Texto y fotos por P. Valentín Sanz
1- El presbiterio, como se puede ver (restaurado hace 9 años) no tuvo daño alguno. La capilla del Santísimo Sacramento tampoco tuvo serios problemas, pero lo "milagroso" -se puede decir- fue que la imagen de la Virgen de la Caridad que con motivo del Jubileo Mariano tenemos en este lugar (fuera de su altar) QUEDÓ EN SU PUESTO, siendo una imagen ligera como es ("de vestir") que debía haberse caído por la fuerza del viento que entró (véanse el ventilador y otras cosas en el suelo).
2- Parte del muro que da para el callejón de Capdevila, derrumbado por el huracán, con lo que el patio queda a merced de los elementos (de la naturaleza humana). Hemos tenido que recoger todas las tejas diseminadas por el patio para evitar que la gente se las lleve.
Ya hemos comenzado a reconstruir el muro, poniendo 2 columnas de sostén repartidas para darle consistencia.
3- Así quedó el órgano. Es (era) un órgano alemán de 1923. Encima tenía una fila de tubos que cayeron abajo. Hace unos años se había restaurado parcialmente con un proyecto de la República Checa ($7,500 USD).
Vinieron dos técnicos y estuvieron 15 días trabajando intensamente. Al final, uno de ellos, también organista excelente dio un concierto para
re-estrenarlo.
4- Dos fotos de los techos de casa y templo. En la del techo de la casa, ya se ve alrededor de la cuarta parte reparado (las tejas puestas de nuevo en su lugar), aunque ha quedado una parte sin cubrir por la cantidad de tejas rotas (provisionalmente se han puesto unas de zinc). Abajo queda el cielo-raso destruido y muchas de las cosas -muebles, etc. - que se mojaron con la lluvia (sobre todo del domingo antes pasado).
La del techo es una "panorámica" hecha en la computadora (a base de tres fotos tomadas desde el campanario). Este es un techo -tejas de zinc recubiertas de un plástico- que se puso "provisionalmente" hace como 12 años en esta parte del templo (el presbiterio, que no se ve aquí, porque está detrás, caído completamente 2 años antes de eso, restaurado hace ya unos 9 años -todo de cedro y tejas "criollas"- no sufrió casi nada). La reparación es más complicada, por la altura y porque faltan también tablas -debajo de las tejas- que se perdieron al ser arrancadas junto con las tejas, sobre todo en las naves laterales que estaban en bastante buen estado. Debajo de este techo, en la nave central hay como un "falso techo" que se conserva bastante bien.
5- Así quedó la mitad de la puerta central, de un tamaño y peso enorme (Las tres puertas del frente se abrieron por la fuerza del viento, pero el mismo día pude arreglarlas para poder cerrarlas), desprendida con su marco. De hecho, esta puerta central nunca se abría y estaba clavada o clausurada. Lo interesante es que la forma como cayó al suelo: el viento la empujo verticalmente, caminando unos seis o siete metros y luego cayó hacia el frente, es decir, la parte más cercana a la puerta ES LA PARTE DE ARRIBA, en lugar de caer tal como estaba. Se ha puesto un "parabán" para impedir el paso. La puerta de la casa o convento también fue tirada por el viento.
Todavía no se ha podido arreglar, aunque hemos puesto la misma puerta, tejas de zinc y otros objetos para impedir el acceso.
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