(Zenit) En Cuba el cardenal Marc Ouellet recordó que “la acogida fue significativa si bien más discreta, pues hay que reconocer que la cultura católica no tiene el mismo arraigo que en México”. Añadió que la misa entretanto fue muy bella y allí la gente cantó muy bien. “Aquí el papa habló de la familia a través del misterio de la encarnación y el papel de María”.
El cardenal consideró que la peregrinación de la Virgen de la Caridad del Cobre preparó el terreno para que la palabra del papa fuera tan bien acogida como se vio también en el santuario de la Virgen.
Precisó que en la Isla se realizaron en proporción más contactos con los jefes en los cuales se trataron temas concretos, como el pedido de festividad para las fechas centrales de la semana santa, que posteriormente fue aprobado por el gobierno. Su eminencia recordó también el coloquio del papa en el encuentro con Raúl y Fidel Castro, las pregunta de Fidel, y la respuesta de Benedicto XVI quien indicó que él cumplía su obligación a pesar de la edad, así como la promesa de enviarle algunos libros. Y que después del encuentro el papa comentó que le impresionó que la mujer de Fidel fuera una persona devota y creyente.
El cardenal canadiense precisó que durante el viaje las lecturas litúrgicas eran las del día, aunque muchas parecían que hubieran sido elegidas a propósito. Añadió que la despedida fue impresionante, que la gente se quedó bajo la lluvia para saludarlo demostrando un entusiasmo mayor que en la acogida. (sigue)
No comments:
Post a Comment