---------------------------------------------
La gustada cita mensual celebrada, desde su constitución en la Galería «Umberto Peña», del Miami Cultural Art Center, denominado por sus asiduos «La Casona del Ballet», importante institución dirigida por el laborioso ex bailarín Pedro Pablo Peña, siempre tiene adeptos y adictos por sus invitados de valía.
Pero la más reciente del viernes 19, constituyó un feliz momento por varias razones. Ante todo, por las características del invitado, quien entregó al nutrido público una noche de neta cubanía, gracias a sus peculiaridades: en primer lugar, su humor; luego, su sencillez (virtud de los genuinos creadores), su carisma, su simpatía y, en fin, su gracia, esa particularidad denominada «ángel» por García Lorca y Lezama Lima.
Ante las preguntas del conductor, Agüero refirió diversos aspectos de su vida y su quehacer creador, entre los que descollaron aristas reales y humorísticas desde sus inicios en Consolación del Sur, poblado de su querida Pinar del Río, «de donde son oriundos dos grandes presidentes cubanos: Ramón Grau San Martín y Carlos Prío Socarras», remarcó, y donde naciera el propio escritor en 1937.
Hijo de un odontólogo y artista popular muy querido en el pueblo, coadyuvó a la lectura de buenos libros desde la infancia del futuro creador, quien antes de la adolescencia se vincularía al grupo de teatro Talía.
Ya en la juventud, se inicia en el periodismo en la emisora COCO, cuyo entonces director Juan Amador Rodríguez les permitiría a él y a dos amigos (los destacados y ya desaparecidos artistas plásticos el caricaturista Pecruz y el diseñador Frémez), previa búsqueda de los anunciantes, crear un programa diario, sin experiencia, pero con muchos deseos: «Mesa Revuelta», praxis iniciática para Agüero en el periodismo.
Poco después se mudaría al poblado costero de Jaimanitas, en la capital, donde, como tantos otros jóvenes de entonces, se vincularía a las luchas contra el dictador Fulgencio Batista.
En 1959, con el advenimiento de la hoy bien definida «Robolución», publicaría poemas y cuentos en Vanguardia Obrera, de donde pasaría al diario de alcance nacional Revolución, dirigido por Carlos Franqui, en cuyo mítico magazine Lunes de Revolución publicara dos cuentos y donde escribiera la Sección Audio-Video, hasta su prohibición por «El último dinosaurio» —tal denominara al sátrapa el conocido caricaturista cubano residente en Miami, Arístides Pumariega («Arístide») en uno de sus libros publicado en Colombia— summa de los cientos motes recibidos por el tristemente célebre tirano/asesino de Cuba e Hispanoamérica, con caricaturas y textos.
Al cierre del semanario, por gestión de Nicolás Guillén y José («Pepe») Rodríguez Feo, se traslada a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), donde escribe crónicas culturales en La Gaceta de Cuba y es además su Jefe de Redacción entre 1965-1966.
Tal recuerda Carlos Espinosa, en su formidable artículo «La vida provinciana con relieve de mito» —publicado en Cubaencuentro el 11/09/2012—, Agüero envía en 1967 su libro al Concurso Casa de las Américas, donde obtiene una de las dos menciones (la otra correspondería al ya fallecido Manuel Granados por Adire y el tiempo roto), otorgada por un jurado de valía, integrado por los argentinos Leopoldo Marechal y Julio Cortázar, el español Juan Marsé, el guatemalteco Mario Monteforte Toledo y el cubano José Lezama Lima.
Al publicarse el libro, Cortázar declararía: «La novela de Luis Agüero es un libro exigente, ceñido, realizado con una gran economía de medios, cosa que me parece muy valiosa en un joven sobre todo en Cuba, donde los jóvenes malogran muchas novelas por falta de control de los materiales que manejan».
A su vez, Marsé expresaría:
El libro de Luis Agüero, por su tema, a mi entender es un hallazgo temático. Cuenta el despertar de la adolescencia con todos sus sueños y mitos y el primer contacto con la realidad, que siempre contiene una frustración. Es muy interesante este libro: en las cualidades de síntesis y de ritmo, particularmente en este momento de la joven literatura cubana, que a pesar de sus buenas intenciones, adolece de un poco de frondosidad, de descuido de la construcción, de la unidad que tiene que tener un libro.
Mas, a pesar de los reconocimientos de ambos jurados, al poco tiempo es recogida la edición y convertida en pulpa, debido al gran pecado del autor: presentar su solicitud de abandonar Cuba. Con tal gesto totalitario, el castrante castrismo mostraba sus garras que estrangularían desde entonces la libertad de los escritores, presagiando el casi inmediato Caso Padilla, cuando importantes poetas, narradores y ensayistas cayeron en las trampas del Gulag.
En consecuencia, como muchos talentos en otras ramas del arte (valga el ejemplo de la célebre cantante, galardonada en Europa, Luisa María Güell), Luis Agüero debió padecer el castigo del ex Comandante en Jefe de la Isla-Prisión y asistir, obligatoriamente, a trabajos forzados, como los cortes de caña y otras duras tareas por el enorme pecado de querer partir a la libertad.
No menos lamentable sería para el laureado narrador sentirse un «apestado» y constatarse «esquivado» por sus colegamigos en aquel ambiente de terror creado por el infernal régimen previo al Caso Padilla. En tal sentido, contó Agüero, entre risas del auditorio, una anécdota ilustrativa del castigo padecido por quienes osaban abandonar el barco de la ¿Revolución?
Evocadora de «los años duros» durante aquel «tiempo de silencio» —por emplear dos clásicos títulos de entonces y ahora: el de cuentos del cubano Jesús Díaz, Premio Casa de las Américas, y el de la novela del español Luis Martín-Santos—, fue la anécdota narrada por Agüero: los únicos colegamigos que lo visitaban en esa etapa eran el narrador y también Premio Casa, por sus cuentos de Condenados de Condado, Norberto Fuentes y el historiador y crítico teatral Rine Leal.
Y burla/burlando: irónicamente, al propio Rine, durante el ostracismo a que fue sometido tras el Caso Padilla, le acontecería una situación idéntica de ser un «apestado» y solitario, y solo visitado por dos colegas: el propio Norberto Fuentes y este cronista y amigo —desde que fuera su alumno en la Escuela Nacional de Teatro—: éramos los únicos que «osábamos» visitarlo en su apartamento del cuarto piso a solo una cuadra del Teatro «Amadeo Roldán», en El Vedado.
Mas, «pasó el tiempo, y pasó un águila sobre el mar» (sic. José Martí) y, dos décadas más tarde, tras padecer su injusto castigo y «rehabilitación», aquel volumen antes frustrado con su habitual y vil saña por el castrismo, ahora ampliado con otros relatos, lo enviaría al Concurso UNEAC de 1986.
Entonces, al fin —parafraseando de nuevo al investigador y crítico Carlos Espinosa en su artículo ya mencionado—: «aquella colección de doce cuentos, titulada Duelo a primera sangre, recibió el Premio UNEAC. Así que a la segunda fue la vencida. Y esta vez los cuentos sí llegaron a las manos de los lectores».
Pero hay otras estaciones en la vida de Luis Agüero: su etapa en el Grupo Extramuros, dirigido por el dramaturgo y realizador ya fallecido José («Pepe») Santos —donde estrenara alguna de sus obras y conocería a su esposa desde entonces: Marcia, actriz de esa compañía— y su interés y acercamiento a la religión afrocubana que lo llevaría a vincularse con el ya desaparecido Walterio Carbonell, conocer a varios «babalaos» y hacerse santo, práctica que continuaría en Venezuela, tras escribir en Cuba el guion del filme Un paraíso bajo las estrellas (1999), con su director Gerardo Chijona y el también narrador Senel Paz. La cinta merecería cinco lauros en diversos Festivales de Cine y TV cubanos.
En la patria de Bolívar, llevaría una estancia singular de su intensa y extensa vida durante años en «mi segunda patria», donde laborara en el importante diario El Nacional, como Jefe de Redacción, hasta el infortunado arribo al poder del mejor discípulo del diabólico Fidel Castro: el acémila Hugo Chávez, cuando el escritor decidiera venir a residir a Miami, junto a su amada Marcia.
Varios amigos intervenimos con preguntas y anécdotas en la Tertulia a petición del conductor. De tal suerte, evocaría recuerdos de juventud su colegamigo de años y sueños: el dramaturgo e historiador del teatro cubano, narrador y poeta Matías Montes Huidobro, quien laborara con él en el recordado Lunes de Revolución, decisivo magazine, «el mejor creado en Cuba desde 1959», dirigido por el admirable periodista, narrador y Premio Cervantes: Guillermo Cabrera Infante, y en cuyo equipo de colaboradores figuraran, entre otros, narradores de la talla del mexicano Carlos Fuentes y el español Juan Goytisolo, así como los cubanos Virgilio Piñera, Edmundo Desnoes, Pablo Armando Fernández, Oscar Hurtado, Antón Arrufat, Lisandro Otero y Humberto Arenal (entrañable y cercano para este cronista, desde fines de los ‘60s hasta 2012, cuando falleciera, y quien, a petición suya, presentara en el Centro «Fresa y Chocolate», su gustado libro: Encuentros, quince crónicas periodísticas sobre personalidades de la cultura, nacionales y extranjeros. Editorial Unión. 2003).
Tras varias intervenciones, el público pudo adquirir la nueva y hermosa edición de La vida en dos, ahora convertida en novela que, cuarenta y ocho años más tarde, ve la luz por la prestigiosa Editorial Persona, codirigida por los destacados intelectuales cubanoamericanos Matías Montes Huidobro y Yara González.
La plausible obra ahora retorna a sus orígenes, anexándose al recorrido de las letras cubanas, entonces frustrado por el castrante castrismo y, de paso, corroborando la calidad de su trama, que revela, de acuerdo con Montes Huidobro,
las peripecias de tres jóvenes que descubren la sexualidad gracias a Bebita Alvarado, cuya espectacular belleza mitifican en medio de episodios, a veces humorísticos y otras sórdidos, situaciones audaces que son un vivo retrato de la existencia cubana en los cincuenta, enriquecidas por caracterizaciones de valor permanente como muestras del carácter nacional.
La presencia de Luis Agüero en el más reciente Viernes de Tertulia, para decirlo con las palabras vaticinadoras del maestro Montes Huidobro, aseguraría «una velada amena, dinámica y culturalmente enriquecedora», gracias a los méritos apuntados al inicio de estas líneas por el cronista de los martes en el blog Gaspar. El Lugareño.
---------------------------------------
WALDO GONZÁLEZ LÓPEZ (Puerto Padre, Las Tunas, Cuba. 1946) Poeta cubano, ensayista, crítico literario y teatral, antólogo y periodista cultural. Graduado de Teatro en la Escuela Nacional de Arte (1971) y Licenciado en Literatura Hispanoamericana, Universidad de La Habana (1979).
Hasta el 2011, cuando abandonó la Isla para venir a residir a Miami, integró la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en sus Asociaciones de Poesía, Literatura para Niños y Teatro.
Laboró en la Escuela Nacional de Arte (donde impartió clases de Historia de la Literatura para Niños y Jóvenes, en la Cátedra de Teatro para niños fundada por él y la actriz y directora escénica María Elena Espinosa, y de Historia del Teatro Universal y del Teatro Cubano, también creó el Archivo de Dramaturgia).
Recibió importantes distinciones por su quehacer como escritor y periodista. Colaboró con publicaciones cubanas y extranjeras con ensayos, artículos, crónicas y poemas. Sus versos han sido traducidos al inglés y francés y publicados en revistas de EUA y Francia, así como ha publicado poemarios en México y Colombia, y un volumen de ensayos sobre lectura y literatura en Ecuador.
SÍNTESIS BIOGRÁFICA:
Estudia el preuniversitario en la ciudad de Holguín y lo abandona para trasladarse a la capital, donde primero cursa el idioma francés, luego estudia Teatro en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y, más tarde, la carrera de Literatura Hispanoamericana, en la Universidad de La Habana, de las que se graduó, respectivamente, en 1969 y 1979.
Integró el Centro Cubano de la Asociación Internacional de Teatristas para la Infancia (ASSITEJ, auspiciada por la UNESCO); las Asociaciones de Artistas Escénicos y de Escritores de la UNEAC (Secciones de Poesía, Traducción Literaria y Literatura para Niños y Jóvenes). Fue Asesor del Teatro Nacional de Cuba.
En la Isla, publicó una quincena de poemarios, un volumen de ensayo, dos de crítica literaria y otro de crónicas, así como diversas antologías de poesía y poesía para niños, décima y décima para niños, cuento y teatro.
Ha traducido del francés, entre otros, a los importantes poetas Jacques Prévert, Marie de France, Molière y Joachim du Bellay. En 1994 apareció su antología París at night, del poeta francés Jacques Prévert (con selección y traducción suyos) Asimismo, en 1994 le solicitaron versiones de textos de importantes poetas de Polonia, luego incluidas en la antología Poesía polaca (Editorial Arte y Literatura, 1994).
Tradujo y dio a conocer en Cuba a la importante poeta contemporánea canadiense Denise Boucher, ex Presidenta de los Escritores de Québec, de quien vertió al español varios textos, publicados en un número especial de la revista Casa de las Américas.
Ensayos suyos fueron incluidos en varias antologías como: Nuevos críticos cubanos, Acerca de Manuel Cofiño y Valoración múltiple: Onelio Jorge Cardoso.
Su labor como poeta, ensayista, crítico y antólogo ha sido reconocida entre otros, por las pedagogas y antólogas puertorriqueñas Flor Piñeiro e Isabel Freire de Matos en su Literatura Infantil Caribeña; el profesor y ensayista jamaicano Keith Ellis, residente en Canadá, en su estudio Cuba’s Nicolás Guillén: Poetry and Ideology, y el antólogo y ensayista español Antonio Merino en su Nueva poesía cubana.
En el ámbito nacional, diversos ensayistas y críticos de prestigio se han ocupado de sus múltiples libros. Así, el ensayista, poeta y narrador Antonio Gutiérrez Rodríguez, quien en su volumen Estudios sobre la décima, incluye un estudio sobre sus espinelas.
En Cuba, fue jurado consuetudinario en eventos literarios, teatrales y de periodismo cultural, y participó en Congresos de la UNEAC, foros y otros encuentros con especialistas nacionales y de otros países.
Desde 1990 hasta 2001, fue periodista cultural de la revista Bohemia. Antes laboró en otras como Mujeres y Muchacha, de la que fue uno de sus fundadores en 1980.
INTERÉS POR LA POESÍA:
Un buen día de su adolescencia y, sin las muchas lecturas que vinieron después, tras leer El reino de este mundo, de Alejo Carpentier, su novela que más le sigue gustando, escribió su primer poemario (inédito) “A ras del tiempo”, a partir de hechos de realismo mágico y de lo real maravilloso, acontecidos en nuestra América fabulosa. Tal fue su iniciación seria con la poesía.
RECONOCIMIENTOS:
Diploma al Resultado Científico por su Colaboración a la nueva Historia de la Literatura Cubana, en tres volúmenes, otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
El Laúd y la Medalla del Cucalambé, impuestas por el Poder Popular provincial de Las Tunas.
El Diploma por la Labor Realizada en Apoyo a la Décima, concedida por la Universidad “Camilo Cienfuegos”, de Matanzas.
Reconocimiento por su labor Escritor y Crítico Literario otorgado por la Presidencia del Instituto Cubano del Libro.
Medalla “Raúl Gómez García”.
Primera Mención, Concurso “Plural” (México, 1990) a su poemario Salvaje nostalgia.
Premio "13 de Marzo" 1976, Universidad de La Habana, a su poemario para niños “Poemas y canciones”, publicado en 1977.
Premio “La Edad de Oro” de Canción para Niños.
Primera Mención Concurso “La Edad de Oro” a su poemario Poemas y canciones.
BIBLIOGRAFIA ACTIVA
SELECCIÓN DE SUS POEMARIOS:
Salvaje nostalgia (Mención Concurso “Plural”, México, 1991; publicado en Cuba ese año).Casablanca (Colombia, 1995). Las palabras prohibidas (antología de su poesía, entre 1983 y 1995; Cuba, 1997). Ferocidad del destino (2010). Espinelas con espinas (décimas, 1981).Que arde al centro de la vida (décimas, 1983), Estos malditos versos (décimas, México, 1999; Cuba, 2001.
CRITICA LITERARIA:
Escribir para niños y jóvenes (1983). La décima dice más (2004). La décima, ¿sí o no? (2006).
CRONICAS:
Niebla en la memoria (1990).
POEMARIOS PARA NIŇOS:
Poemas y canciones (1977). Donde cantan los niños (1983). Jinetes del viento (1989). Libro de Darío Damián (décimas, 1995).Voces de la querencia (2004).
ANTOLOGIAS DE TEATRO:
La soledad del actor de fondo (primera antología del monólogo teatral cubano), 1999. Teatro cubano de fin de siglo (cinco piezas en un acto, 2001).
OTROS LIBROS.
Entre el 2001 y el 2011 publicó, además:
Viajera intacta del sueño. Antología de la décima cubana (2001). Añorado encuentro. Poemas cubanos sobre boleros y canciones (2001). Este amor en que me abraso. Décimas de José Martí (2003). De tu reino la ventura. Décimas a las madres (2003). Que caí bajo la noche. Panorama de la décima erótica cubana (2004). La lectura, ese resplandor (antología de textos sobre literatura y lectura, (Ecuador, 2009). Esta cárcel de aire puro. Panorama de la décima cubana en el siglo XX (en coautoría con Mayra Hernández Menéndez; Editora Abril, en 2 volúmenes: 2009 y 2010).
LIBROS ÍNÉDITOS:
Libro de Rodrigo Damián (poesía para niños).
EN MIAMI:
Desde su arribo a Miami en julio de 2011, ha tenido una amplia participación en la vida cultural y en numerosos eventos, como los siguientes:
2011
-El teatrista y creador de la web teatroenmiami.com Ernesto García lo invita a colaborar con esta página (premiada por Google) y le ofrece una columna.
-Integra el jurado de la primera edición del Festival de Teatro de Pequeño Formato, de la Compañía ArtSpoken, dirigida por Yoshvani Medina.
-Conforma el equipo de colaboradores del anual Festival del Monólogo Latinoamericano, de la Compañía Havanafama, dirigida por Juan Roca.
-Es invitado a colaborar con la revista digital Palabra Abierta, por su fundador: el narrador, poeta y ensayista cubano Manuel Gayol Mecías.
2012
-Merece el Tercer Premio de Poesía del X Concurso Internacional “Lincoln-Martí”.
-Invitado por el destacado teatrista Matías Montes Huidobro, lee su ponencia «Nostalgia y crítica en la dramaturgia de Cristina Rebull», en el Congreso Internacional «Celebrando a Virgilio Piñera», celebrado del 12 al 15 de enero en la Universidad de Miami.
-Es invitado a colaborar en el blog Gaspar. El Lugareño, por su creador Joaquín Estrada Montalván.
2013
-Invitado por la Presidencia del Gremio Artístico Latinoamericano. GALA (integrada por la teatrista boricua Maddy Rivera y el escritor cubanoamericano Antonio Armenteros) integra la nueva agrupación.
-A petición de la Presidencia de GALA, funge como Jurado del Concurso Internacional de Poesía «Facundo Cabrales».
No comments:
Post a Comment