PRÓLOGO
por Chely Lima
Toda lectura, todo enlace entre el lector que se adentra en el mundo —la música esencial— que propone un escritor, ejecuta con este un pas de deux, ese dúo en el que los pasos de ballet son ejecutados conjuntamente por dos personas.
El escritor o poeta propone, establece las reglas que soñó antes de plasmarlas, con la voluntad del explorador que dibuja un mapa en tanto se adentra en la espesura del continente nunca antes hollado. Su propio continente, el que fundó a partir de fragmentos muy íntimos de su ser. Una vez que han quedado abiertos los caminos, el lector sigue los pasos de aquel o aquella que le precedió inventando paisajes a medida que los describía, y es entonces que da inicio la danza en la que el lector se deja llevar y se compromete con personajes y cadencias que enriquecen su universo personal.
En ciertas dichosas ocasiones, para el lector su partenaire se vuelve tan cercano como si hubieran crecido juntos. Y la danza —el libro bien amado— se convierte en mucho más que una historia interesante o unos versos que se repiten en silencio, paladeando la melodía. El libro muta en obsesión y ladrillo de la pared de carga del espíritu, y ahí es que el pas de deux florece en formas que jamás nos hubiéramos atrevido a esperar.
En esta antología que tiene el encanto de lo que nunca ha visto antes la luz, cuatro voces trazan en castellano, ese idioma por completo mágico que heredamos de nuestros antepasados, su propia senda, la tonalidad que llevará a cada lector a sumarse a cuatro estilos diferentes de concebir el pas de deux, ya sea en forma de narraciones breves o de poemas.
Los cuatro autores viven, o han vivido alguna vez, en Miami, así que de algún modo comparten, más allá de sus hermosas variantes, una misma condición a la hora de percibir cuanto les rodea. Sin embargo, por haber nacido en sitios ahora lejanos, tanto en el tiempo como en el mapamundi, llevan consigo experiencias distintas y sintaxis peculiares que se entretejen para conformar la polifonía bajo la que se ejecuta el ballet.
Cuatro ritmos, cuatro miradas, cuatro sistemas solares girando en un solo libro es una medida apetecible.
Sean ustedes bienvenidos a la danza.
Nota: El libro se puede adquirir en la Feria del Libro de Miami 2012, en la sección E en el espacio de la Asociación Internacional de Arte y Cultura Hispana en Miami (AIPEH Miami).
Nota: El libro se puede adquirir en la Feria del Libro de Miami 2012, en la sección E en el espacio de la Asociación Internacional de Arte y Cultura Hispana en Miami (AIPEH Miami).
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Selección de poemas de Lizette Espinosa
A DESTIEMPO
De la piedad renace este
día de infinito sobresalto.
La compuerta se abre y
no atino a moverme,
mis pies han olvidado andar
sin el peso de los miedos.
La levedad asusta,
y el júbilo humedece de
temores a unos labios
resecos de silencio.
Es preciso que el sauce
llore sobre mis hombros
los secretos del mundo,
y el duende me confíe
la llave de los tiempos.
Para encontrar a aquella
que yo era, antes que
anocheciera.
LA HABANA
La Habana es hembra
de ventanas abiertas
que seducen al viento.
Es girasol cargado de
plegarias a una Oshun
que danza entre lamentos.
La Habana es negra
del ocaso impuesto.
Es balcón insinuante.
Es sol en el mechero.
Es la sal en los labios
aliñando el recuerdo.
Es el álbum de fotos.
Es adiós y amuleto.
Es pila de bautismo.
Es donde duermen,
padre, tus huesos.
DESCALZA
Descalza.
Para sentir del prado la
humedad de su lágrima.
Y mojarme los pies en el
frío alarido de la tierra,
recorriendo despacio sus
senderos de duelos y postigos.
Descalza.
Con la virginidad apaciguada
en sus misterios, en sus grutas
con verdes cortinas de miedo.
Sembrando en cada pena
una canción desnuda.
Un beso de mis pasos
embarrados de alas de cometa.
Descalza.
A la deriva, al viento, cuesta abajo.
Rodando sobre el lomo de su vasta
espesura de historias y cruzadas.
Vertiendo en la acritud de su angostura,
el tibio amanecer de mi naufragio.
METAMORFOSIS
Todo está como ayer, sin embargo
parece que han partido muchos trenes,
que han caído diluvios,
que ha habido un cataclismo,
o han bajado del cielo luciferes
mordiendo el tiempo
cubriéndolo de hondas
cicatrices azules, marcas crueles.
Quiero correr el velo de esta hora
y ver las viejas películas silentes,
en el sillón de mi antigua adolescencia
donde las horas yacen, no se mueven.
Quiero creer que estas alas tan rotas
no son el triste anuncio de una muerte
sino la voraz metamorfosis
de lo que pudo ser, a lo que fuere.
Todo está como ayer, sin embargo...
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Lizette Espinosa. La Habana, Cuba, 1969. Actualmente reside en Miami, Florida.Ha desarrollado su vida profesional en el campo del diseño aplicado a la arquitectura y la ingeniería. Poemas y relatos suyos han aparecido en publicaciones periódicas en Estados Unidos, Colombia, Argentina y España. Su primer poemario, titulado Despertares, se encuentra en proceso de terminación. Es integrante de Asociación Internacional de Arte y Cultura Hispana en Miami (AIPEH Miami) y colabora en el periódico digital Globatium.
Ver entrevista a Lizette Espinosa en Payo Libre
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