4 de julio en Miami
(Texto patriótico para ser leído
al calor de un no menos patriótico barbiquiú):
por Enrique del Risco
El texto forma parte del libro "Enrisco para Presidente",
que se presentará en Miami este jueves 11 de setiembre.
Nos reunimos hoy en la patria de Washington, de Jefferson, de Lincoln y de ecologistas que gastan más electricidad que toda Centroamérica para celebrar este día con el mismo espíritu de libertad que en 1776, pero con mucho más colesterol (aplausos). En esta fecha se juntan perros calientes, costillas y churrascos con nuestros aliños más autóctonos —cortesía de Goya— para celebrar la independencia norteamericana de Inglaterra, que es también nuestra independencia de las mesas redondas, los trabajos voluntarios, los días de la defensa y sobre todo la independencia de nuestras suegras y suegros (gritos de “No todos, no todos”). Pero aunque hoy aquí en el exilio parezca que lo tenemos todo, sabemos que necesitamos algo más que comida y bebida en abundancia. Necesitamos algo que nos eleve el espíritu como la silicona eleva ciertas partes de nuestras mujeres (gritos de “No todas, no todas”). Necesitamos algo realmente inspirador, y no me refiero a un descenso en el precio de la gasolina. Necesitamos, en fin, un buen discurso. Un discurso que nos recuerde quiénes somos, de dónde venimos y por qué pensamos quedarnos aquí todo el tiempo que sea necesario. Y es que ante las difíciles circunstancias en que nos encontramos en estos momentos lo mejor que podemos hacer es buscar inspiración en el pasado de nuestro país natal (risas). A diferencia de los norteamericanos que cuando se les dice “Lincoln” sólo piensan en un carro que gasta muchísima gasolina, los cubanos rendimos culto a la Historia de nuestro país. Todos los 13 de marzo se ataca el Palacio Presidencial, todos los 26 de julio se asalta el Moncada, todos los días, santiagueros, guantanameros, holguineros, tuneros y granmenses, imitando a Gómez y a Maceo, emprenden la invasión de Oriente a Occidente, mientras un par de pichones de gallegos les impiden el paso. La comida es tan abundante como cuando Weyler y el transporte funciona igual que en tiempos de Guamá. Cada semana algún europeo descubre a Cuba y dice que es la tierra más hermosa del mundo y sus aborígenes más sanos que los de ningún otro lugar. Eso no quiere decir que todo esté estancado en el pasado, porque hay cosas que cambian. Gracias al constante flujo migratorio hacia el exterior, Cuba ha pasado de ser La Llave del Golfo a convertirse en El Salidero del Golfo. Antes, el árbol nacional era la palma y ahora es el marabú que es más bajito pero más resistente, justo como es el espíritu del pueblo cubano. (…) Y hay algo que nos enseña nuestra historia patria que puede guiarnos en momentos más difíciles, como los que afrontamos en estos días, y es que no importa lo desesperada que parezca una situación, los cubanos siempre encontraremos una manera de empeorarla y si hace falta hasta aplaudimos (aplausos). Por eso quiero despedirme con un grito de combate que nos ahorrará muchos sinsabores ¡Apaguen la candela que se queman las costillas! (ovación y gritos de “¡Apáguenla!”, “¡Apáguenla!”).
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Este jueves 11 de septiembre a las 6:30 p.m. en la librería Books & Books (265 Aragon Ave. Coral Gables) se celebrará la presentación del nuevo libro de Enrique del Risco "Enrisco para presidente" publicado por la editorial Sudaquia. La presentación estará a cargo de Ramón Fernández Larrea. (ver http://enrisco.blogspot.com/)
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