Luego, con el paso del tiempo, la cosa se organizaría de otro modo más civilizado, con paseos de volantas y quitrines donde las más bellas principeñas, y quizás las menos agraciadas pero con suficiente peculio también, mostraban sus mejores galas en aquel ya casi mítico recorrido que este año vuelve a ser realidad, al menos en el tramo iniciático que terminaba en la antigua Plaza de San Francisco.
Hurgando en los datos históricos que no mienten nunca, sabemos que ya para el 22 de junio 1751 quedaban totalmente prohibidos en todas la jurisdicciones de la Isla por orden del Gobernador Caxigal:
Que las noches de San Juan, San Pedro y Santiago no se corran caballos por las calles ni se armen patrullas. Ni se hagan fogatas en las calles(1).
Con lo que es fácil barruntar que los ya anteriormente paseos, antecesores de los nuestros de este hic et nunc gozaban ya en ese minuto de suficiente espacio a lo largo de la ya citada calle de San Juan.
El detalle que si el de aquel año fue el iniciático de aquella costumbre o no, queda pues como tarea pendiente para investigadores más avezados en tales asuntos, que este humilde escribidor de antiguas y modernas crónicas locales.
Para este minuto, es bienvenida la idea de que la añeja calle de San Juan o de las carreras, vuelva a acoger el recorrido del “paseo”, animoso convite de nuevas generaciones de sanjuaneros, parte del jolgorio de estas fiestas ancestrales de congas, comparsas y carrozas.
-------------------------------------------
1. Archivo Nacional de Cuba. Consejo de Indias. Legajo 21.467. Citado por Levi Marrero en su imprescindible: Cuba: economía y sociedad. Tomo 8. p. 226.
No comments:
Post a Comment