Foto/Blog Gaspar, El Lugareño
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Cristina, lo que más me duele, es que tengamos que dedicarle tanto tiempo a la batalla de sobrevivir económicamente, cuando a tanta gente mediocre les sobra el tiempo para ¿hacer arte?.
Esto lo digo entre signos de preguntas porque – y yo creo que ellos también se lo preguntan- dudo, que sea realmente arte lo que hacen. Más bien hacen una especie de artesanía literaria. Sin embargo les sobra la habilidad para ganarse premios y coger cuanta ayuda se destina a los “artistas”; es decir a los verdaderos artistas, que son muchas veces los que no se empatan con estos beneficios jamás.
No se equivocaba Cesar Vallejo cuando decía: "La cantidad enorme de dinero que nos cuesta ser pobres". Yo adicionaría: para el pobre una camisita de uso es bastante, para el rico, el carro del año es un regalo humilde. Sin embargo he comprendido de un golpe la nobleza que hay muchas veces en la rebeldía de los pobres. El rico se adapta con facilidad a la barbarie, el pobre se resiste. Algo en nosotros dice: señor entra en mí, pero déjame seguir siendo yo. No hay belleza más grande que la dignidad en la pobreza, esa pobreza que es más humana y comprensiva que la brutalidad de la ambición.
En ocasiones sin querer he buscado en las entrañas de la humanidad y creerme que he encontrado mucho de esto último. Justo en ese momento es cuando he ansiado ser- y así he sido, al menos por un tiempo- como el calicotero ni presa ni predador; convertirme en un ser más enigmático y mas ciego, -aunque a veces los ciegos como en El Lazarillo de Tormes son los que más ven.-Pastar desprevenido sin miedo a mi final.
Otras veces siento que el alma se me ha quedado en ruinas, y solo el recuerdo me despabila, me alienta a seguir. Gracias a personas como tú y a unos pocos que se pueden contar con los dedos de una mano aún tengo una suspicaz esperanza en la especie animal a la que pertenecemos; esta especie que sigue pretendiendo ser el hombre y que lo imita hasta donde les es posible, después hay un punto en el que no puede avanzar y ahí empieza a retroceder. Es justo en ese momento donde se vuelve vengativo, sangriento, soberbio, envidioso, satírico, calumniador…es decir bárbaro. Así que pasa de neandertal a, bárbaro, sin llegar a ser hombre, ni siquiera “hombre nuevo” como querían los viejos utopistas.
Cristina, no va a cesar la alegría con el llanto. El llanto no está en mi, es algo momentáneo que luego se aleja; a lo mejor es una justificación para escribirte algo. Mi naturaleza desde lo más primitivo de mi ser es reír, es "el choteo"; como decía Mañach, pero precisamente en el choteo, en la broma, es justo donde tenemos que encontrar- sobre todo nosotros los cubanos- el respeto a disentir, la compasión al derrotado, la solidaridad al que se suma. De lo contrario siempre seremos un grupo de cubanos indolentes y divididos, locos por un pretexto para cantar y escribir algo aunque tal vez ese algo no nos sirva de nada.
Ahora te dejo, el tiempo apremia y debo seguir trabajando. Hoy es sábado 20 de septiembre del 2014 y la faena es de doce horas. Desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche estaré vendiendo libros a un costado del Versailles. Ya no sé en qué momento podré escribir nuevamente.
He embrutecido mucho desde que vendo libros.
¡Cuídate dentro de lo posible!
Rodrigo
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