro, del 1ro. de agosto. Y cabría preguntarse: ¿Se están vaciando las prisiones para volverlas a llenar?
Los ejemplos sobran, pero baste mencionar la represión contra Reina Luisa Tamayo Dánger, madre del asesinado Orlando Zapata, a la que en su pueblo de residencia, Banes, en la provincia de Holguín, no le permiten oír misa, pues tiene que asistir únicamente con familiares. La jerarquía eclesiástica de esta provincia, fue a visitarla para pedirle, hiciera precisamente lo que quiere el gobierno.
Respetamos las solicitudes de la iglesia para que cese el “bloqueo”, pero: ¿Por qué no se pide también –públicamente- que termine el embargo que le tiene la dictadura a todo el pueblo cubano? Éste dura más de 50 años e incluye las libertades que pueda disfrutar la Iglesia como comunidad de todos.
Podríamos hacer de esta epístola una larga lista de demandas, pero sólo una es la más importante, que cese el apoyo político de los que representan a DIOS ante los católicos cubanos, a los que se han comportado durante medio siglo como comisionados de Satanás en la tierra.
Nos recordamos de Mateo 19 16-22. SEÑOR, que disponibilidad tan buena la del joven rico y que final tan triste a causa de su apego a las riquezas.
(Hasta el momento han firmado esta carta 165) ver en el website de Martha Beatriz Roque
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