Monday, January 7, 2013

La Patria es una Naranja (por Félix Luis Viera)

Nota del blog: Cada lunes, en Gaspar, El Lugareño, Félix Luis Viera publica un poema de su libro "La Patria es una Naranja" (Ediciones Iduna, Miami, EE UU, 2010, Ediciones Il Flogio, Italia, 2011). Cada texto está acompañado de su traducción al italiano realizada por Gordiano Lupi.


--------------------------------------------------------

10


Mienten los diarios:
Son apenas unos cuantos los delincuentes, los asesinos en la ciudad de México.
Mienten cuando dicen que ya la Ciudad apenas resulta “vivible”
que viene siendo un planeta ingobernable
que la sangre la satura al extremo de que las alcantarillas se atragantan
que los muertos en asaltos, secuestros, plomazos perdidos
ya no caben siquiera en la memoria más robusta.

Mienten los diarios:
aún no ha pasado nada,
absolutamente nada.
La Ciudad en verdad estaría en crisis
ese día en que los 102 mil “niños de la calle” se hagan asaltantes,
cuando la interminable legión de limosneros se proclamen asesinos
cuando las 93 mil putas sin trabajo compren una pistola
cuando se enrabien los 3 millones de perros callejeros.
Cuando la caravanas de ciegos que cantan y piden en el Metro
comiencen a disparar al azar.
Cuando los cojos, los paralíticos, los lisiados sin pensión
empiecen a restituirse sus partes arrancando piernas, brazos, narices
a sus antónimos.

Mienten los diarios:
la Ciudad es un paraíso,
cuando deje de serlo se reventarán sus 123 cementerios.

Entonces sí:
cuando los 4 millones y medio de pobres en “extrema pobreza”
salgan dispuestos a comerse los gladiolos
cuando los 800 mil niños trabajadores tomen por sorpresa los campamentos militares
y los llenen de lápices
cuando el sol coincida con las 50 mil toneladas diarias de basura en las calles, y haga la Gran Flama
cuando el millón y medio de alcohólicos caiga muerto en la última borrachera
y se haga el hedor, el monte de miasmas,
entonces sí no alcanzará el millón 500 mil líneas telefónicas de la Ciudad para avisar del desastre.

Mienten los diarios
esta ciudad es aún lo más cercano al Paraíso que se pueda ver.

Hay ocho mil microbuses deficientes que podrían precipitarse ahora mismo contra los jardines,
tres millones de pistolas que nadie sabe donde están.

Ah,
entonces sí:
cuando los 536 mil indígenas que no hablan español y no tienen con qué comer en lengua alguna
decidan asesinar en su idioma natal.

Entonces sí la ciudad sería ingobernable, caería en crisis.
Entonces ya no serían sólo 400 asaltos diarios con violencia
sólo 37 viviendas atracadas día a día
un auto robado cada siete minutos
entonces ya no serían sólo 5 niños trocados en limosneros diariamente
1, 250 bandas delictivas
1,066 tianguis ofreciendo vida barata y guante negro
ni sólo 82 bebés anémicos naciendo cada 24 horas.

Mienten los diarios, exageran,
esta ciudad
está en calma,
todavía
no ha pasado nada.


------------------------------------------------------------------
10


Mentono i quotidiani:
Sono soltanto alcuni i delinquenti, gli assassini a Città del Messico.
Mentono quando dicono che la Città risulta “appena vivibile”
che sta diventando un pianeta ingovernabile
che il sangue la riempie al punto di intasare le fogne
che i morti per aggressioni, sequestri, colpi vaganti
non entrano neppure nella memoria più robusta.

Mentono i quotidiani:
ancora non è successo niente,
assolutamente niente.
La Città sarà davvero in crisi
il giorno in cui i 102 mila “bambini di strada” diventeranno rapinatori,
quando l’interminabile legione di mendicanti si dichiarerà assassina
quando le 93 mila puttane senza lavoro compreranno una pistola
quando si ammaleranno di rabbia i 3 milioni di cani randagi.
Quando le carovane di ciechi che cantano e mendicano nella Metropolitana
si metteranno a sparare a caso.
Quando gli zoppi, i paralitici, gli invalidi senza pensione
cominceranno a riprendersi le loro parti strappando gambe, braccia, nasi
ai loro antonimi.

Mentono i quotidiani:
la Città è un paradiso,
quando smetterà di esserlo scoppieranno i suoi 123 cimiteri.

Allora sì:
quando i 4 milioni di poveri in “estrema povertà”
saranno disposti a mangiarsi i gladioli
quando gli 800 mila bambini lavoratori prenderanno di sorpresa
gli accampamenti militari
e li riempiranno di lapis
quando il sole incontrerà le 50 mila tonnellate quotidiane di spazzatura
nelle strade, e farà la Gran Fiamma
quando il milione e mezzo di alcolizzati morirà nell’ultima sbronza
e avremo il fetore, la montagna di miasmi,
allora sì non basteranno il milione e mezzo di linee telefoniche della Città per avvisare del disastro.

Mentono i quotidiani
questa città è la cosa più vicina al Paradiso che si possa vedere.

Ci sono ottomila micro bus insufficienti che potrebbero scagliarsi in questo stesso momento contro i giardini,
tre milioni di pistole che nessuno sa dove sono.

Ah,
allora sì:
quando i 536 mila indigeni che non parlano spagnolo e non sanno cosa mangiare in nessuna lingua
decideranno di assassinare nella loro lingua natale.

Allora sì che la città sarà ingovernabile, cadrà in crisi.
Allora non ci saranno solo 400 aggressioni quotidiane con violenza
solo 37 abitazioni rapinate di giorno in giorno
un’auto rubata ogni sette minuti
allora non ci saranno solo 5 bambini trasformati in mendicanti quotidianamente
1. 250 bande di delinquenti
1,066 mercati che offrono vita economica e guanto nero
né solo 82 bebè anemici nati ogni 24 ore.

Mentono i quotidiani, esagerano,
questa città
è tranquilla
ancora
non è successo niente.

(Traducción de Gordiano Lupi)


------------------------------------------------------------- 
Félix Luis Viera (Santa Clara, Cuba, 1945). Poeta, cuentista y novelista. Ha publicado los poemarios: Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia (Premio David de Poesía de la Uneac*, 1976, Ediciones Unión, Cuba), Prefiero los que cantan (1988, Ediciones Unión, Cuba), Cada día muero 24 horas (1990, Editorial Letras Cubanas), Y me han dolido los cuchillos (1991, Editorial Capiro, Cuba), Poemas de amor y de olvido (1994, Editorial Capiro, Cuba) y La patria es una naranja (Ediciones Iduna, Miami, EE UU, 2010, Ediciones Il Flogio, Italia, 2011); los libros de cuento: Las llamas en el cielo (1983, Ediciones Unión, Cuba), En el nombre del hijo (Premio de la Crítica 1983. Editorial Letras Cubanas. Reedición 1986) y Precio del amor (1990, Editorial Letras Cubanas); las novelas Con tu vestido blanco (Premio Nacional de Novela de la UNEAC 1987 y Premio de la Crítica 1988. Ediciones Unión, Cuba), Serás comunista, pero te quiero (1995, Ediciones Unión, Cuba), Un ciervo herido (Editorial Plaza Mayor, Puerto Rico, 2002, Editorial L´ Ancora del Mediterraneo, Italia, 2005), la noveleta Inglaterra Hernández (Ediciones Universidad Veracruzana, 1997. Reediciones 2003 y 2005) y El corazón del Rey (2010, Editorial Lagares, México). Su libro de cuentos Las llamas en el cielo es considerado un clásico de la literatura de su país. Sus creaciones han sido traducidas a diversos idiomas y forman parte de antologías publicadas en Cuba y en el extranjero. En su país natal recibió varias distinciones por su labor en favor de la cultura. Fue director de la revista Signos, de proyección internacional y dedicada a las tradiciones de la cultura. En México, donde reside desde 1995, ha colaborado en distintos periódicos con artículos de crítica literaria, de contenido cultural en general y de opinión social y política. Asimismo, ha impartido talleres literarios y conferencias, y se ha desempeñado como asesor de variadas publicaciones.

No comments:

Post a Comment