Hace algunas semanas, un sábado vino precedido de muchas emociones, un grande de la televisión se fue y es de hidalgos reconocer el gran aporte que el personaje de Don Francisco dio a la televisión de este país. Han pasado cincuenta y tres años desde la primera edición de Sábado Gigante y en días pasados dijo un adiós, que más parece, en mi humilde opinión, a un recomenzar de un talentoso Mario Kreutzberger.
Algo me dice que hubo algún apresuramiento en las decisiones de Univisión para terminar con este programa. Según información interna, fueron ellos (Univisión) precisamente los que apuraron esta decisión. Supuestas explicaciones dan cuenta de una profunda renovación en los contenidos de sus programas, quizás aspirando a un mercado de televidentes más jóvenes. Otra información apunta al interés de llevarlo a un mínimo de inversión y más rentabilidad con el objetivo de poner a la venta la cadena televisiva. Esto no es nuevo, hay fuertes rumores de esta posibilidad, ya se habían dado los primeros pasos al cancelar otros espacios de producción, despedir personal de algunas televisoras locales y hasta cancelar toda una programación en sus estaciones de radio en las principales ciudades de Los Estados Unidos.
Cuales quieran sean las razones, creo que Don Francisco tenia cuerda para rato y así lo demostró en esta última edición del programa. Como comunicadora y con algunos años en esta dura brega por los caminos en los medios de comunicación, debo confesar que este último Sábado Gigante me sirvió de un sano aprendizaje. Me parece que muchos de los que trabajamos en este medio deberíamos tomarlo como tal, ante el impecable desenvolvimiento de Don Francisco, guardando una extraordinaria serenidad ante las emociones que se vivian en esos momentos.
Muchos podremos comulgar o no con Mario Kreutzberger, muchos podremos estar en desacuerdo con algún programa visto en estos cincuenta y tres años de emisión, muchos le podremos buscar tres pies al gato, pero creo que nadie, en su sano juicio, podría poner en duda la capacidad de este personaje que hizo las delicias de muchos hogares norteamericanos, como también en los principales países de americalatina.
La supervivencia en los medios de comunicación y más aun en la televisión, no es nada fácil. Conociendo la historia, de cómo empezó el programa Sábado Gigante en este país y habiendo sido contada en muchas oportunidades en la misma voz de su protagonista, solo nos queda emular esa perseverancia y decisión para conseguir los éxitos en nuestras vidas. Sábado Gigante nos dijo adiós y Don Francisco, como un buen animal de la televisión, nos dejó pensando en cual será verdaderamente su final. Para serle sincera creo que algo se trae entre manos y no tardaremos en saber de qué se trata.
La cadena más importante de la televisión en este pais anuncia nuevas producciones, algunas ya están en el aire y hay diversos comentarios en contra de estas emisiones, dicen que dejan mucho que desear, me parece que la varilla la dejo demasiada alta Don Francisco para ser alcanzada en mucho tiempo. Sábado Gigante fue un programa de éxito comercial, de audiencia y de permanencia por tantos años en el aire, muy pocos lo han logrado.
Hoy la televisora que fue su casa anuncia su reemplazo, dicen que se llama Sabadazo, serias dudas tengo que puedan cubrir tamaña dimensión que dejo su antecesor. La mayoría de productores del programa paso a la cadena competidora de enfrente, ahora son parte de un nuevo programa de fin de semana encabezado por algún talento mañanero, tengo serias dudas que llene este gran vacío. Don Francisco se fue y debería ser recordado como una referencia de lucha en la busqueda del éxito para nosotros y el bienestar de nuestras familias.
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