ROMA, martes 24 enero 2012 (ZENIT.org) - El año pasado, por primera vez desde 1976, cuando se reintrodujo la pena capital en Estados Unidos, el número anual de nuevas condenas a muerte fue inferior a cien. Lo revela el Death Penalty Information Center (Centro de Información sobre la Pena de Muerte), que publicó a fin de año su informe anual The Death Penalty in 2011: Year End Report (La Pena de Muerte en 2011: Informe Final Anual).En 2011, las nuevas condenas a muerte se redujeron a 78, una drástica caída respecto al año récord de 1996, cuando se emitieron 315 sentencias a la pena capital. El declive comenzó a finales de los años 90, cuando hubo un promedio de 300 sentencias por año. Desde entonces el número ha disminuido constantemente. También el número de ejecuciones se ha reducido a 43, es decir, tres menos que el año pasado.
Sólo 13 estados llevaron a cabo ejecuciones en 2011, de los cuales el 74% fueron en el Sur, refiere el informe. Y sólo 8 estados hicieron más de una ejecución. Como de costumbre, Texas es el estado con el mayor número de ejecuciones: 13. Como señala el informe, la cifra representa sin embargo, una reducción del 46% respecto a 2009, cuando se llevaron a cabo 24 ejecuciones, e incluso un descenso en comparación con 2010, que tuvo 17 ejecuciones.
Desde 1976, sobre el número total de 1.277 ejecuciones, 477 fueron ejecutadas en Texas, o sea el 37% del total. En 2011, sin embargo, hubo sólo ocho nuevas sentencias de muerte.
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