La agencia de prensa independiente Hablemos Press, reporta desde La Habana que varios reclusos de la cárcel Quivicán, ubicada en la provincia Mayabeque, han denunciado que el fallecimiento del prisionero Salvador Ferrer Rodríguez fue producto de una golpiza de los carceleros y no como consecuencia de la enfermedad de los pulmones que padecía. (ver reportaje completo en el website de Hablemos Press).
Es la segunda muerte de un hombre enfermo, que se conoce en Cuba en este mes de mayo, que se relaciona directamente con violencia física por parte de las fuerzas policiales. El pasado día 8 se conoció del fallecimiento del disidente Wilfredo Soto García, luego de recibir una golpiza por parte de la policía de Santa Clara (ver información en el blog).
Debido a que en la Isla las instituciones de justicias no son indenpendientes y no existe libertad de prensa, es muy difícil comprobar las acusaciones que implican directamente a las autoridades cubanas.
Los periodistas que no pertenecen a los órganos oficiales de prensa (como es el caso de la agencia que informa de este lamentable suceso) son considerados agentes al servicio de los Estados Unidos y sufren acoso policial sistemático, e incluso no pocos han cumplido condenas en presidio por su actividad.
Gaspar, El Lugareño
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