Monday, August 13, 2012

(desde el estudio de Viera) 86 años y las artes plásticas

Foto/AP
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por Félix Luis Viera

Este lunes 13 de agosto el Purasangre sangre cumple 86 años de edad y ya se aprestan sus artistas súbditos a celebrar la ignominia. Quién lo iba a decir... 86 años... cuando los que entonces, cuando él tomó el poder, teníamos 13 años de nacidos y hoy pertenecemos a esa otra ignominia que llaman la Tercera Edad.

Dice el Granma que en La Habana harán una exposición con imágenes del hoy cumpleañero cuando era niño. “Los niños, oh, los niños —como diría el maestro Robertón Pérez—... ¿quién puede pensar que ese niño de tan tierna expresión que hoy miras puede ser el canalla del futuro”. Y dice también Robertón: “¿quién puede pensar que ese ancianito de tan inocua mirada hoy, fue el gran asesino del pasado?”.

Dice también el Granma, diario particular del Purasangre, que en la región central de la Isla, para celebrar el onomástico 86 de aquel, se organizarán ferias y exposiciones de libros de la autoría del susodicho. Allá, en aquella región que el Generalísimo Máximo Gómez llamara “las inquietas Villas”.

En la preparación de la exposición en La Habana, que como antes dije refleja la niñez del hijo de Birán, han participado varios de los más destacados artistas de la plástica cubanos residentes en Cuba, todos domiciliados en la capital. Es este dato lo que trae a mi memoria una sentencia de Carlos Marx y unos versos de José Martí.

De Marx:

“Cada cual piensa como vive”.

De José Martí:

“Oh, qué terrible procesión/ de culpables”.

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Félix Luis Viera (Santa Clara, Cuba, 1945). Poeta, cuentista y novelista. Ha publicado los poemarios: Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia (Premio David de Poesía de la Uneac*, 1976, Ediciones Unión, Cuba), Prefiero los que cantan (1988, Ediciones Unión, Cuba), Cada día muero 24 horas (1990, Editorial Letras Cubanas), Y me han dolido los cuchillos (1991, Editorial Capiro, Cuba), Poemas de amor y de olvido (1994, Editorial Capiro, Cuba) y La patria es una naranja (Ediciones Iduna, Miami, EE UU, 2010, Ediciones Il Flogio, Italia, 2011); los libros de cuento: Las llamas en el cielo (1983, Ediciones Unión, Cuba), En el nombre del hijo (Premio de la Crítica 1983. Editorial Letras Cubanas. Reedición 1986) y Precio del amor (1990, Editorial Letras Cubanas); las novelas Con tu vestido blanco (Premio Nacional de Novela de la UNEAC 1987 y Premio de la Crítica 1988. Ediciones Unión, Cuba), Serás comunista, pero te quiero (1995, Ediciones Unión, Cuba), Un ciervo herido (Editorial Plaza Mayor, Puerto Rico, 2002, Editorial L´ Ancora del Mediterraneo, Italia, 2005), la noveleta Inglaterra Hernández (Ediciones Universidad Veracruzana, 1997. Reediciones 2003 y 2005) y El corazón del Rey (2010, Editorial Lagares, México). Su libro de cuentos Las llamas en el cielo es considerado un clásico de la literatura de su país. Sus creaciones han sido traducidas a diversos idiomas y forman parte de antologías publicadas en Cuba y en el extranjero. En su país natal recibió varias distinciones por su labor en favor de la cultura. Fue director de la revista Signos, de proyección internacional y dedicada a las tradiciones de la cultura. En México, donde reside desde 1995, ha colaborado en distintos periódicos con artículos de crítica literaria, de contenido cultural en general y de opinión social y política. Asimismo, ha impartido talleres literarios y conferencias, y se ha desempeñado como asesor de variadas publicaciones.

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