Tuesday, April 4, 2017

Crónica: Cristina Obín en sus poemas para niños (por Waldo González López)

 
 


Fotos: Baltasar Santiago Martín y Mayra Hernández Menéndez


A pesar de que estudiamos durante el segundo lustro de la década de 1960 y en la propia Escuela Nacional de Teatro —una de las cinco que entonces integraban la Escuela Nacional de Arte (ENA)—, yo nunca imaginaría durante aquel hermoso tiempo, cuando «éramos tan jóvenes» —parafraseando el título de la excelente serie homónima argentina con guion de la ya desaparecida Aida Bortnik— que, muchas décadas más tarde, la valiosa actriz y hoy poetabuela Cristina Obín, escribiría valiosos poemas para los más chicos, «los que saben querer», tal dijera José Martí, y demostrara en la primero revista y luego libro La Edad de Oro.

Sí, poco tiempo antes de venir a residir a Miami, en el 2011, Mayra y yo participamos en una presentacion u homenaje, no recuerdo bien dónde, que se le hizo a Cristina, a quien yo solía llamar a menudo, para saber de ella, su situación y su salud. Y solo pocos meses atrás, durante una visita a esta otra ancha parcela de nuestra genuina patria, Mayra y yo, asombrados, la veríamos llegar a la acogedora Art Emposium Gallery, de la querida colegamiga Vivian Pérez, en La Pequeña Habana, cuando se presentaba el magnífico documental sobre la vida y la obra del maestro caricaturista Arístide(s) Pumariega. Qué grata sorpresa tendríamos aquella tarde, porque no veíamos a mi ex condiscípula y siempre fraternamiga desde aquel momento que antes dije del 2011.


Por ello, tras el breve y alegre saludo (pues ya había comenzado el documental sobre Arístide), quedamos en vernos pocos días después, durante su presentación en el Centro Cultural «Cuba Ocho», adonde fuera invitada, por Baltasar Santiago Martín, director de la revista Caritate, a una tertulia especial dedicada a ella, donde leería algunos de los poemas de varios de sus libros para los chicos, publicados por la Editorial Gente Nueva y traídos para la ocasión, entre ellos: Casa de tela (2010) y Pescando un sueño (2014) que leería la autora con inigualable gracia y luego adquirimos los asistentes.

DEL CANDOR Y LA TERNURA

Sin duda, estos dos vocablos —aunque parecidos, no idénticos— definen los textos de ambos cuadernos de Cristina, como del resto de sus obras, todas dedicadas a su nieta Analucía: Ternura: la que siente su abuela; Candor, la de la nieta al escuchar en su voz, los versos escritos para ella.

Ciertamente: apenas el lector abre las breves y hermosamente ilustradas páginas de Casa de tela, a cargo del muy profesional Raúl Martínez Hernández (que no tiene nada que ver con el recordado pintor y fotógrafo ya fallecido), percibe la poiesis (conocimiento para los griegos) que entrega a los pequeños la autora. Y es que Raúl se vincula tan hondamente con los textos, que los dibujos parecen haber nacido con ellos: tal es su inequívoca calidad. Con ello, además, el ilustrador enriquece los hermosos cuentos en versos, que tales son los escritos por la destacada actriz cubana.

De otro lado, en sus poemas, Cristina recurre a temáticas utilizadas por muchos poetas que, en todas las épocas y distintas lenguas, han destinado si no toda, al menos buena parte de su creación literaria a recrear el mundo (que ya no es ancho ni ajeno, tal titulara su novela el peruano Ciro Alegría) para los chicos, pero, como también la mayoría de los escritores, ella les otorga su impronta que los distingue.

 
Mas, leamos uno escogido al azar: «Se viste para la fiesta / con una falda de seda. // De seda, su blusa nueva, / de seda también el lazo / con que adorna su cabeza. // Cuando se mira al espejo, / se siente como una reina. // Lleva los labios pintados, / pulsera, collar de perlas. // Alguien murmura a su paso: / “Aunque se vista de seda, / la mona, mona se queda.” // Pueden decir lo que quieran, / el mono la encuentra bella. // Monisima, asi vestida, / de seda, para la fiesta.» («Se viste de seda»).

Como advierte arriba el ciberlector, la autora apuntala sus versos con un fino y muy cubano humor, en ocasiones utilizando “dichos” y proverbios legados por la tradición oral de nuestra rica lengua, tal se constata en el ejemplo antes citado.

Por su parte, en el próximo texto: «Así de simple», aflora la honda ternura que dije antes y siempre ostensible en esta impar abuela: «El hilo / para la aguja / como el botón al ojal. / Los colores, / a las flores. / Los pájaros, a cantar. // En tus ojos / la alegria / como la espuma en el mar. / La risa / para tu boca. / La mariposa, al rosal. // La luna / para la noche / como el sol al nuevo dia. / El sueño / para que duermas / con mi beso en tu mejilla.»


La gracia que decía García Lorca y utilizara en sus hermosos poemas para niños (reunidos y prologados por quien escribe en Los versos de tu amigo, del ya lejano 1978, publicado también por Gente Nueva) aparece en sus versos, como en el siguiente texto: «Corre y se esconde en su cueva / porque esta tan asustado, / que cerro con tres candados / las ventanas y las puertas. // Despues, con mucho cuidado, / sale de nuevo a comer… / Pero si aparece un gato, / ¡vuelve de nuevo a correr!»

El temprano aprendizaje de los números es asimismo utilizado por Cristina en «Salta y vuela», guiada por el sabio precepto horaciano del siglo I a C.: el prodesse et delectare presente en el Arte poética del gran vate latino, cuya traducción: «enseñar deleitando», conecta con el carácter bivalente que debía tener la obra literaria destinada a entretener y, a la vez, enseñar, tópico, por cierto, similar al del “Dulce et utile”, referido al lógico disfrute de una buena lectura y, a un tiempo, el recibir nuevos conocimientos sobre distintas disciplinas o —en cuanto a los pequeños escuchas, pues a esa breve edad, aun no leen—, sencillamente, cultura general. De tal suerte, escribe: «Salta el gorrión, / uno y dos. // Salta otra vez, / tres y cuatro. // Cinco y seis, / sigue saltando. // Siete y ocho, nueve, diez… // y después, / se va volando.» 

Por su parte, Pescando un sueño —ilustrado por Laura Tariche Arrinda y dedicado «A todos los niños que me prestaron sus sueños…»—, ofrece otro manjar de hermosos textos, desde el inicial «Un qué» («Abuela, ¿qué es el rocío? // Gotas de lluvia que duermen / en las hojas y en la flor, / pero en cuanto se despiertan, / suben corriendo a las nubes / por un rayito de sol.») hasta el cierre del brevísimo cuaderno con el excelente «Otro qué»: «Abuela, ¿qué es el amor? // Es un cántaro con agua, / el perfume de la flor. // Entonces, ¿qué es el cariño? // Es el amor, chiquitico. / Es el amor, cuando niño.»

Mas Cristina, con la gracia y el ángel que asimismo decía y ejemplificaba Lorca, cruza por otros deliciosos instantes, tal «A navegar», donde, sugerencia mediante, le susurra al breve escucha: «Un blanco velero / le pregunta al cielo: // ¿Por qué con mis velas / yo volar no puedo? // Tus alas son velas, / tu cielo es el mar, / los pájaros vuelan / y tú, a navegar.»

Antes de concluir mi crónica, anuncio un próximo encuentro con la actriz y poeta ¿o viceversa?, quien presentará estos y otros cuadernos en Art Emporium Gallery y ya dejo a los ciberlectores con el mínimo pero grande —por su capacidad alusiva, que no elusiva—: «Cantollano»: «Un pajarito / encerrado, / ¿está llorando / o cantando? // ¿O cantar / será su llanto / porque quiere / estar volando?»



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WALDO GONZÁLEZ LÓPEZ (Puerto Padre, Las Tunas, Cuba, 1946).
Poeta, ensayista, crítico literario y teatral, editor, antólogo y periodista cultural.
Cursó estudios de idioma Francés en el Instituto de Idiomas «Máximo Gorki» (1964-1966).
Se graduó en 1970 en la Escuela de Teatro (Escuela Nacional de Arte), donde creó el Archivo de Dramaturgia e impartió clases de Historia de la Literatura para Niños y Jóvenes, en la Cátedra de Teatro para Niños (cofundada por él) y de Historia del Teatro Universal y Cubano.
En 1979, se licenció en Literatura Hispanoamericana, en la (Universidad de La Habana, 1979).
Integró el Centro Cubano de la Asociación Internacional de Teatro y de Teatristas para la Infancia (ASSITEJ, auspiciada por la UNESCO), como asimismo las Asociaciones de Teatristas y de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en sus Secciones de Crítica Teatral, Poesía, Traducción Literaria y Literatura para Niños y Jóvenes.
Fue Asesor del Teatro Nacional de Cuba y de los Centros Iberoamericanos de la Décima (en la capital, La Habana, y en la ciudad de Las Tunas). 
RESUMEN DE SU TRAYECTORIA LITERARIA:
Ha publicado una veintena de poemarios, un volumen de ensayo, tres de crítica y otro de crónicas, así como una treintena de antologías de poesía y poesía para niños, décima, cuento y teatro de autores extranjeros (William Butler Yeats, Jacques Prévert, García Lorca, Rafael Alberti...) y dos de teatro cubano.
Sus versos han sido traducidos a varias lenguas y publicados en Francia, Estados Unidos, México, Colombia y Argentina. Ha traducido del francés a poetas como Marie de France, Molière, Joachim du Bellay y Jacques Prévert, y realizó versiones de poetas para la antología Poesía polaca.
Su labor como poeta, crítico teatral y literario, antólogo y ensayista ha sido reconocida, entre otros estudiosos extranjeros por las pedagogas y antólogas puertorriqueñas Flor Piñeiro e Isabel Freire de Matos en su volumen Literatura Infantil Caribeña; el profesor y ensayista jamaicano Keith Ellis, en su estudio Cuba’s Nicolás Guillén: Poetry and Ideology, y el antólogo y ensayista español Antonio Merino en el prólogo de su antología Nueva poesía cubana.
Prestigiosos ensayistas y críticos cubanos, como, entre otros: los doctores Salvador Bueno y Virgilio López Lemus, los destacados escritores: Adolfo Martí, Imeldo Álvarez y Antonio Gutiérrez Rodríguez se han ocupado de sus múltiples libros.
Ensayos suyos fueron incluidos en las antologías Nuevos críticos cubanos, Acerca de Manuel Cofiño y Valoración múltiple: Onelio Jorge Cardoso.
Fue jurado consuetudinario en eventos literarios, teatrales y de periodismo cultural, y participó en varios Congresos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), foros y otros encuentros con especialistas de Cuba y otros países. 
OBRAS:
Entre sus numerosos libros, resaltan: 
POEMARIOS: 
Que arde al centro de la vida
Salvaje nostalgia
Casablanca
Las palabras prohibidas
Estos malditos versos
Ferocidad del destino
El sepia de la nostalgia
Umbral de la nostalgia (libro de arte, con sus poemas ilustrados por la destacada artista plástica cubana Julia Valdés). 
POEMARIOS PARA NIÑOS: 
Poemas y canciones
Donde cantan los niños
Jinetes del viento
Libro de Darío Damián
Voces de la querencia. 
ANTOLOGÍAS POÉTICAS (CON SELECCIÓN Y PRÓLOGO SUYOS):
-Preciosa y el aire (textos de García Lorca, 1976)
-Los versos de tu amigo (textos de García Lorca para jóvenes, 1978)
-Que soy marinero yo (textos del español Antonio Machado, 1984 , Premio de la Crítica de libros para la infancia, 1985).
-Cazador de colores (poemas del cubano Emilio Ballagas; 1986).
-Paris at night (poemas de Jaques Prévert, con traduc. y pról. suyos, 1993).
-Y Dios… (poemas de William Butler Yeats, 1993).
-Añorado encuentro. Poemas cubanos sobre boleros y canciones (2001).
-Viajera intacta del sueño. Antología de la décima cubana (2001).
-Este amor en que me abraso (décimas de José Martí; 2003).
-De tu reino la ventura. Décimas a las madres (2003).
-Que caí bajo la noche. Panorama de la décima erótica cubana (2004). 
ENSAYOS: 
Escribir para niños y jóvenes (1983).
ESTUDIOS: 
-La lectura, ese esplendor (ensayos sobre lectura y literatura) publicado por Campaña Nacional por la Lectura, Quito, Ecuador (2009).
-Navegas, Isla de Oro. Panorama de la décima para niños (en colaboración con Mayra Hernández; 2009).
-Esta cárcel de aire puro. Panorama de la décima cubana en el siglo XX (en colaboración con Mayra Hernández, en 2 tomos: 2009 y 2010).
CRÍTICA LITERARIA: 

La décima dice más (2005)
La décima, ¿sí o no? (2006), ambos con sendas reediciones. 
CRÍTICA TEATRAL: 
La soledad del actor de fondo. Monólogos cubanos (1989)
Cinco obras en un acto (2001). 
CRÓNICA: 
Niebla de la memoria. 
TERTULIAS:
Entre 1990 y 2010, creó y condujo cinco (5) Tertulias de Poesía, Teatro y Música en importantes centros e instituciones culturales de la capital, como, entre otros: la Fragua Martiana, el Museo Nacional de la Música, el Museo Napoleónico y la UNEAC, donde invitó y presentó importantes poetas, escritores, cantantes, actores, narradores orales y demás artistas cubanos y latinoamericanos. 
DISTINCIONES: 
Diploma al Resultado Científico por su Colaboración a la nueva Historia de la Literatura Cubana, en tres volúmenes, otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente; el Laúd y la Medalla del Cucalambé (Las Tunas); Diploma por la Labor Realizada en Apoyo a la Décima (Universidad “Camilo Cienfuegos”, de Matanzas); Reconocimiento como Escritor y Crítico Literario (Presidencia del Instituto Cubano del Libro) y Distinción por la Cultura Nacional. 
EN MIAMI
Desde su arribo a Miami (julio de 2011), ha sido jurado en dos Concursos Internacionales de Poesía: el de la Editorial Voces de Hoy (2012) y «Facundo Cabral», del Gremio de Artistas Latinoamericanos (GALA, 2013).
Asimismo, ha fungido como jurado de los eventos escénicos: I Festival Internacional de Obras de Pequeño Formato (Compañía teatral ArtSpoken, 2011) y Primer Festival Internacional de la Comedia (Compañía Havanafama, 2013). Fue Jurado de Teatro durante dos ediciones de los Miami Life Awards.
Ha participado, como ponente, en dos importantes eventos teórico-escénicos: con una ponencia sobre la dramaturgia de Cristina Rebull, en el «Congreso Internacional de Dramaturgia y Artes Escénicas. Teoría y Práctica del Teatro Cubano del Exilio Celebrando a Virgilio Piñera, en su Centenario» (Universidad de Miami, 2012) y, con el también crítico Luis de la Paz, realizó la edición de la laureada pieza de Héctor Santiago: Vida y pasión de La Peregrina (Premio Letras de Oro de Teatro, 1995) para su lectura dramatizada, en el Congreso Internacional «Peregrinar sin ausentarse: Gertrudis Gómez de Avellaneda y Gastón Baquero, un puente perdurable entre Cuba y España», efectuado entre los días 5 y 8 de junio, 2014, en la Universidad Internacional de La Florida.
Integró los Consejos Asesores del Festival Internacional de Monólogo “A una voz” y del Gremio de los Artistas Latinoamericanos (GALA).
Mereció el 3er. Premio de Poesía en el Concurso Internacional «Lincoln-Martí» (mayo, 2012).
En julio de 2015, Ediciones Baquiana publicó, en su Colección Caminos de la Poesía, la antología poética Trazo estos signos en la arena, presentada en el Koubek Center por la poeta, narradora, dramaturga y profesora universitaria Dra. Maricel Mayor Marsán, el narrador y dramaturgo Rodolfo Pérez Valero y el poeta y periodista Baltasar Martín.
Miembro-Colaborador de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y su revista (RANLE, en Nueva York; 2014) y Miembro del Pen Club de Escritores Cubanos del Exilio (2016), asimismo colabora con diversas publicaciones internacionales, como las webs Encuentro de la Cultura Cubana (España) y teatroenmiami.com (Miami); las revistas digitales Otro Lunes (Alemania), Palabra Abierta (California) y Letra Urbana (Miami), como el blog Gaspar. El Lugareño.

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