Dramaturgia en tres tiempos
Nota aclaratoria a manera de Prólogo
por Rodolfo Martínez Sotomayor
Decir lo que pretendemos con un libro, puede librarnos de ciertos juicios a priori, que la mayoría de las veces suelen ser errados. Por aquello de que “El hablar es cosa destinada a uno mismo”, según dijera Marcel Proust, es mejor escribir nuestro propósito y así, tal vez, se libre uno de las condenas, de las culpas.
Comencemos primero por lo que no es: Por supuesto que tres piezas de teatro no pueden conformar una antología, tampoco un ejemplo de lo más relevante de una ciudad como Miami, una tierra prestada para los artistas cubanos, que como todo objeto que demora en devolverse, va formando parte de nuestras pertenencias.
¿Qué es entonces? Este libro es una breve muestra de tres generaciones de dramaturgos –Matías Montes Huidobro, José Abreu Felippe y Ernesto García–, y de las diferentes circunstancias que han influido en su proceso creativo. Separados por 15 y 20 años de existencia, que nacieron y vivieron en el mismo país, Cuba, y han confluido en la ciudad de Miami.
Los tres poseen una obra de valor y son artistas multifacéticos en su oficio. Matías Montes Huidobro, ha cultivado diferentes géneros como la poesía, la novela, el cuento, la crítica y el ensayo. José Abreu Felippe, además de dramaturgo es poeta, novelista y crítico literario, labor esta última que ha desempeñado durante años para El Nuevo Herald. Ernesto García, además de dramaturgo, es músico, actor, escenógrafo, entre otros talentos relacionados con el montaje de una obra. Montes Huidobro ha publicado todas sus piezas y ha sido representado ampliamente en los primeros años de la revolución cubana y posteriormente en el exilio. Abreu Felippe ha visto casi todas sus piezas publicadas y muy pocas representadas, en versiones libérrimas que han convertido obras de cinco actores en dos. Y alguno, incluso, ha desnudado a un actor que en las acotaciones de Abreu Felippe, permanecía vestido durante toda la pieza. Aclaro en este punto que lo dicho anteriormente no es un juicio crítico, las versiones de sus obras han sido muy bien acogidas por la prensa y por el público. Hablo de una realidad tangible si se compara lo publicado con lo llevado a escena. Las razones de su escasa representación pueden resumirse en dos: En Cuba la falta de libertad y en el exilio de recursos. Claro, no quiere decir esto que el desnudo innecesario sea falta de vestuario, que tan escasos no andamos. Se trata de puntos de vista válidos de cada director.
Ernesto García es el caso opuesto a José Abreu Felippe, por su condición de director junto a su esposa Sandra, de Teatro en Miami Studio, ha tenido la oportunidad de representar sus textos con fidelidad; modificándolos a veces mientras evoluciona el montaje. García ha confesado con cierta saña, que si de él dependiera, tardaría más en hacer llegar el texto a los actores. Por la premura que requiere la preparación de una puesta en esta ciudad y para bien de la salud de Ernesto García, los actores no lo han crucificado y han tenido con puntualidad su libreto. Sin embargo, por esa consideración del teatro como algo vivo y que evoluciona con el tiempo, Ernesto García ha sido reticente a la publicación de sus piezas. Convencido finalmente de que es la palabra escrita la que hace posible que trascienda una obra; sabiendo que esa magia que posee una puesta, al ser efímera, también facilita su olvido; sabiendo que siendo publicada, es la única manera de que pueda leerla un público distante en el tiempo y el espacio de su representación, Ernesto García me ha hecho llegar su pieza inédita Oda a la Tortura. José Abreu Felippe también accedió a enviarme su texto inédito: Árido y Matías Montes Huidobro, una reciente versión de su obra: La sal de los muertos.
Aunque me gusta ese dogma, tan usado y gastado de “intentar lo más difícil”, mi intento con este libro no lo es. Se trata solamente de dar a conocer al lector, tres magníficas piezas teatrales, escritas por cubanos que viven en Miami. Incluir entrevistas y críticas de mi autoría que han salido en publicaciones dispersas sobre estos tres autores, permitiendo analizar el vínculo indisoluble de su vida y su formación, con su obra posterior. Eso pretendo con Tres dramaturgos, tres generaciones. Resumiendo: Hablar de la vida y la obra de tres artistas, de la palabra y de la escena. Así de simple.
“La sal de los muertos” se presenta en escena en Akuara Teatro
(4599 SW 75 AVE, Miami Fl. 33155) en una producción de “Pro Teatro
Cubano”, dirigida por Christian Ocón, los días 10 y 11 de
agosto (informes y reservaciones, 305 640 2422).
Reparto: Christian Ocón, Orquídea Gil, Ivette Kellems, Orestes Graupera, Liset Jiménez y Yoelvis Batista. Asistente de dirección: Carlos Laso. Escenografía y ambientación. Christián Ocón, Maquillaje/Vestuario: Alejandro Galindo. Luces y sonido: Mario García Joya. Con la participación de Lilliana Espeleta, Martha Lizana, Octavio Gallardo. Con el apoyo de Akuara Teatro.
Boletos: $20.00. Descuentos para seniors, grupos de más de seis y estudiantes con ID $15. Informes y reservaciones; 303.640-2422; 786-38-3203; 786-487-8119.
------------------------------------------------
----------------------------------------------------------
Reparto: Christian Ocón, Orquídea Gil, Ivette Kellems, Orestes Graupera, Liset Jiménez y Yoelvis Batista. Asistente de dirección: Carlos Laso. Escenografía y ambientación. Christián Ocón, Maquillaje/Vestuario: Alejandro Galindo. Luces y sonido: Mario García Joya. Con la participación de Lilliana Espeleta, Martha Lizana, Octavio Gallardo. Con el apoyo de Akuara Teatro.
Boletos: $20.00. Descuentos para seniors, grupos de más de seis y estudiantes con ID $15. Informes y reservaciones; 303.640-2422; 786-38-3203; 786-487-8119.
------------------------------------------------
en el blog:
No comments:
Post a Comment