Diez y siete años antes del Grito de Yara ya había comenzado la lucha por la independencia de Cuba en los montes de Camagüey. El patriota culto y rico que fue líder de esta insurrección y que dio su vida por la libertad de Cuba fue Joaquín de Agüero y Agüero. Nació este prócer el 15 de noviembre de 1816 y fueron sus padres Miguel Antonio de Agüero y Luisa Agüero. Su padre era un rico hacendado y provenía de una familia de mucho abolengo.
Joaquín de Agüero estudió primero en Puerto Príncipe y después en la Habana donde obtuvo el título de Bachiller de Leyes. No pudo ejercer como abogado al enfermarse su padre y tener que regresar a Puerto Príncipe para hacerse cargo de las fincas y negocios de la familia.
En su ciudad natal contrajo matrimonio con su prima hermana Ana Josefa Agüero Perdomo. Fue muy feliz en su matrimonio y tuvieron tres hijos. Poco después de contraer matrimonio murieron sus padres. Joaquín de Agüero heredó una gran fortuna y ocho esclavos. Inmediatamente les dio la libertad a los esclavos enemistándose con las autoridades españolas que querían mantener la esclavitud en Cuba.
En 1842 Agüero fundó una escuela gratuita en Guáimaro para niños pobres. La mayoría de estos niños eran hijos de los esclavos que él había liberado. Por este noble gesto la Sociedad Económica de Amigos del País nombró a Agüero socio honorario.
Con un grupo de patriotas camagüeyanos, Agüero fundó y se convirtió en líder de la Sociedad Libertadora de Puerto Príncipe. Los miembros de esta sociedad comenzaron a conspirar contra el gobierno español que oprimía a los cubanos. Adquirieron una imprenta e inundaron de panfletos revolucionarios toda la provincia. Las camagüeyanas apoyaron a sus esposos y familiares y donaron sus ricas joyas de oro y piedras preciosas para recaudar fondos para la revolución.
El 3 de mayo de 1851 el gobernador de Puerto Príncipe Lemery dio la orden de arresto de los 12 principales organizadores de la insurrección. Casi todos fueron hechos prisioneros y enviados presos a España. Joaquín de Agüero decidió alzarse en la manigua y cuando se despidió de su esposa Ana Josefa ésta lo abrazó diciéndole “Ve, cumple con tu deber, y que cuando vuelva a abrazarte seas un hombre libre”.
Con unos 44 hombres Agüero lanzó su grito de independencia en la loma de San Carlos en la finca San Francisco de Jucaral partido de Cascorro. Agüero les habló a sus soldados diciendo “Este es el momento más grande de mi vida y sólo se puede comparar con el día en que di libertad a mis esclavos”. Agüero decidió atacar a Tunas, pero ni él ni sus hombres, tenían experiencia militar. Al atacar a Tunas en la oscuridad de la noche los patriotas, sin reconocerse, pelearon entre sí. Mientras Agüero y sus hombres eran perseguidos por los españoles su esposa Ana Josefa y otras mujeres camagüeyanas preparaban vendas para los heridos y la bandera que debía enarbolar Joaquín de Agüero. A ella se debe la gloria de quizás haber sido la diseñadora de la primera bandera de la estrella solitaria que se hizo en nuestra patria. Ana Josefa, quien siempre apoyó la independencia de Cuba, escribió una carta a su esposo el 30 de junio de 1851. Entre otras cosas decía “Mi bien, mi soldado, me parece que ninguna ofrenda puedo hacerle más grata ni más oportuna que la bandera de nuestra patria, así es con placer indecible la proyecté y la trabajé ayer”.
Un traidor entregó a Agüero y sus soldados a los españoles. Después de su captura fueron torturados mientras los llevaban a Puerto Príncipe y encerrados en el calabozo del cuartel de la Vigía, hoy Hotel Camagüey.
Los prisioneros fueron sometidos a un consejo de guerra y condenados al garrote. La sociedad camagüeyana acudió ante el gobernador a interceder por los prisioneros pero sus súplicas fueron ignoradas.
El verdugo que hacía funcionar el garrote fue envenenado por un camagüeyano y arrojado a la plaza mayor. Entonces los españoles decidieron fusilar a Joaquín de Agüero y a tres de sus compañeros, Tomás Betancourt, Fernando de Zayas y Miguel Benavides. A las seis de la mañana del 12 de agosto de 1851 en la Sabana de Méndez fueron fusilados estos cuatro patriotas camagüeyanos. Fernando de Zayas antes de ser fusilado les gritó a los camagüeyanos que presenciaban la ejecución “Pueblo de Camagüey muero por la libertad de Cuba”.
Toda la ciudad de Camagüey guardó luto. Las principales familias se fueron al campo y las camagüeyanas se cortaron el cabello en señal de protesta. Después circuló una cuarteta que decía:
Aquella camagüeyanaque no se cortase el pelo,no es digna en nuestro suelola miremos como hermana.
Después del fusilamiento de Joaquín de Agüero y los otros tres patriotas sus bienes fueron confiscados por el gobierno de España. Ana Josefa con sus hijos se exilió en Nueva York y allí siguió luchando por la libertad de Cuba. Ana Josefa repetía la frase de su esposo en la víspera de su fusilamiento, “Y ese pueblo ¿Qué hace?” Ana Josefa murió en esa ciudad el 25 de diciembre de 1868 poco después del comienzo de la Guerra de los Diez Años.
El insigne patriota Joaquín de Agüero y Agüero ha sido honrado con una plaza y un obelisco en el lugar donde fue fusilado. Una calle y un colegio en Camagüey llevan su nombre y la República de Cuba creo un sello aéreo de 12 centavos en su honor. Este patriota camagüeyano fue uno de los primeros en entregar su vida por la independencia de Cuba.
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Frank de Varona is an educator, historian, journalist, and
internationally known expert on politics, economics, foreign affairs and
national security issues. He was born in Cuba and, at the age of 17, he
participated on the Bay of Pigs invasion in an effort to eradicate
communism in Cuba. After spending two years in prison, he returned to
the United States, where he earned three college degrees. He is married
and has a daughter and a grandson.
Mr. de Varona had a 36-year career in the Miami-Dade County Public
Schools as a social studies teacher, principal, region superintendent,
and associate superintendent of instruction. He also was an associate
professor of social studies in the College of Education at Florida
International Education for seven years. Currently, he is a part-time
Adult Education Coordinator in the Miami-Dade County Public Schools.
He has written 20 books and many articles in newspapers and magazines. Among his books are Hispanics in U.S. History Volume 1 and Volume 2 (1989), Hispanic Presence in the United States (1993), Latino Literacy: The Complete Guide to Our Hispanic History and Culture (1996) and Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario (2013). Mr. de Varona is the only Hispanic in the nation who has written three books in Spanish about Barack Obama: ¿Obama o McCain? (2008), El verdadero Obama (2010) and ¿Obama o Romney? (2012).
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