Hoy quiero evocar uno de los momentos o, mejor, etapa de mi ya lejana juventud. Tuve la suerte de estudiar en la ya cincuentenaria Escuela Nacional de Teatro, de la que me gradué en 1970. La ENA —tal familiarmente aún la llamamos, quienes allí estudiamos, cuando “éramos tan jóvenes”— que pertenecía (como las Escuelas de Danza, Ballet, Artes Plásticas…) a la Escuela Nacional de Arte.
Los estudiantes de aquel histórico curso (para sólo hablar de teatro, pues de allí egresó, asimismo, no sólo la denominada por la crítica de arte: “Generación de la Esperanza Cierta”: un nutrido grupo de valiosos artistas plásticos, entre ellos: Tomás Sánchez (XIX Premio Internacional de Dibujo “Joan Miro”), Flora Fong, Julia Valdés, Belkis Ayón, Zaida del Río, Ernesto García Peña, Luis Miguel Valdés, José Villa y Nelson Domínguez (Premios Nacionales de Artes Plásticas), Flavio Garciandía, René Negrín, Gilberto Frómeta, Enrique Angulo…, sino también significativos bailarines, danzarines, músicos…, pudimos corroborar entonces y ahora, ya pasadas más de cinco décadas, que de ese centro de estudios, único en su tiempo en Latinoamérica, surgiría en esos dos primeros decenios, no poco de lo más granado del arte cubano.
Pero abundando en las artes escénicas de la ENA, diré que, al poco tiempo de graduados, pasamos a integrar lo que, a falta de otro nombre, denominamos el “Grupo de la Escuela Nacional de Arte Dramático”. Entre otros, recuerdo que aquel juvenil y entusiasta tándem lo conformábamos.
Allí, entre otros, estudiábamos: la destacada y ya fallecida actriz Adria Santana, la actriz, luego devenida Dra. en Ciencias Teatrales Yana Elsa Brugal, el actor, artista plástico y cantante (o performer, como él prefiere) Othón Blanco, la valiosa actriz del Teatro Musical de La Habana y de cine Luisa Pérez Nieto y muy querida amiga (residente en Tampa, Miami), el destacado intérprete José Raúl Cruz (quien vive en México), el muy talentoso actor Pablo Aguabella (ciudadano costarricense) y otros cuyos nombres escapan de la memoria, porque abandonaron el teatro o, como Luisa, José Raúl, Pablo y yo, tomamos el camino del exilio.
Mas, regreso atrás: Yo abandoné el Grupo de la Escuela Nacional de Arte Dramático y, al poco tiempo, comencé a laborar, primero en la Dirección Nacional de Artes Escénicas, si bien luego regresé a la ENA, esta ocasión para laborar directamente con el entonces director del centro: el brillante actor, profesor de varias generaciones de hoy destacados intérpretes y ya fallecido Raúl Eguren (a quien solo poco tiempo atrás —tal suele acontecer en Cuba: siempre demasiado tarde— le otorgaron el Premio Nacional de la Enseñanza Artística, pero nunca le entregaron el Premio Nacional de Teatro, que tanto merecía como actor y profesor de varias generaciones de actores que lo siguen venerando, como los residentes en Miami: Lili y Mauricio Rentería, Mabel Roch, Beatriz Valdés, Jorge Félix Alí, Flora Pérez y Gilberto Reyes), quienes igualmente fueron alumnos de quien escribe la crónica de este martes.
EN LAS ARENAS DE ARENAL
En ese contexto, pero ya en 1970, tuve la suerte de conocer al valioso creador literario y escénico que siempre fue Humberto Arenal. Sí, desde el mismo momento que fui presentado al entonces director teatral, me cautivó su sencillez, casi humildad, de Humberto Arenal, quien, pocos años atrás había regresado de Norteamérica, donde laborara como traductor, periodista y dramaturgo. Justamente, al llegar a Cuba, publicó la que es considerada la primera novela publicada en 1959: El sol a plomo, que sólo meses atrás había dado a conocer, en su primera edición mexicana.
Desde en ese momento, se inició una relación de genuina amistad que me llevó a conocer más su creación, como las piezas que presentaba en los escenarios capitalinos. De tal suerte, sólo poco tiempo después, publicaba, en la ya clásica Colección Cocuyo del antiguo Instituto Cubano del Libro, su segunda novela, de indudable valía por su corte un tanto fantástico: Los animales sagrados.
Luego seguirían apareciendo otros títulos de cuento, teatro, periodismo cultural e, incluso, poesía. Así, tenemos que Humberto Arenal (merecedor poco antes de fallecer de uno de los Premios Nacionales de Literatura), publicaría la que tanto él, como yo y otros críticos, consideramos su mejor novela: Occitania.
Al respecto, el 20 de septiembre de 2007, a propósito del Premio Nacional de Literatura, ya durante la entrega del destacado lauro, confesaría este apreciado colegamigo y entonces también vecino:
-Tengo muchos libros publicados (casi todos en Cuba después de 1959) y unos pocos más terminados y por publicar. También algunos han sido traducidos a lenguas extranjeras. Pero como soy un tozudo optimista, sigo trabajando hasta que mis fuerzas me lo permitan. Acabo de terminar una larga novela que espero el próximo año ustedes podrán leer y juzgar. Y al final me someteré humildemente a la gran prueba del tiempo, y la calidad de mi propia labor de escritor. Mis lectores serán mis jueces y siempre estaré dispuesto a aceptar, o no, su veredicto.
Y poco tiempo atrás, me añadía el escritor y dramaturgo:
-Ya por fin, salió publicada mi más reciente y extensa e intensa novela de 400 páginas en la que laboraría durante varios. ¿Su título? Occitania Apareció bajo el sello de Letras Cubanas, en su Colección Premio Nacional de Literatura. Como sabes, es semihistórica y personal. Comienza en Suiza a principios del siglo XIX, continua en Carolina del Sur y, finalmente, la parte mayor va de 1823 a 1869 entre Matanzas y La Habana.En lo personal es la historia en parte de mis ancestros paternos: mi tatarabuelo suizo y sus padres, mi bisabuela cubana y su marido un asturiano, y sus hijos […] Es una novela muy pensada por mí durante años y me he sentido muy bien escribiéndola. Pienso, y no es pura inmodestia (bueno, tú me conoces muy bien hace años, Waldo), que es mi mejor novela. Los lectores pueden adquirirla
Mas otros libros publicaría el destacado escritor, como el libro de cuentos La vuelta en redondo (1962), la novela ¿Quién mató a Iván Ivanovich? (1995) y la pieza El caballero Charles (1983).
Pero hay más, pues otros libros de teatro aparecerían, lo que evidenciaba su inapagable pasión por la escena (Arenal no sólo cursó estudios de dirección de cine y de guión en el Instituto de Cine de Nueva York; también, entre 1959 y 1960, durante la etapa fundacional del ICAIC, dirigió tres documentales: Construcciones rurales, Chinchín y El tabaco. Con posterioridad, abandona el cine para consagrarse al teatro (dirigió en La Habana el Teatro Lírico “Gonzalo Roig”) y a su prolífica obra literaria.
Así, aunque de talante troppo lento, tal en broma yo le decía con un término musical, por su carácter un tanto ceremonioso, Humberto, no cejaba en su exitoso empeño escriturario. Por ello, me confesaría también entonces: “Waldo, como también sabes, la Editorial Unión publicó, poco tiempo atrás, un tomo mío con seis breves biografías basadas en dramaturgos famosos; Seis dramaturgos ejemplares, y el propósito es iniciar a los lectores jóvenes en la vida de Molière, Chéjov, Valle Inclán, la Avellaneda, O´Neill y Piñera. Me parece un libro útil para principiantes.
Pero te añado asimismo, que la Editorial Unicornio de Provincia Habana publicó no hace mucho tiempo un tomo con cuatro obras mías de teatro inéditas. Esto me entusiasma mucho, pues las tenía escritas y engavetadas desde hace años y ahora se me presenta la oportunidad de publicarlas y que los directores las monten.
Y tal como esperaba el dramaturgo, una de esas piezas, incluida en aquel volumen de obras para la escena, sería llevada a la Sala Llauradó, por el actor teatral y de TV y también director Julio César Ramírez, guía del colectivo Teatro De Dos.
Sí, Lala y Lisa se confiesan que, en certero montaje para el grupo Okantomí (dirigido por el imprescindible titiritero Pedro Valdés Piña), sería interpretada con plena organicidad por dos vigorosas actrices de experiencia muy cercanas a mí, por su vínculo con la ENA y, por supuesto, conmigo: mi ex condiscípula Sara Miyares (Lila, Marquesa de Mayoral) y mi ex alumna Ana Rojas (Lala), quienes regalaron al público sendas actuaciones en las que corroboraron su alta valía.
Sara Miyares (Lala) nos obsequió su personaje que corroboraba su posesión de necesarias características (o virtudes), como el donaire, el empaque y la praxis de sus más de tres décadas de útil laboreo en la profesión.
Ana Rojas (Lila) no menos dotada de su habitual simpatía y carisma, como de esa profunda veta humana que suele adoptar y adaptar a todas las criaturas que asume, en la TV (algunos recordarán la madre de Pedro, en la muy exitosa y telenovela “Aquí estamos”), como en el teatro para niños o para adultos.
«CUBANO, DEMASIADO CUBANO»
Parafraseando al filósofo Nietzsche en su clásico volumen Humano, demasiado humano (por cierto, subtitulado: "Un libro dedicado a los espíritus libres”), Humberto Arenal, quien había nacido en La Habana de 1926, vendría a morir en su amada ciudad (que llevaría a varios de sus libros) el jueves 26 de enero de 2012, a los 85 años.
Entre sus numerosas creaciones, están los diálogos del primer largometraje de Tomás Gutiérrez Alea, Historias de la Revolución (1960). Como algunas de las mejores crónicas del semanario Lunes de Revolución, dirigido por su amigo Guillermo Cabrera Infante, al que —según me confesara en La Habana del 2004— visitaría en Londres pocos años antes de fallecer en un hospital londinense el gran autor de Tres tristes tigres y otros antológicos libros, que marcaron y marcan la pauta en las letras cubanas. En Lunes, igualmente colaboró Severo Sarduy, entre otros que partieron para siempre al recurrente exilio miamense que ahora padecen los venezolanos, bajo la bota del imbécil y sangriento InMaduro.
En aquellos ’60 —cuando se confesaría homosexual el gran director teatral Vicente Revuelta, con las prontas consecuencias sufridas por su “osadía”—, Humberto no renunció a este ni a ninguno de sus otros amigos teatristas y escritores, ni siquiera a los igualmente homosexuales Virgilio Piñera (del que dirigiera, en 1962, su clásico Aire frío) y Calvert Casey; y, aunque la Revolución le pagó su “insolencia” impidiéndole publicar durante años, se mantuvo en la Isla, tal recordaran Alejandro Hernández (guionista y escritor) y Manuel Martín Cuenca (director de cine), en su artículo “Humberto Arenal, un intelectual de palabra”, publicado en diario hispano El País el dos de enero de 2012.
Los intelectuales hispanos, recordaron además que “encontró refugio en el teatro y en las aulas del Instituto Superior de Arte, donde enseñó a generaciones enteras de actores y dramaturgos. En la soledad de su casa no dejó de escribir ni un solo día: novelas, cuentos, críticas de cine, de teatro. Cuando le permitieron volver a publicar, no pidió explicaciones”.
Y por fin, concluyen con sumo acierto:
Seguramente Humberto Arenal mereció mucho más, pero nos consta que antes de morir, y mientras se lo permitió su enfermedad, gozaba de una tranquilidad de conciencia que solo pueden permitirse los que no le deben nada a nadie, los que nunca hicieron concesiones. Y eso en un país de revoluciones, traiciones y excesos lo convierte en alguien extraño, un personaje casi de cine antiguo, un hombre en el que puedes confiar. Un intelectual íntegro.
Así era, fue y será el dramaturgo, narrador, poeta y periodista cultural Humberto Arenal en el recuerdo de sus genuinos amigos, como este cronista-poeta que lo evoca con “salvaje nostalgia”.
INICIOS DE LA VUELTA EN REDONDO
En 1948 marchó a Estados Unidos con una beca para perfeccionar ese idioma. Allí estudió fonética, idioma inglés y literatura norteamericana. Posteriormente periodismo. Cursó artes dramáticas en la New York University. Estudió actuación con la actriz Stella Adler, y dirección con el director José Quintero. Cursó estudios cinematográficos en el Film Institute con el director Hans Richter. Dirigió obras de teatro en inglés y español con grupos off-Broadway, en Nueva York. Entre las obras dirigidas por él se cuenta el estreno de Las armas son de hierro del poeta y narrador Pablo Armando Fernández; La soprano calva de Eugene Ionesco, el clásico monlogo La voz humana de Jean Cocteau. Fue redactor de El Diario de Nueva York, un importante diario en lengua española, y de la revista Visión de circulación mundial. Fue corresponsal en los Estados Unidos de la revista española Objetivo dedicada al cine mundial.
En 1959 regresa a Cuba y trabaja en el ICAIC (Instituto del Arte y la Industria Cinematográfica) como coguionista del primer largometraje de Tomás Gutiérrez Alea: Historias de la Revolución; y fue director y guionista de cuatro documentales. Posteriormente trabajó en la televisión como director artístico del programa Escenario Cuatro, y escritor y director de otros programas. Fue profesor fundador de artes dramáticas en la Escuela Nacional de Instructores de Arte entre 1961 y 1963.
Poco tiempo después fue contratado por el Consejo Nacional de Cultura y posteriormente por el Ministerio de Cultura como director artístico, escritor y maestro desde 1963 hasta 1990. En total ha dirigido más de 50 obras teatrales de todos los géneros: drama, comedia, farsa, comedias musicales, óperas y zarzuelas. Entre ellas destacan: Aire frío, Jesús y El Filántropo, de Virgilio Piñera; El travieso Jimmy y El chino, de Carlos Felipe; El fantasmón de Aravaca, de Joaquín Lorenzo Luaces; La madre, de Bertolt Brecht; Todos eran mis hijos y Panorama desde el puente, de Arthur Miller; La malquerida, de Jacinto Benavente; las zarzuelas El cafetal de Ernesto Lecuona, y Cecilia Valdés de Gonzalo Roig; así como obras de Sartre, Camus, Ionesco; también comedias musicales como Irma la dulce, Los novios (The boyfriends), La pérgola de las flores, y otras; las óperas Los días llenos, de Natalio Galán, y Bastian y Bastiana de Mozart. Fue director de diversos grupos teatrales, entre los que sobresalen el Teatro Musical de La Habana, el Conjunto Dramático de Matanzas; y de la Comedia Lírica «Gonzalo Roig», donde desarrolló una meritoria labor artística y docente. Fue profesor de artes dramáticas en el Instituto Superior de Arte entre los años 1986 y 1989. Ejerció la crítica de cine y teatro en diversas publicaciones nacionales y extranjeras en distintas oportunidades. Fue colaborador de las revistas Casa de las Américas, Lunes de Revolución, Unión, Santiago, La Gaceta de Cuba, Cine Cubano, Revolución y Cultura y otras publicaciones nacionales y extranjeras.
Fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), y de su Consejo Nacional, integró la Asociación de Escritores, y a la Asociación de Artistas Escénicos (UNEAC). Ocupó los cargos de vicepresidente y presidente de la Asociación de Artistas Escénicos de la UNEAC. Miembro de la Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE), fue jurado en cuatro ocasiones de los premios literarios Casa de las Américas; y en múltiples concursos literarios de la UNEAC; en el Instituto Cubano del Libro (donde sobresale el Premio Literario “Alejo Carpentier”); en la revista Revolución y Cultura y en otras instituciones culturales como del Premio del Gran Teatro de La Habana en tres oportunidades.
Viajó frecuentemente por América y Europa brindando conferencias literarias y de técnica teatral en diversas ciudades de México, Estados Unidos, Puerto Rico, Nicaragua, España, Alemania, Unión Soviética, Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Gran Bretaña, Austria, Polonia, Hungría y Bulgaria. Asistió en tres ocasiones al Festival de Teatro de Cádiz, como invitado especial, y a la celebración del centenario del nacimiento de Bertolt Brecht, organizado por el Instituto del Teatro y la Universidad de Barcelona, donde brindó tres conferencias.
En 1997 viajó a Estados Unidos donde presentó conferencias en Washington y Nueva York, como a Bogotá, Colombia, en abril del 2005, por invitación del Centro Cultural “Andrés Bello” para impartir dos conferencias: “Cómo me hice escritor” y “Mi participación en el cine”. En octubre de 2006 presidió el jurado de teatro del Premio Literario “Ricardo Miró” en la ciudad de Panamá.
El 20 de septiembre de 2006 el Instituto Cubano del Libro le dedicó la distinción “El autor y su obra” en el Salón de los Espejos del Palacio del Segundo Cabo. Fue nominado en varias ocasiones al Premio de la Crítica Literaria, y al Premio Nacional de Literatura, el que finalmente obtuvo en 2007. Su obra cuentística y novelística ha sido traducida y publicada en diversos idiomas: inglés, francés, italiano, alemán, húngaro, ruso, ucraniano y búlgaro. En los últimos años, laboró en el cine, escribiendo conjuntamente con el
cineasta Enrique Pineda Barnet, un guión cinematográfico basado en la
obra de teatro Aire frío, de Virgilio Piñera. Y realizó, en colaboración con el actor y director teatral Carlos Padrón, el guión cinematográfico Puro teatro, inspirado en la vida de la famosa cantante cubana La Lupe.
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WALDO GONZÁLEZ LÓPEZ (Puerto Padre, Las Tunas, Cuba. 1946) Poeta cubano,
ensayista, crítico literario y teatral, antólogo y periodista cultural.
Graduado de Teatro en la Escuela Nacional de Arte (1971) y Licenciado
en Literatura Hispanoamericana, Universidad de La Habana (1979).
Hasta el 2011, cuando abandonó la Isla para venir a residir a Miami,
integró la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en sus
Asociaciones de Poesía, Literatura para Niños y Teatro.
Laboró en la Escuela Nacional de Arte (donde impartió clases de Historia
de la Literatura para Niños y Jóvenes, en la Cátedra de Teatro para
niños fundada por él y la actriz y directora escénica María Elena
Espinosa, y de Historia del Teatro Universal y del Teatro Cubano,
también creó el Archivo de Dramaturgia).
Recibió importantes distinciones por su quehacer como escritor y
periodista. Colaboró con publicaciones cubanas y extranjeras con
ensayos, artículos, crónicas y poemas. Sus versos han sido traducidos al
inglés y francés y publicados en revistas de EUA y Francia, así como ha
publicado poemarios en México y Colombia, y un volumen de ensayos sobre
lectura y literatura en Ecuador.
SÍNTESIS BIOGRÁFICA:
Estudia el preuniversitario en la ciudad de Holguín y lo abandona para
trasladarse a la capital, donde primero cursa el idioma francés, luego
estudia Teatro en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y, más tarde, la
carrera de Literatura Hispanoamericana, en la Universidad de La Habana,
de las que se graduó, respectivamente, en 1969 y 1979.
Integró el Centro Cubano de la Asociación Internacional de Teatristas
para la Infancia (ASSITEJ, auspiciada por la UNESCO); las Asociaciones
de Artistas Escénicos y de Escritores de la UNEAC (Secciones de Poesía,
Traducción Literaria y Literatura para Niños y Jóvenes). Fue Asesor del
Teatro Nacional de Cuba.
En la Isla, publicó una quincena de poemarios, un volumen de ensayo, dos
de crítica literaria y otro de crónicas, así como diversas antologías
de poesía y poesía para niños, décima y décima para niños, cuento y
teatro.
Ha traducido del francés, entre otros, a los importantes poetas Jacques
Prévert, Marie de France, Molière y Joachim du Bellay. En 1994 apareció
su antología París at night, del poeta francés Jacques Prévert
(con selección y traducción suyos) Asimismo, en 1994 le solicitaron
versiones de textos de importantes poetas de Polonia, luego incluidas en
la antología Poesía polaca (Editorial Arte y Literatura, 1994).
Tradujo y dio a conocer en Cuba a la importante poeta contemporánea
canadiense Denise Boucher, ex Presidenta de los Escritores de Québec, de
quien vertió al español varios textos, publicados en un número especial
de la revista Casa de las Américas.
Ensayos suyos fueron incluidos en varias antologías como: Nuevos críticos cubanos, Acerca de Manuel Cofiño y Valoración múltiple: Onelio Jorge Cardoso.
Su labor como poeta, ensayista, crítico y antólogo ha sido reconocida
entre otros, por las pedagogas y antólogas puertorriqueñas Flor Piñeiro e
Isabel Freire de Matos en su Literatura Infantil Caribeña; el profesor y ensayista jamaicano Keith Ellis, residente en Canadá, en su estudio Cuba’s Nicolás Guillén: Poetry and Ideology, y el antólogo y ensayista español Antonio Merino en su Nueva poesía cubana.
En el ámbito nacional, diversos ensayistas y críticos de prestigio se
han ocupado de sus múltiples libros. Así, el ensayista, poeta y narrador
Antonio Gutiérrez Rodríguez, quien en su volumen Estudios sobre la
décima, incluye un estudio sobre sus espinelas.
En Cuba, fue jurado consuetudinario en eventos literarios, teatrales y
de periodismo cultural, y participó en Congresos de la UNEAC, foros y
otros encuentros con especialistas nacionales y de otros países.
Desde 1990 hasta 2001, fue periodista cultural de la revista Bohemia. Antes laboró en otras como Mujeres y Muchacha, de la que fue uno de sus fundadores en 1980.
INTERÉS POR LA POESÍA:
Un buen día de su adolescencia y, sin las muchas lecturas que vinieron después, tras leer El reino de este mundo,
de Alejo Carpentier, su novela que más le sigue gustando, escribió su
primer poemario (inédito) “A ras del tiempo”, a partir de hechos de
realismo mágico y de lo real maravilloso, acontecidos en nuestra América
fabulosa. Tal fue su iniciación seria con la poesía.
RECONOCIMIENTOS:
Diploma al Resultado Científico por su Colaboración a la nueva Historia de la Literatura Cubana, en tres volúmenes, otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
El Laúd y la Medalla del Cucalambé, impuestas por el Poder Popular provincial de Las Tunas.
El Diploma por la Labor Realizada en Apoyo a la Décima, concedida por la Universidad “Camilo Cienfuegos”, de Matanzas.
Reconocimiento por su labor Escritor y Crítico Literario otorgado por la Presidencia del Instituto Cubano del Libro.
Medalla “Raúl Gómez García”.
Primera Mención, Concurso “Plural” (México, 1990) a su poemario Salvaje nostalgia.
Premio "13 de Marzo" 1976, Universidad de La Habana, a su poemario para niños “Poemas y canciones”, publicado en 1977.
Premio “La Edad de Oro” de Canción para Niños.
Primera Mención Concurso “La Edad de Oro” a su poemario Poemas y canciones.
BIBLIOGRAFIA ACTIVA
SELECCIÓN DE SUS POEMARIOS:
Salvaje nostalgia (Mención Concurso “Plural”, México, 1991; publicado en Cuba ese año).Casablanca (Colombia, 1995). Las palabras prohibidas (antología de su poesía, entre 1983 y 1995; Cuba, 1997). Ferocidad del destino (2010). Espinelas con espinas (décimas, 1981).Que arde al centro de la vida (décimas, 1983), Estos malditos versos (décimas, México, 1999; Cuba, 2001.
CRITICA LITERARIA:
Escribir para niños y jóvenes (1983). La décima dice más (2004). La décima, ¿sí o no? (2006).
CRONICAS:
Niebla en la memoria (1990).
POEMARIOS PARA NIŇOS:
Poemas y canciones (1977). Donde cantan los niños (1983). Jinetes del viento (1989). Libro de Darío Damián (décimas, 1995).Voces de la querencia (2004).
ANTOLOGIAS DE TEATRO:
La soledad del actor de fondo (primera antología del monólogo teatral cubano), 1999. Teatro cubano de fin de siglo (cinco piezas en un acto, 2001).
OTROS LIBROS.
Entre el 2001 y el 2011 publicó, además:
Viajera intacta del sueño. Antología de la décima cubana (2001). Añorado encuentro. Poemas cubanos sobre boleros y canciones (2001). Este amor en que me abraso. Décimas de José Martí (2003). De tu reino la ventura. Décimas a las madres (2003). Que caí bajo la noche. Panorama de la décima erótica cubana (2004). La lectura, ese resplandor (antología de textos sobre literatura y lectura, (Ecuador, 2009). Esta cárcel de aire puro. Panorama de la décima cubana en el siglo XX (en coautoría con Mayra Hernández Menéndez; Editora Abril, en 2 volúmenes: 2009 y 2010).
LIBROS ÍNÉDITOS:
Libro de Rodrigo Damián (poesía para niños).
EN MIAMI:
Desde su arribo a Miami en julio de 2011, ha tenido una amplia
participación en la vida cultural y en numerosos eventos, como los
siguientes:
2011
-El teatrista y creador de la web teatroenmiami.com Ernesto García lo invita a colaborar con esta página (premiada por Google) y le ofrece una columna.
-Integra el jurado de la primera edición del Festival de Teatro de
Pequeño Formato, de la Compañía ArtSpoken, dirigida por Yoshvani Medina.
-Conforma el equipo de colaboradores del anual Festival del Monólogo
Latinoamericano, de la Compañía Havanafama, dirigida por Juan Roca.
-Es invitado a colaborar con la revista digital Palabra Abierta, por su
fundador: el narrador, poeta y ensayista cubano Manuel Gayol Mecías.
2012
-Merece el Tercer Premio de Poesía del X Concurso Internacional “Lincoln-Martí”.
-Invitado por el destacado teatrista Matías Montes Huidobro, lee su
ponencia «Nostalgia y crítica en la dramaturgia de Cristina Rebull», en
el Congreso Internacional «Celebrando a Virgilio Piñera», celebrado del
12 al 15 de enero en la Universidad de Miami.
-Es invitado a colaborar en el blog Gaspar. El Lugareño, por su creador Joaquín Estrada Montalván.
2013
-Invitado por la Presidencia del Gremio Artístico Latinoamericano. GALA
(integrada por la teatrista boricua Maddy Rivera y el escritor
cubanoamericano Antonio Armenteros) integra la nueva agrupación.
-A petición de la Presidencia de GALA, funge como Jurado del Concurso Internacional de Poesía «Facundo Cabrales».
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