Wednesday, November 1, 2017

Poesía de Carlos A. Peón-Casas


PAROLES, PAROLES, PAROLES.

How sweet are telling
Of that new life when sin shall no be more.
F.W. Faber

Fiat justitia et pereamundus.
Ferdinand I

I am as sober as a Judge
Fielding

Je plie et ne romps pas.

I

Estamos al borde de la desmesura
Vienen torrentes de perversa secuencia
Viene el desastre despojado de luz

II

Vivir para ver
Un tirano aupa a otro
Pero se niega que le endilguen el trato de los farsantes…

III

Sobran las perversidades
Vivir o morir es a veces perentorio
Lo uno o lo otro,
Lo primero sobre lo segundo
Es de cualquier modo abismante desasosiego

IV

Corren tiempos aciagos
Basta con escuchar la voz clamante de los profetas resurrectos
Y su discurso post-babilónico…
Sodoma no era precisamente peor que esta Gomorra desalentadora.

V

En el camino nos acecha el dolor
En la sombra, el desespero
Mas allá se embosca la nostalgia
No queda otra que pactar
Y asumir esas señales ambivalentes
De este tiempo perganmanatado

VI

Aquí firmo y sello
Este edicto renumerativo
Sin notas al margen
Que expliquen esta descocada irrealidad



DECIMAS AL PASO

De lejana compostura
Que recuerda desencuentros
De esa otrora desmesura
Forjadora de tormentos
De ese lugar de aspavientos
De inevitable cesura
De esa razón siempre oscura
De ese lodazal sin fe
Me viene este no se que
Que me salva de la hondura.

II

Buscador de resurgencias
Dueño de un afán fortuito
Desdeñoso en su prurito
Desatando inconveniencias
Duro juicio sin sentencia
Certeza mas que funesta
Para el dolor siempre presta
Duda que niega reclamos
Puerto al que jamás andamos
Sueno de insulsa protesta



AVISOS DEL PROFETA

I

Dudad de todo. Creed a toda velocidad

II

Asumid vuestra revocada solemnidad
Y con ella el desastre consiguiente

III

Ahora como antes nadie subleva sus instintos
Queda prohibido vivir con dignidad

IV

Renegad de lo dicho y lo hecho
Ciertamente no sabréis discernir lo uno de lo otro
Y mucho menos barruntar para bien,
Las oquedades de lo incierto

VI

Ya todo queda dicho
Sabed, entonces,
Que no se pronunciaran mas palabras de salvífico aliento
Al menos para ustedes, raza maldita,
Hombres de poquísima y constrenida Fe


POST SCRIPTUM

Los que lean estos dictums
Para nada elegiacos
Entenderán lo que puedan
Leyendo forzosamente entre líneas
Y a fuerza de denodada dis-continuidad.
Los que tengan ojos para ver, verán
Los que permanezcan sordos al llamado
Lamentarán no escuchar el trompetazo salvador.

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