El sábado pasado pude disfrutar un Robin Hood muy distinto a todos los que había visto hasta entonces. El estupendo filme del talentoso Ridley Scott, además de su calidad y diferente historia (que asume el supuesto antecedente del recordado justiciero), me trajo a un actor preferido desde mis ya muy lejanos afanes juveniles por dedicarme al cine. Ciertamente, lo mejor de todo es que esa tarde volví a disfrutar del arte incomparable de Max von Sydow.
Recordé y evoqué con Mayra cuando lo descubrí en varios filmes de uno de mis directores preferidos: el inmortal sueco Ingmar Bergman, quien integra la que denomino “Mi Pentarquía”, junto al hispano Luis Buñuel, los italianos Federico Fellini y Luchino Visconti y el polaco Andrzej Wajda.
Sin duda, en La Habana de los dorados ’60, cuando creíamos vivir uno de los hermosos filmes que visionábamos en la entonces flamante Cinemateca (23 e/e 10 y 12, El Vedado), junto a otros condiscípulos que estudiábamos en la Escuela Nacional de Teatro, una de las 5 integrantes de la también entonces radiante Escuela Nacional de Arte, y disfrutábamos aquella definitoria experiencia sobre la que he escrito otras crónicas en esta columna de los martes.
Allí vivíamos el cotidiano descubrimiento de arte, porque nos sentíamos en la nube creacional, donde ni siquiera intuíamos lo que casi enseguida vendría.
Bien, pues en esos años se estrenaría La fuente de la virgen, insólita cinta que nos revelara a los amantes de la pantalla grande, no solo una cinematografía inédita hasta entonces en la Isla, sino un genial realizador y un no menos genial intérprete, dotado de una recia personalidad y un peculiar carisma, por los que —como un Rey Midas del celuloide— todo lo que interpretaba (y aun interpreta) con su altísimo poder de —repito— genial actor, lo convierte en excelente caracterización, aunque sea un papel secundario, porque siempre sobresale justamente por tal impronta que lo mantiene, desde su juventud, entre los más grandes actores del orbe.
En Internet leemos sobre este gran actor, entre otros muchos datos, algunos que ofrezco con mis comentarios:
Nacido el 10 de abril en la Suecia de 1929, Max Carl Adolf von Sydow es uno de los enormes intérpretes de su país, donde debutaría en 1949, con solo 20.
Se cuenta que asistió al colegio católico de su Lund natal y se habituó a hablar alemán e inglés desde los nueve años. En la escuela, junto a algunos de sus compañeros, fundó una compañía de teatro aficionado donde empezó a subirse al escenario.
Tras cumplir el servicio militar, asistió a la Escuela Real de Teatro Dramático de Estocolmo ("Dramaten"), donde estudiaría interpretación entre 1948 y 1951 con otros ilustres futuros colegas suecos, como Lars Ekborg, Margaretha Krook e Ingrid Thulin. Durante su época en Dramaten hizo su debut en la gran pantalla de la mano del director Alf Sjöberg en los filmes Sólo una madre (1949) y La Señorita Julia (1951) otro filme que, como a tantos, me deslumbró.
ENCUENTRO CON BERGMAN
El actor se traslada a Malmö en 1955, donde conoce al que sería su mentor a partir de entonces: el director de cine y teatro Ingmar Bergman, con el que realizaría su primer trabajo en compañía: una representación en el Teatro Municipal de la ciudad.
Poco después, laboraría en cine con el gran realizador, en cintas como El séptimo sello (1957), Fresas silvestres (1957) y La fuente de la virgen (1960). Sin duda, sería en estos y otros filmes con Bergman donde perfeccionaría su estilo, que lo haría destacar como pocos y muy tempranamente en su carrera.
Durante muchos años laboró en la pujante cinematografía escandinava y se resistió a las invitaciones de Hollywood (algunas seductoras, por lo que prometían de popularidad), como la de interpretar al Dr. No en la primera entrega de James Bond.
También poliglota, protagonizaría múltiples criaturas y encarnaría personajes secundarios en numerosas cintas, de muchos países y un sin fin de lenguas, incluyendo noruego, inglés, italiano, alemán, danés, francés y español.
Mas, no sería hasta 1965 cuando encarnara a Jesús en la producción de George Stevens La historia más grande jamás contada. Este papel le catapultó a ser uno de los actores más cotizados de Hollywood, por lo que él y su familia (su mujer, la actriz Kerstin Olin y sus dos hijos, Claes and Henrik) se trasladarían a Los Ángeles.
Así, desde ese año devendría un actor regular en las producciones estadounidenses, como igualmente continuaría participando en las suecas, en títulos como La hora del lobo y La vergüenza, de Ingmar Bergman, o Los emigrantes, de Jan Troell.
En los’70 interpretó a uno de sus personajes más conocidos: el Padre Merrin de El exorcista, papel que le valdría una nominación a los Globos de Oro. En esa época, se traslada a Roma, y aparece en numerosas producciones italianas. Allí, además, entabla una sólida amistad con otro grande: Marcello Mastroianni.
En el decenio siguiente actuó dirigido por Woody Allen en Hannah y sus hermanas (1986) y, antes, con David Lynch en Dune (1984). Pero el actor sueco no se olvidaría de los proyectos del viejo continente, por lo que se enroló en una de sus mejores películas de la década: el filme dirigido por el danés Bille August Pelle el conquistador, caracterización por la que conseguiría su primera nominación a los Oscar, aparte de diferentes lauros, tales como los Premios Bodil, Felix, Robert y Guldbagge.
Asimismo, obtuvo el Premio del Instituto Australiano de Cine en la categoría de mejor actor con Padre (1989), el del Festival Internacional de Tokyo por El toque silencioso (1993) y tres premios Guldbagge por Hamsun, Katinka y Pelle el conquistador.
Merecedor de otros tantos lauros que resulta imposible su mención, citaré algunos: en el Festival Internacional de San Sebastián, Premio Donostia y Premio a la Trayectoria Profesional; Premio Real Fundación Cultural de Suecia (1954), título de Commandeur des Arts et des Lettres (2005) y Caballero de la Legión de Honor (2012).
Asimismo, recibió el galardón “Almería, tierra de cine” en el Festival Internacional de Cortometrajes Almería en Corto, un premio que reconoce la trayectoria de personajes vinculados al mundo del Séptimo Arte que han rodado en la provincia e impulsado la imagen de Almería en el celuloide. Mas, de nuevo seria nominado al Premio Oscar por Extremely Loud and Incredibly Close en 2012.
En 1988, el actor dirigió su primera película: Katinka, basada en una novela de Herman Bang. En 1996, se divorció de Kerstin Olin y se casó con la cineasta francesa Catherine Brelet. A partir de entonces, von Sydow vive en París, donde se nacionalizó francés doce años atrás, en 2002, sin abandonar la sueca.
LA MEJOR DEFINICIÓN…
… la daría un crítico:
La aparición de su figura espigada, espiritual; los ademanes medidos, serenos; aquella deslumbrante composición, en su aparente quietud, del caballero Antonius Blok en El séptimo sello (1957), de Ingmar Bergman, reveló al mundo el talento inconmensurable de este actor sueco que se convirtió casi en una especie de contrafigura de las inquietudes espirituales o metafísicas del realizador nórdico y, desde luego, en uno de los primeros actores procedentes de esos lejanos países que alcanzaba una popularidad considerable.
Como con acierto dijo un investigador: su personificación de Albert Emmanuel Vogler, el enigmático y ambiguo hipnotizador de El rostro (1958), permanece como otra de sus interpretaciones más memorables. La fuente de la virgen (1960), Como en un espejo (1961) y Los comulgantes (1963) fueron las tres películas que rodó sucesivamente a las órdenes de Bergman antes de recibir la llamada de Hollywood: y la propuesta no dejó de ser sorprendente.
Y añadió: George Stevens le propuso el papel de Jesucristo en La historia más grande jamás contada (1965). Esta caracterización tuvo dos consecuencias: una de orden práctico, que significó la adopción de Von Sydow por parte del cine estadounidense de gran espectáculo; otra de carácter personal, y fue que el actor se empeñó con obstinación en huir de esos personajes "espirituales" a los que parecía predestinado y trató de exhibir los rasgos más perversos de su registro interpretativo, con objeto de no encasillarse.
Gracias a ello, hemos podido admirar en su larga trayectoria por el cine estadounidense el talento de Max von Sydow en las más diversas películas y en variados tipos, desde las grandes superproducciones tipo Hawai (1966), de George Roy Hill; Huracán (1979), de su compatriota Jan Troel; o el tributo bondiano Nunca digas nunca jamás (1983), de Irving Kershner; hasta el sinuoso tipo de Los tres días del cóndor (1975), de Sydney Pollack; el satánico de La tienda (1993), de Frasser C. Heston, y (añado yo: WGL), el sabio y justo anciano de Robin Hood, también bajo la dirección de Sydney Pollac.
Pese a su paulatina y progresiva incorporación y adaptación a la maquinaria de Hollywood, Max von Sydow permaneció fiel a su compromiso artístico con Bergman y volvió a trabajar con él cuantas veces fue convocado: sin abandonar su estatus de actor "americanizado" retornó al solar patrio para intervenir en La hora del lobo (1968), La vergüenza (1968), Pasión (1969) y La carcoma (1971), demostrando en todos los casos que se encontraba en plena forma y que era perfectamente capaz de seguir trabajando en ese registro riguroso e íntimo.
De tal suerte, sería dirigido por realizadores de la talla de John Huston, Stanley Kramer, Woody Allen, George Stevens, Robert Clouse, David Lynch, Mike Hodges, William Friedkin y otros.
Al propio tiempo, para demostrar que no sólo era y es un actor de estirpe intelectual y "artística", no dudó en aceptar papeles que estaban muy por debajo de sus merecimientos, prestándose a aparecer con la ridícula caracterización del malvado Ming en el Flash Gordon (1980) de Mike Hodges, o sometiéndose a aquellos diálogos imposibles con la poseída Linda Blair en El exorcista (1973), de William Friedkin.
Sólo algunos realizadores verdaderamente lúcidos supieron distinguir la auténtica dimensión de un actor de categoría y le ofrecieron papeles a la medida de su talento. En primer lugar, está el siempre genuino Woody Allen que, aunque le brindó una pequeña colaboración en Hannah y sus hermanas (1986), supo extraer de él con mucho talento esa vena neurótica, paródicamente "bergmaniana", en el personaje del pintor autocomplaciente y orgulloso.
Otros directores europeos fueron capaces también de indagar en las posibilidades excepcionales del actor, solicitando su concurso en cintas que alcanzaron justamente una densidad mayor por contar con Max von Sydow en el reparto: Francesco Rosi (Excelentísimos cadáveres, 1976), Valerio Zurlini (Il deserto dei tartari, 1976) o Bertrand Tavernier (La muerte en directo, 1980).
FILMOGRAFÍA
Su filmografía resulta increíble e incomparable, pues muy pocos actores alcanzan el número y la calidad de sus desempeños. Todas sus cintas resultan significativas por su excelencia interpretativa, al margen de los papeles que incorpore, sean o no principales.
Entre muchas otras, recuerdo las siguientes, dirigidas por suecos: La Señorita Julia (1951), la única de Alf Sjöberg, y las realizadas por el más grande realizador coterráneo Ingmar Bergman: El séptimo sello (1957), Fresas silvestres (1957), En el umbral de la vida (1958), Rabies (1958), El rostro (1958), La fuente de la virgen (1960), Como en un espejo (1961), Los comulgantes (1963), La hora del lobo (1968), La vergüenza (1968), Pasión (1969) y La carcoma (1971).
Pero otras no resultan menores, pues su talento siempre ha sido solicitado por las figuras de la dirección artística del Séptimo Arte. De tal suerte, cuentan asimismo en su vasto quehacer:
¿Vencedores o vencidos? (1961), de Stanley Kramer, Las aventuras de Nils Holgersson (a partir del clásico libro de Selma Lagerlof, 1962), de Kenne Fant, La amante (1962), de Vilgot Sjöman, El precio de una cabeza (1965), de Serge Bourguignon, La historia más grande jamás contada (1965), de George Stevens, Conspiración en Berlín (1966), de Michael Anderson, Hawaii (1966), de George Roy Hill, El fuego de la vida (1966), de Jan Troell, El diario de Anne Frank (1967), de Alex Segal, Made in Sweden (1969), de Johan Bergenstråhle, La carta del Kremlin (1970), de John Huston, El visitante nocturno (1971), de László Benedek, Los emigrantes (1971), de Jan Troell, The Apple War (1971), de Tage Danielsson, Bajo el influjo del mar (1971), de Bengt Lagerkvist, Embassy (El caso Gorenko, 1972), de Gordon Hessler, La nueva tierra (1972), de Jan Troell, El cuarteto que se hizo explotar (1973), de Hans Alfredson, El exorcista (1973), de William Friedkin, El lobo estepario (1974), de Fred Haines, Trompe-l'oeil (1975), de Claude d'Anna, El huevo de la serpiente (1975), de Hans Alfredson, Corazón de perro (1975), de Alberto Lattuada, Nueva York año 2012 (1975), de Robert Clouse y Los tres días del cóndor (1975), del Sydney Pollack.
Pero hay más, mucho más, pues lo interpretado por el enorme realizador sueco, abarca además a filmes de otros destacados directores franceses, italianos, españoles, mexicanos, norteamericanos y de otras latitudes, como El viaje de los malditos (1976), de Stuart Rosenberg, El desierto de los tártaros (1976), del Valerio Zurlini, Foxtrot (1976), de Arturo Ripstein, Excelentísimos cadáveres (1976), de Francesco Rosi, Marchar o morir (1977), de Dick Richards, Exorcista II: El Hereje (1977), de John Boorman, Solo Dios sabe la verdad (1977), de Mauro Bolognini, Objetivo: Patton (1978), de John Hough, Huracán (1979), de Jan Troell, La muerte en directo (1980), de Bertrand Tavernier, Bugie bianche (1980), de Stefano Rolla, Evasión o victoria (1981), de John Huston, Jugando con la muerte (1982), de José Antonio de la Loma, El vuelo del águila (1982), de Jan Troell, Conan El Bárbaro (1982), de John Milius, Strange Brew (1983), de Rick Moranis y Dave Thomas, Círculo de pasiones (1983), de Claude d'Anna, Le Dernier civil (1983), de Laurent Heynemann, Nunca digas nunca jamás (1983), de Irvin Kershner, Samson and Delilah (1984), de Lee Philips, Guerreros del espacio (1984), de Stewart Raffill, A Soldier's Tale (1984), de R. O. Blechman y Christian Blackwood, Dune (1984), de David Lynch y Hanna y sus hermanas (1986), de Woody Allen e Intacto (2001), del hispano Juan Carlos Fresnadillo.
EN SUMA…
Nominado a un Óscar en 2012 por Extremely Loud & Incredibly Close, Van aprovechó su presencia en la Berlinale para mirar hacia atrás en su dilatada carrera y agradecer las oportunidades que le ha dado la vida, tal reportó la periodista Elena Garuz, de EFE.
"[La actuación] Es una profesión apasionante. Gracias a Dios he tenido oportunidades, todo gira en torno a las oportunidades. Si no tienes oportunidades, no puedes demostrar nada de lo que sea que hayas hecho con tu talento", declaró el artista en una conversación con un reducido grupo de medios.Aseguró que ha tenido mucha suerte en su carrera, en la que también ha hecho mucho teatro, algo "particularmente apasionante" y un trabajo "más en equipo que el cine". La vida lo ha "mimado" desde bien pronto y ha tenido "la gran fortuna de trabajar con mucha gente interesante"."El que más significó para mí fue el señor (Ingmar) Bergman, y aprendí mucho de él. Le echo de menos, le debo tanto, fue una experiencia extraordinaria y única trabajar con él, porque fue una gran inspiración a muchos niveles", dijo con agradecimiento.Hizo tantas películas con el cineasta sueco, fallecido en 2007, que no podría decir cuál de ellas fue su preferido, porque cada una fue "muy importante". "Fuera cual fuera la tarea que te diera, lo admirabas tanto y te inspiraba tanto, que querías hacerlo lo mejor posible. Todo (con Bergman) fue extraordinariamente importante para mí, probablemente la cosa más importante que me ha pasado en mi vida profesional", aseguró.No obstante, si tuviera que elegir una película sería probablemente Pelle el conquistador, del cineasta danés Bille August, "una historia maravillosa" que se llevó el Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 1989 y "un papel maravilloso también", que le valió una nominación a Mejor Actor.Von Sydow volvió a estar nominado ahora, más de 20 años después, por su interpretación de un misterioso hombre en Extremely Loud & Incredibly Close, del realizador británico Stephen Daldry, en la que no pronuncia ni una sola palabra. "Dije mucho", señaló de su papel, y agregó: "Fue interesante porque fue diferente, diferente a papeles normales, fascinante, lo disfruté mucho." Según el actor, "no hay diferencia entre alguien que habla escribiendo y otro que habla normal, ambos son seres humanos con el mismo tipo de cualidades psicológicas"."Una de las cosas apasionantes de actuar es que cada nuevo personaje que tienes que representar es una nueva personalidad, es como si tuvieras nuevos amigos, te pueden dejar huella" y "los papeles que has interpretado es como si fueran viejos amigos, es apasionante", explicó.Destacó la suerte de haber podido rodar con cineastas "verdaderamente creativos", como Daldry, de quien dijo que "es un maravilloso director de cine" con el que disfrutó "mucho trabajando"."Por supuesto, como he trabajado tanto durante tanto tiempo con Bergman, realmente no puedo comparar eso con ninguna otra cosa, porque no me ha vuelto a ocurrir, pero he sido muy afortunado y se me han concedido oportunidades maravillosas", recordó de nuevo a su mentor.Respecto al amplio espectro de papeles que ha interpretado y en alusión a su salto a Hollywood y a si le preocupa su incursión en el cine comercial, el actor señaló que "a veces tienes que hacer algo diferente"."Estoy interesado en la gente, estoy interesado en la historia y estoy interesado en nuestro mundo tal y como es y tal y como debería ser", declaró este actor del cine universal, que también reveló un pequeño secreto: "Si se me pudiera cumplir un deseo en la vida, sería apretar un botón y ser capaz de hablar y entender cualquier idioma". (Agencia EFE)
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WALDO GONZÁLEZ LÓPEZ (Puerto Padre, Las Tunas, Cuba. 1946) Poeta cubano, ensayista, crítico literario y teatral, antólogo y periodista cultural. Graduado de Teatro en la Escuela Nacional de Arte (1971) y Licenciado en Literatura Hispanoamericana, Universidad de La Habana (1979).
Hasta el 2011, cuando abandonó la Isla para venir a residir a Miami, integró la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en sus Asociaciones de Poesía, Literatura para Niños y Teatro.
Laboró en la Escuela Nacional de Arte (donde impartió clases de Historia de la Literatura para Niños y Jóvenes, en la Cátedra de Teatro para niños fundada por él y la actriz y directora escénica María Elena Espinosa, y de Historia del Teatro Universal y del Teatro Cubano, también creó el Archivo de Dramaturgia).
Recibió importantes distinciones por su quehacer como escritor y periodista. Colaboró con publicaciones cubanas y extranjeras con ensayos, artículos, crónicas y poemas. Sus versos han sido traducidos al inglés y francés y publicados en revistas de EUA y Francia, así como ha publicado poemarios en México y Colombia, y un volumen de ensayos sobre lectura y literatura en Ecuador.
SÍNTESIS BIOGRÁFICA:
Estudia el preuniversitario en la ciudad de Holguín y lo abandona para trasladarse a la capital, donde primero cursa el idioma francés, luego estudia Teatro en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y, más tarde, la carrera de Literatura Hispanoamericana, en la Universidad de La Habana, de las que se graduó, respectivamente, en 1969 y 1979.
Integró el Centro Cubano de la Asociación Internacional de Teatristas para la Infancia (ASSITEJ, auspiciada por la UNESCO); las Asociaciones de Artistas Escénicos y de Escritores de la UNEAC (Secciones de Poesía, Traducción Literaria y Literatura para Niños y Jóvenes). Fue Asesor del Teatro Nacional de Cuba.
En la Isla, publicó una quincena de poemarios, un volumen de ensayo, dos de crítica literaria y otro de crónicas, así como diversas antologías de poesía y poesía para niños, décima y décima para niños, cuento y teatro.
Ha traducido del francés, entre otros, a los importantes poetas Jacques Prévert, Marie de France, Molière y Joachim du Bellay. En 1994 apareció su antología París at night, del poeta francés Jacques Prévert (con selección y traducción suyos) Asimismo, en 1994 le solicitaron versiones de textos de importantes poetas de Polonia, luego incluidas en la antología Poesía polaca (Editorial Arte y Literatura, 1994).
Tradujo y dio a conocer en Cuba a la importante poeta contemporánea canadiense Denise Boucher, ex Presidenta de los Escritores de Québec, de quien vertió al español varios textos, publicados en un número especial de la revista Casa de las Américas.
Ensayos suyos fueron incluidos en varias antologías como: Nuevos críticos cubanos, Acerca de Manuel Cofiño y Valoración múltiple: Onelio Jorge Cardoso.
Su labor como poeta, ensayista, crítico y antólogo ha sido reconocida entre otros, por las pedagogas y antólogas puertorriqueñas Flor Piñeiro e Isabel Freire de Matos en su Literatura Infantil Caribeña; el profesor y ensayista jamaicano Keith Ellis, residente en Canadá, en su estudio Cuba’s Nicolás Guillén: Poetry and Ideology, y el antólogo y ensayista español Antonio Merino en su Nueva poesía cubana.
En el ámbito nacional, diversos ensayistas y críticos de prestigio se han ocupado de sus múltiples libros. Así, el ensayista, poeta y narrador Antonio Gutiérrez Rodríguez, quien en su volumen Estudios sobre la décima, incluye un estudio sobre sus espinelas.
En Cuba, fue jurado consuetudinario en eventos literarios, teatrales y de periodismo cultural, y participó en Congresos de la UNEAC, foros y otros encuentros con especialistas nacionales y de otros países.
Desde 1990 hasta 2001, fue periodista cultural de la revista Bohemia. Antes laboró en otras como Mujeres y Muchacha, de la que fue uno de sus fundadores en 1980.
INTERÉS POR LA POESÍA:
Un buen día de su adolescencia y, sin las muchas lecturas que vinieron después, tras leer El reino de este mundo, de Alejo Carpentier, su novela que más le sigue gustando, escribió su primer poemario (inédito) “A ras del tiempo”, a partir de hechos de realismo mágico y de lo real maravilloso, acontecidos en nuestra América fabulosa. Tal fue su iniciación seria con la poesía.
RECONOCIMIENTOS:
Diploma al Resultado Científico por su Colaboración a la nueva Historia de la Literatura Cubana, en tres volúmenes, otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
El Laúd y la Medalla del Cucalambé, impuestas por el Poder Popular provincial de Las Tunas.
El Diploma por la Labor Realizada en Apoyo a la Décima, concedida por la Universidad “Camilo Cienfuegos”, de Matanzas.
Reconocimiento por su labor Escritor y Crítico Literario otorgado por la Presidencia del Instituto Cubano del Libro.
Medalla “Raúl Gómez García”.
Primera Mención, Concurso “Plural” (México, 1990) a su poemario Salvaje nostalgia.
Premio "13 de Marzo" 1976, Universidad de La Habana, a su poemario para niños “Poemas y canciones”, publicado en 1977.
Premio “La Edad de Oro” de Canción para Niños.
Primera Mención Concurso “La Edad de Oro” a su poemario Poemas y canciones.
BIBLIOGRAFIA ACTIVA
SELECCIÓN DE SUS POEMARIOS:
Salvaje nostalgia (Mención Concurso “Plural”, México, 1991; publicado en Cuba ese año).Casablanca (Colombia, 1995). Las palabras prohibidas (antología de su poesía, entre 1983 y 1995; Cuba, 1997). Ferocidad del destino (2010). Espinelas con espinas (décimas, 1981).Que arde al centro de la vida (décimas, 1983), Estos malditos versos (décimas, México, 1999; Cuba, 2001.
CRITICA LITERARIA:
Escribir para niños y jóvenes (1983). La décima dice más (2004). La décima, ¿sí o no? (2006).
CRONICAS:
Niebla en la memoria (1990).
POEMARIOS PARA NIŇOS:
Poemas y canciones (1977). Donde cantan los niños (1983). Jinetes del viento (1989). Libro de Darío Damián (décimas, 1995).Voces de la querencia (2004).
ANTOLOGIAS DE TEATRO:
La soledad del actor de fondo (primera antología del monólogo teatral cubano), 1999. Teatro cubano de fin de siglo (cinco piezas en un acto, 2001).
OTROS LIBROS.
Entre el 2001 y el 2011 publicó, además:
Viajera intacta del sueño. Antología de la décima cubana (2001). Añorado encuentro. Poemas cubanos sobre boleros y canciones (2001). Este amor en que me abraso. Décimas de José Martí (2003). De tu reino la ventura. Décimas a las madres (2003). Que caí bajo la noche. Panorama de la décima erótica cubana (2004). La lectura, ese resplandor (antología de textos sobre literatura y lectura, (Ecuador, 2009). Esta cárcel de aire puro. Panorama de la décima cubana en el siglo XX (en coautoría con Mayra Hernández Menéndez; Editora Abril, en 2 volúmenes: 2009 y 2010).
LIBROS ÍNÉDITOS:
Libro de Rodrigo Damián (poesía para niños).
EN MIAMI:
Desde su arribo a Miami en julio de 2011, ha tenido una amplia participación en la vida cultural y en numerosos eventos, como los siguientes:
2011
-El teatrista y creador de la web teatroenmiami.com Ernesto García lo invita a colaborar con esta página (premiada por Google) y le ofrece una columna.
-Integra el jurado de la primera edición del Festival de Teatro de Pequeño Formato, de la Compañía ArtSpoken, dirigida por Yoshvani Medina.
-Conforma el equipo de colaboradores del anual Festival del Monólogo Latinoamericano, de la Compañía Havanafama, dirigida por Juan Roca.
-Es invitado a colaborar con la revista digital Palabra Abierta, por su fundador: el narrador, poeta y ensayista cubano Manuel Gayol Mecías.
2012
-Merece el Tercer Premio de Poesía del X Concurso Internacional “Lincoln-Martí”.
-Invitado por el destacado teatrista Matías Montes Huidobro, lee su ponencia «Nostalgia y crítica en la dramaturgia de Cristina Rebull», en el Congreso Internacional «Celebrando a Virgilio Piñera», celebrado del 12 al 15 de enero en la Universidad de Miami.
-Es invitado a colaborar en el blog Gaspar. El Lugareño, por su creador Joaquín Estrada Montalván.
2013
-Invitado por la Presidencia del Gremio Artístico Latinoamericano. GALA (integrada por la teatrista boricua Maddy Rivera y el escritor cubanoamericano Antonio Armenteros) integra la nueva agrupación.
-A petición de la Presidencia de GALA, funge como Jurado del Concurso Internacional de Poesía «Facundo Cabrales».
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