... nos reunimos hoy en esta tan querida Ermita de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, para rendir homenaje a uno de esos hombres escogidos por el Señor para ser sucesores de los Apóstoles: Monseñor Francisco Ricardo Oves Fernández, quien fuera Arzobispo de La Habana durante los años 1970 y 1981. Mons. Oves, nació en la ciudad de Camagüey el 4 de octubre de 1928. Y fue ordenado Presbítero por aquel gran Obispo de la Iglesia Cubana, Mons. Pérez Serantes, en el año 1952. En el año 1961, de tan triste recuerdo para la historia del pueblo cubano y desatada la fuerte campaña contra la Iglesia, el Padre Oves aparece en la lista de sacerdotes expulsados encabezada por Monseñor Boza Masvidal y en la que también se encontraba el entonces Padre Agustín Aleido Román. De vuelta a Cuba en 1965 y doctorado en Ciencias Sociales, imparte clases en el seminario San Carlos y San Ambrosio de La Habana hasta ser elegido como Obispo Auxiliar de la Diócesis de Cienfuegos.
Su trabajo en la Arquidiócesis fue muy valioso pero también muy difícil, como han sido siempre difíciles para la misión de la Iglesia en Cuba todos estos cincuenta años de comunismo, en los que ha experimentado tantas pruebas y obstáculos, pero a lo largo de los cuales, no ha cesado ni un momento de predicar la verdad del Evangelio de Jesucristo.
Por supuesto que los graves retos y las muchas preocupaciones afectaron grandemente la salud de Mons. Oves, y con el dolor que un Pastor siente cuando tiene que dejar a su grey, debió trasladarse a Roma, con la esperanza de regresar, aunque su salud ya nunca le permitió volver a enfrentar las responsabilidades pastorales en medio de su pueblo. Después de renunciar definitivamente a la sede arzobispal de La Habana, es acogido por la Diócesis de El Paso donde a pesar de su salud delicada trabajaba como párroco en la Iglesia del Santo Niño de Antorcha. Fue llamado por el Señor a los 62 años de edad el 4 de diciembre de 1990. (Leer texto completo)
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