Nota: Cada lunes la poesía de Félix Luis Viera. Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog, en este enlace. Traducción al italiano de Gordiano Lupi.
Del poemario Y me han dolido los cuchillos
Última canción del caminante
Haría falta llegar hasta ti
y me siguieras.
He visto los pececillos de luz ardiendo en tu
vientre
cuando la noche apenas alcanza para el fragor
de mi mano.
Dulce es tu boca, dulce
como un solo compás que llena por completo
el pentagrama.
En el camino perdí el sombrero,
se me cuarteó la piel, también me creció la
ponzoña y también
la perdí; qué recia brega.
En tus ojos vi que quedaba una curva en el
camino,
haría falta llegar hasta ti
y consumirla.
Alguna vez tuve suerte y se me fue en una
baraja marcada,
me quedé sin suerte y sin metal y con una
pizquita de alma
y una amargura tan parecida al resquemor, que
augura espanto.
Tu cuerpo es hermoso y perfecto porque tiene
el justo alcance de mi lengua,
tu cuerpo es como la bujía solitaria en una
pared solitaria
de cierto pueblito solitario,
tu cuerpo es también solitariamente una bujía
y se parece al agua que corre por las tejas.
Cuando pregunto por mí todo desaparece, no
hay mí
ni nadie que responda,
he perdido la Rosa de los Vientos, el sentido de
la quilla,
las aves de la costa.
Haría falta que las aves volaran y piaran
anunciando un costa que es la tuya.
Desde un balcón te miro pasar desnuda en una
carroza de girasoles
en la que vas sola y mis manos son el único
aplauso
y el mundo está solo y sigue solo.
Hay un silencio como de pájaro que está
naciendo
cuando abrevo en tu piel,
cuando en ella me lavo los ojos y las rajaduras
del cansancio
y sé que debajo hay una campana que es mía
y que no es,
que se va y se empequeñece tocando a rebato
en una breve
nube que está naciendo allá en lo alto
y que se va.
El jugo de tu entraña tiene un sabor agridulce,
un sabor
a despedida que llega, a bienvenida que parte.
He de lamerte y te lamo como a un sueño cierto
del que me alejo,
me alejan.
Tus senos son la alcancía donde ya no hay nada
que depositar,
o quizás algo: la moneda que se diluye entre los
dedos,
tus senos son la sincronía que el pincel no puede
componer
y también la dinamita que sólo mi boca rectifica.
El vaivén de tu figura es la hoja que el viento
mueve después
de hacerse humano y sabio y lascivo
y por eso las perforaciones que me quedan
luego del Encuentro.
Cuando te penetro sé que hay un cometa que
se va,
y un cometa que nace y que yo nunca veré.
La levadura que me depositas es de un pan que
se cocerá a destiempo.
Mas ya sin suerte, sin sombrero,
sin metal, sin costa ni quilla ni Rosa de los Vientos
haría falta llegar hasta ti
y me siguieras,
haría falta hacer del ahora todo el tiempo,
el minuto eterno que ni el tiempo podría detener.
Mayo 1990
Ultima canzone del viandante
Avrei bisogno di arrivare da te
e che tu mi seguissi.
Ho visto i pesciolini bruciare di luce nel tuo
ventre
quando la notte basta appena per il fragore
della mia mano.
Dolce è la tua bocca, dolce
come un solo ritmo che riempie totalmente
il pentagramma.
Lungo il cammino persi il cappello,
mi si screpolò la pelle, produssi persino del
veleno ma poi
lo persi; che dura fatica.
Nei tuoi occhi vidi che restava una curva nel
cammino,
avrei bisogno di arrivare da te
e consumarla.
Qualche volta ebbi fortuna e la persi in un
mazzo di carte segnato,
restai senza fortuna, senza denaro, con un
pizzico d’anima
e un’amarezza così vicina all’angoscia, da
provocare spavento.
Il tuo corpo è bello e perfetto perché
è proprio alla portata della mia lingua,
il tuo corpo è come la candela solitaria in una
parete solitaria
di un certo paesino solitario,
il tuo corpo è anche solitariamente una candela
e ricorda l’acqua che scorre sulle tegole.
Quando chiedo di me tutto scompare, non
ci sono io
né altri che risponda,
ho perso la Rosa dei Venti, il senso
della chiglia,
gli uccelli della costa.
Avrei bisogno che gli uccelli volassero e cantassero
per annunciare una costa che è la tua.
Da un balcone ti guardo passare nuda in una
carrozza di girasoli
nella quale vai da sola e le mie mani sono l’unico
applauso
e il mondo sta solo e prosegue solo.
C’è un silenzio come se un uccello stesse
per nascere
quando mi abbevero nella tua pelle,
quando in lei mi lavo gli occhi e le screpolature
della fatica
e so che sotto c’è una campana che è mia
e che non è,
che fugge via e rimpiccolisce dando l’allarme
in una piccola
nube che sta nascendo là in alto
e che fugge via.
Il succo delle tue viscere ha un sapore agrodolce,
un sapore
di congedo che arriva, di benvenuto che parte.
Devo baciarti e ti bacio come un sogno certo
dal quale mi allontano,
mi allontanano.
I tuoi seni sono il salvadanaio dove non c’è più niente
da depositare,
o forse qualcosa: la moneta che si scioglie tra le
dita,
i tuoi seni sono la sincronia che il pennello non può
comporre
e anche la dinamite che soltanto la mia bocca disinnesca.
L’andatura della tua figura è la foglia che il vento
muove dopo
essersi fatto umano, saggio e lascivo
ed è questo il motivo delle perforazioni che mi restano
dopo l’Incontro.
Quando ti penetro so che una cometa
fugge via,
e una cometa nasce ma io non la vedrò mai.
Il lievito che mi affidi è di un pane che
si cuocerà fuori del tempo.
Ma ormai senza fortuna, senza cappello,
senza denaro, senza costa né chiglia né Rosa dei Venti
avrei bisogno di arrivare da te
e che tu mi seguissi,
avrei bisogno di trasformare questo istante in tutto il tempo,
il minuto eterno che neppure il tempo potrebbe trattenere.
Maggio 1990
-------------------------
Félix Luis Viera (El Condado, Santa Clara, Cuba, 19 de agosto de 1945), poeta, cuentista y novelista, es autor de una copiosa obra en los tres géneros.
En su país natal le fue otorgado el Premio David de Poesía, en 1976, por Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia; el Premio de Novela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, distinción que, en 1983, le fuera concedida a su libro de cuentos En el nombre del hijo.
En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, auspiciado por varias instituciones culturales cubanas en el exilio.
Su libro de cuentos Las llamas en el cielo retoma la narrativa fantástica en su país; sus novelas Con tu vestido blanco y El corazón del rey abordan la marginalidad; la primera en la época prerrevolucionaria, la segunda en los inicios de la instauración del comunismo en Cuba.
Su novela Un ciervo herido —con varias ediciones— tiene como tema central la vida en un campamento de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros.
En 2010 publicó el poemario La patria es una naranja, escrito durante su exilio en México —donde vivió durante 20 años, de 1995 a 2015— y que, como otros de sus libros, ha sido objeto de varias reediciones y de una crítica favorable.
Una antología de su poesía apareció en 2019 con el título Sin ton ni son.
Es ciudadano mexicano por naturalización. En la actualidad reside en Miami.
-----------------------
Gordiano Lupi, periodista, escritor y traductor, nació en Piombino, Italia, en 1960. Fundador, en 1999, junto con Maurizio y Andrea Maggioni Panerini de la editorial La Gaceta Literaria, ha traducido del español a varios autores cubanos, como Alejandro Torreguitart Ruiz, Guillermo Cabrera Infante, Félix Luis Viera y Virgilio Piñera, entre otros. Cuenta en su haber con un amplio trabajo sobre figuras del cine, entre ellas Federico Fellini, Joe D´Amato y Enzo G. Castellari. Ha publicado más de una decena de libros que abarcan diversos géneros, como Nero tropicale, Cuba magica, Orrore, ertorismo e ponorgrafia secondo Joe d´Aamto y Fidel Castro – biografia non autorizzata.
Gordiano Lupi es un luchador por la democracia para Cuba y un promotor de las artes y la cultura de la Isla.
No comments:
Post a Comment