MENSAJE DE LOS OBISPOS DE CUBA
EN OCASIÓN DE LA CELEBRACIÓN DEL IV CENTENARIO
DEL HALLAZGO Y PRESENCIA
DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE LA CARIDAD EN NUESTRA PATRIA
“A JESUS POR MARIA,
LA CARIDAD NOS UNE”
Queridos hermanos y hermanas:
1. La proximidad del año 2012, en el que celebraremos el Año Jubilar Mariano, por los 400 años del hallazgo y presencia de la imagen de la Virgen de la Caridad en nuestra Patria, nos motiva a dirigirles este mensaje de inspiración y convocación para que todos los cubanos vivamos con sentimientos de fe y gratitud a Dios este tiempo de Gracia por el don que nos ha hecho al concedernos como Madre a la Virgen de la Caridad.
LA VIRGEN DE LA CARIDAD EXPRESION DEL ALMA CUBANA
2. Todavía resuenan los vivas a la Virgen de la Caridad y los ardorosos e interminables aplausos. Se conservan la imagen de los rostros de tantos cubanos que han expresado su amor a la Virgen, desde las tiernas edades hasta las arrugas de venerables ancianos, desde los jóvenes hasta los enfermos y débiles, orando delante de esa histórica imagen. Nuestros ojos han visto y nuestras manos han tocado el sentir del pueblo, hemos recogido sus velas y flores, enjugado sus lágrimas y compartido la alegría porque ya la Virgen llegaba. Permanecemos admirados al contemplar la obra de Dios realizada al paso de la Virgen. Estamos seguros que Dios quiere trazar un camino de renovación espiritual y de nueva evangelización para todos.
3. Sí, la Virgen de la Caridad ha sido para el pueblo cubano un mensaje de Dios, escrito no con tinta sino con el espíritu de Dios vivo en el corazón creyente de cada uno de nosotros. Un mensaje que todos podemos leer y comprender.
LA VIRGEN DE LA CARIDAD ES UN REGALO DE DIOS PARA LOS CUBANOS
4. Así lo muestra la larga historia que, a través de cuatro siglos, se ha escrito en el alma de nuestra nación. Virgen de la Caridad es su único nombre, significa amor, amor verdadero y ha sido con ese amor como Ella ha dado una forma propia y especial al alma cubana suscitando los mejores sentimientos e ideales de amor a Dios, a la familia y a la Patria en el corazón de los cubanos.
5. El Santuario donde se venera la bendita imagen de la Virgen de la Caridad en las montañas del Cobre, es un elocuente testimonio de lo que Ella ha representado para los cubanos. Quienes peregrinan a él regresan con la paz deseada y el consuelo que buscaban, vuelven con mejores sentimientos y buenos propósitos y, por encima de las dificultades y las pruebas, retornan con un horizonte luminoso para sus vidas gracias a la fe en Dios y al amor que la Virgen ofrece desde allí a todos sus hijos.
6. Del mismo modo lo experimentaron Juan y Rodrigo de Hoyos y el pequeño esclavo Juan Moreno que hallaron la imagen y la acogieron con amor y la cuidaron con entrañable devoción, así también lo vivieron los próceres que lucharon en las guerras de independencia y los innumerables cubanos que, hasta nuestros días, la invocan con inquebrantable confianza y sentido cariño.
7. La Virgen de la Caridad es Madre del pueblo cubano y como madre protege y alivia, anima y consuela, guía y acompaña. Quienes vayan al Cobre pueden comprobarlo en los testimonios y los exvotos que dejan allí sus hijos de forma ininterrumpida: los que regresan de tierras lejanas y situaciones peligrosas, los deportistas triunfadores, los enfermos socorridos, las mujeres embarazadas y los trabajadores y estudiantes, niños, jóvenes y adultos que han colocado sus recuerdos a los pies de la Virgen como señal de súplica confiada y de gratitud, dando fe de este modo del bien recibido de Dios a través de la Madre.
UNA NUEVA PRIMAVERA DE LA FE PARA CUBA
8. Desde el 8 de Agosto del año 2010 peregrina, de Oriente a Occidente, la imagen de la Virgen de la Caridad conocida como "la Mambisa", porque así fue llamada y venerada por los cubanos que lucharon por nuestra libertad y que reconocieron haber sido acompañados por su maternal protección. Ellos la sintieron como "luz disipadora de todo peligro" y como "rocío consolador para el alma", tal como fue expresado por los Veteranos de la Guerra de Independencia en su carta al Papa Benedicto XV solicitando que la proclamara Patrona de Cuba.
9. Como una nueva primavera de la fe se está viviendo el paso de la Virgen de la Caridad no solo por los lugares sino por los corazones de los cubanos que espontáneamente se sienten atraídos y experimentan una peculiar sintonía interior con Ella. Como los hijos ante la Madre ha hablado el alma, con palabras y silencios, con cantos, gestos y ofrendas. En ese lenguaje único, tan entrañable como personal, ha estado presente, entre otras, la familia, tan necesitada de la recuperación de su valor humano y de su significado como comunidad de amor y escuela de virtudes, las necesidades de los enfermos, de los que viven separados de sus seres queridos dentro y fuera de Cuba, de los presos y sus familiares; también ha estado el futuro de la Patria, de sus jóvenes y de sus niños, la preocupación por los ancianos y las necesidades económicas que inquietan y preocupan a tantas personas.
10. Al paso de la imagen de la Virgen ha sobresalido, con distintas expresiones, la fe encontrada o renovada, la misma que la Virgen de la Caridad ha sostenido y conservado en todas las etapas de nuestra historia nacional. La Virgen Mambisa nos ha hecho experimentar públicamente que es posible creer y convivir con esperanza.
AÑO JUBILAR MARIANO
11. Es tradición, entre los cristianos, celebrar un Año Jubilar para conmemorar un acontecimiento en el que la gracia de Dios se hace presente y así obtener provecho espiritual. Su origen está en la Biblia ya que el mismo se consideraba un Año de Gracia en el que la tierra y los hombres descansaban y la justicia era restituida para todos (cf. Lev. 25,1 ss.).
12. En este año, Dios nos invita a recordar y a reforzar lo que hemos experimentado con el paso de la imagen de la Virgen. Es un tiempo que la Iglesia nos propone para despojarnos de todo lo que impide encontrarnos con Dios y con los hermanos, en la búsqueda de la verdad y del bien.
13. De este modo hemos anticipado, en parte, lo que va a ser el Año Jubilar 2012: una manifestación y profundización de la fe, un reencuentro con nuestras raíces cristianas y una entusiasta y responsable acogida de las enseñanzas de Jesucristo, deseando que ellas nos dispongan para trabajar por un mejor futuro de justicia y de paz, de reconciliación y unidad entre todos.
CUBA NECESITA LA ALEGRÍA DE LA FE
14. La Virgen de la Caridad nos está hablando y ofreciendo lo mejor que puede darnos: a su hijo Jesucristo, nuestro único Salvador. Así nos lo enseña la Biblia. Él es la fuente de la paz y de la alegría, el Maestro que nos enseña el bien y el amigo que acompaña en todo momento, el Camino, la Verdad y la Vida, el Hijo de Dios que ha venido al mundo para que conociéramos, no solo que Dios existe, sino que nos ama como el mejor padre ama a un hijo. El que cree en Dios nunca está solo. Jesús nos enseña a confiar en el Padre y nos ayuda a ser buenos y a hacer el bien, ese es el único camino para la felicidad verdadera pues no se puede ser feliz en el mal, en el odio, en la falsedad y en el egoísmo. Así, también, lo expresa nuestro José Martí al afirmar que “ser bueno es el único modo de ser dichoso” (“Maestros ambulantes”, mayo 1884).
15. Cuba necesita la alegría de la fe y la Virgen de la Caridad ha salido al encuentro de sus hijos para que los que se habían alejado vuelvan a Dios, para que quienes han permanecido firmes acrecienten su compromiso cristiano y para que todos experimentemos el gran amor de Dios por sus hijos y nos esforcemos por construir la unidad en la verdad y en el amor entre todos los que formamos un mismo pueblo, superando e integrando respetuosamente las diferencias y las distancias. El reencuentro y la reconciliación entre cubanos, debería ser un fruto del Año Jubilar como resultado, en cada uno de nosotros, de un cambio de mentalidad y actitud ante nuestro prójimo.
16. Donde está Dios hay futuro. Donde Dios está hay alegría. Se abren nuevos horizontes pero debemos reconocer que Dios está siempre presente y, sobre todo, donde se le deja entrar. Por eso, queridos hermanos y hermanas, abramos los corazones a Dios que, en Jesucristo, nos llama a vivir la fe cristiana que llega a todos los cubanos por medio de la Virgen de la Caridad.
CUBA NECESITA LA FUERZA DEL AMOR CRISTIANO
17. A través de su Palabra, en las Sagradas Escrituras, Dios nos educa en el amor verdadero al describir las características del amor cristiano que “es paciente, servicial, no es envidioso ni busca aparentar, no es orgulloso ni actúa con bajeza, no busca el interés ni se irrita, sino que deja atrás las ofensas y las perdona, nunca se alegra con la injusticia y siempre se alegra con la verdad” (1 Cor. 13,4-6).
18. Queremos que este espíritu jubilar sea vivido intensamente por todos los cubanos. Con este fin, hacemos una llamada a realizar cuatro acciones evangelizadoras y significativas en el transcurso del año.
19. Convocamos, en Cuaresma y Semana Santa, a no pasar indiferente ante el sufrimiento del prójimo y a actuar siempre con misericordia.
20. Convocamos, con ocasión de la fiesta de la Virgen de la Caridad, para que se acerquen a Dios, escuchen su Palabra y celebren con gozo la fiesta de la Madre de todos los cubanos.
21. Convocamos, en Adviento y Navidad, a la reconciliación que supone el respeto que merece toda persona y dejar atrás las divisiones, los rencores y las enemistades para unirnos todos como hermanos en la familia y en la sociedad.
22. Forma parte de la tradición cristiana que, para celebrar el Jubileo, se peregrine al Santuario Jubilar. Cuánto desearíamos que las comunidades, las familias y todos los que puedan peregrinen hasta el Santuario Nacional Basílica de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre.
CUBA NECESITA LA LUZ DE LA ESPERANZA
23. Como pastores de la Iglesia en Cuba aspiramos a que, el espíritu y las acciones propuestas para el Año Jubilar, renueven y dinamicen la esperanza cristiana en esta hora presente. Jesucristo, a quien la Virgen de la Caridad nos ofrece, es la Luz del mundo que ilumina a todo hombre que se acerque a Él, disipando las tinieblas de la ignorancia, de la confusión y del miedo.
24. Los Obispos de Cuba, como pastores de la Iglesia Católica, hacemos un llamado a todos los cubanos a vivir con alegría el Año Jubilar Mariano, desde el 7 de Enero de 2012 al 5 de Enero de 2013, y les invitamos a participar en las diversas celebraciones programadas y que oportunamente se darán a conocer.
25. A lo que añadimos el gozoso anuncio de la visita del Santo Padre Benedicto XVI que ha deseado visitar nuestro país como “Peregrino de la Caridad” para acompañarnos y confirmar la fe del pueblo cubano en la conmemoración de los 400 años de la presencia de la bendita imagen de la Virgen entre nosotros.
26. Queridos hermanos y hermanas, recordemos que el amor llama al amor. En nombre de estos dos amores: Jesucristo y María, su santa Madre, es que podemos avanzar en la fraternidad y la prosperidad que merecemos los cubanos de hoy y de mañana. A nuestra Madre de la Caridad del Cobre encomendamos a toda la familia cubana y, al mismo tiempo, la fecundidad de las iniciativas pastorales que se desarrollarán durante el Año Jubilar; que Ella nos lleve a su Hijo Jesucristo para que en Él tengamos vida verdadera, abundante y eterna.
Con nuestra bendición,
Los Obispos Católicos de Cuba
8 de Diciembre de 2011,
Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María
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