Wednesday, August 23, 2017

Conversando con el arquitecto Rafael Fornés (por Joaquín Estrada-Montalván)

 Rafael Fornés y Roberto Gottardi
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Recientemente -21 de agosto de 2017- falleció en La Habana el arquitecto Roberto Gottardi (quien nació en Italia -30 de enero de 1927-, pero se afincó en Cuba desde los inicios de la década de 1960 y a Cuba ofreció su arte y su magisterio). Su obra principal aunque nunca concluida, especie de Sagrada Familia criolla, fue su coparticipación junto a Ricardo Porro y Vittorio Garatti, en el proyecto de las Escuelas de Arte de la Habana, considerado el complejo arquitectónico más importante de la Cuba contemporánea e incluido entre las 100 construcciones que deben ser protegidas a nivel mundial.

A raíz de la triste noticia del fallecimiento de Gottardi, conversé con el arquitecto Rafael Fornés, profesor de la Universidad de Miami, quien estuvo recientemente en La Habana con un grupo de estudiantes y profesores de la Universidad de Notre Dame, Indiana, donde ofreció lecciones in situ sobre la historia y el presente del repertorio arquitectónico en la isla.

Le pregunté sobre la importancia de la obra de su profesor y amigo. Asimismo, quise tener su opinión sobre si existe una arquitectura que pueda ser considerada cubana. Acá les comparto parte de nuestra tertulia:


Roberto Gottardi es conocido por su participación en el diseño y construcción (permanente trabajo en progreso) de las Escuelas de Arte de La Habana. Además de este proyecto, ¿cuál fue la labor creativa de Gottardi en Cuba?

Roberto Gottardi es el Arquitecto de la Escuela de Artes Dramáticas, la inconclusa como él le llamaba aludiendo a la sinfonía de Schubert. Su labor creativa es inmensa y variada.

Su obra se encuentra reseñada en varios catálogos muy completos. En mi opinión fue trascendental su labor de Maestro de cientos de arquitectos cubanos. Además, diseñó escenografías para teatro y danza, estudios de televisión, el Puesto de Mando Nacional de la Agricultura, la pizzería Maravillas en el Cerro, viviendas de microbrigadas en el Paseo del Prado, o los laboratorios del CENCREM en el Convento de Santa Clara.

Se destaca en su creativo quehacer, la constante rehabilitación de su Escuela de Teatro. En vez de mantenerse fiel al diseño original de las escuelas, como decidieron Porro y Garatti, Roberto siempre la actualizaba, la rejuvenecía con los materiales existentes y las necesidades contemporáneas. Como un escenario cambiante para cada función, su Escuela de Teatro la entendía como un organismo flexible que se adaptaba a las condicionales del momento, here and now. Su Escuela de Teatro es la única que refleja una narrativa contemporánea, mostrando los parches de los ladrillos socavados, no imitando ni sustituyéndolos, e incorpora nueva carpintería de aluminio y mobiliario de color verde Aqua en fuerte contraste con el color del ladrillo original.

 
 
 
 
 
 Estado actual de la Escuela de Artes Dramáticas,
  diseñada por Roberto Gottardi
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¿En tu reciente visita académica a La Habana pudiste percibir una manera contemporánea y cubana de concebir la arquitectura?

Siempre ha existido una manera cubana de concebir la arquitectura. Desde los bohíos y caneyes aborígenes, hasta el trazado y evolución tipológica de la casa patio de nuestra vivienda doméstica, o la monumentalidad de la cívica. Es cosmopolita desde sus inicios y posee elementos grecos romanos, árabes, medievales, renacentistas, neoclásicos y eclécticos, además de españolas francesas, norteamericanas y hasta soviéticas. Las barbacoas, las azoteas y las intervenciones  vernáculas en el contexto histórico. Es muy interesante la proliferación de elementos prefabricados clásicos (capiteles fustes y balaustradas) integrados a la arquitectura vernácula, apreciable en la periferia de Trinidad como ocurre en el barrio de La Popa, La Purísima y el puerto de Casilda.

Las monumentales favelas habaneras conviviendo con los restauros del centro histórico y los nuevos hoteles fachadistas del RAULISMO: Manzana Kempinski, Saratoga, Packard, Parque Central o Prado y Malecón.

A nivel funcional y ambiental me impresionó el cuentapropismo de los paladares y casas particulares. La intensa contaminación sonora, que va desde el reggaetón a los reiterados temas de Buena Vista Social Club.

 
 
 Sketches by Roberto Gottardi
Fotos e imágenes cortesía de Rafael Fornés

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