Thursday, December 28, 2017

Iván Monreal Alonso, ¿por qué Yarini? (entrevista por Baltasar Santiago Martín)

Nota: Agradezco a Baltasar Santiago Martín que comparta con los lectores del blog, su entrevista a Iván Monreal Alonso (realizada en la ciudad de Miami el 9 de abril del 2013). Fue publicada anteriormente en la revista Newsweek en español. Semana del 10 de junio al 17 de junio del 2013, y en la revista CARITATE de abril del 2013. Ha sido incluida en el próximo número de la revista Caritate.

La presentación del número de diciembre 2017 de la revista Caritate, dedicado a la prima ballerina assoluta Alicia Alonso y al 69 aniversario de la fundación del Ballet Nacional de Cuba, tendrá lugar este viernes 29 de diciembre de 2017 a las 8 p.m., en Art and Wine Miami  (3496 N.W. 7th St. Miami, 33125)


Iván Monreal Alonso es hijo de la reconocida maitre de ballet Laura Alonso; nieto de la mítica prima ballerina assoluta Alicia Alonso y de Fernando Alonso, figura cimera también del ballet mundial; y sobrino-nieto de Alberto Alonso, otro pilar insoslayable de la danza y de la coreografía en Cuba y en el orbe, lo cual fue de seguro un gran orgullo para el pequeño Iván, pero también un enorme desafío –como lo debe haber sido también para José Martí Zayas Bazán, el hijo de José Martí–, porque las comparaciones siempre surgen y la gente espera al menos que los vástagos de los famosos estén a la altura de sus antecesores, sobre todo cuando se ha seguido la misma profesión de aquellos.

¿Qué tan “pesado” le ha resultado a Iván ser el nieto de Alicia y de Fernando?; ¿ha sido un pro o un contra en su carrera? Todo esto y mucho más a continuación:

Iván, cuando entrevisté a tu mamá le pregunté: “¿La vocación por el ballet fue natural, o inducida por la profesión de sus padres y la presión de la familia, los amigos y el medio, que esperaban que usted también se dedicara al ballet?”, y ahora te hago la misma pregunta a ti.

Todo a mi alrededor era ballet, incluso antes de nacer...; acompañaba a mi madre a clases y funciones, así es que la vocación por el ballet no fue inducida, sino que vino incluida.

Lorenzo Monreal –tu papá–, también era bailarín de ballet, ¿qué pasó con él y cómo lo recuerdas?

Mi padre, Lorenzo Monreal, se quedó en una gira del Ballet Nacional de Cuba (BNC) en París, junto con otros nueve bailarines; esta gira hoy se le conoce como “la gira de los diez”. Los recuerdos de él en mi infancia son fragmentos muy cortos y fuera de foco, como secuencias de una vieja película, pero años más tarde pude conocerlo en Nueva York, durante la segunda gira del BNC a los Estados Unidos. Siempre tuve la esperanza de podernos ver en alguna parte del mundo…

Ahora, después de su muerte –porque murió meses después con 45 años de edad– tengo la certeza de que vamos a encontrarnos algún día.

¿Cómo es Alicia como abuela?

Me resulta muy difícil esta pregunta, pero como soy el único que puede responderla, te diré que no es una abuela como la de todo el mundo, que te malcría y dice maravillas del nieto, pero en la intimidad familiar es muy simpática y cariñosa, con un gran sentido del humor.

¿En qué año te gradúas, y dónde hiciste el servicio social?

Terminé la Escuela Nacional de Arte en 1976, después de siete años de estudio, y entré al Ballet Nacional de Cuba, porque en aquel momento no existía el servicio social ni el Ministerio de Cultura, sino el Consejo Nacional de Cultura, y después de graduado ibas al Ballet Nacional o al de Camagüey.

¿Qué tan “pesado” te ha resultado ser el hijo de Laura y el nieto de Alicia y de Fernando?; ¿ha sido un pro o un contra en tu carrera?

Ser hijo de Laura y nieto de Alicia y de Fernando resultó ser muy pesado, porque la cadena siempre se rompe por el eslabón más débil, y ese era yo. Es súper complicado en lo personal poder separar la familia y el trabajo; cuando era estudiante, en los exámenes, el presidente del jurado era mi abuelo, cuando entro en la compañía, la directora era Alicia; me voy al Ballet de Camagüey, y el director era abuelo; paso para ProDanza, y la directora era Laura, mi madre.

Una persona normalmente tiene tres tipos de problemas: en la casa, en el trabajo y en la familia, pero yo tengo uno solo que son los tres juntos; en resumen, a pesar de todo, ser de la familia ha sido más a mi favor que en contra.

¿Cuándo y por qué Yarini?

Si mal no recuerdo, el estreno fue en el 2005, en el Teatro Mella, y la reacción del público fue fantástica. El ballet tuvo muy buena acogida, para sorpresa mía, porque creía que no aceptarían la ausencia de los personajes de la obra teatral en mi coreografía. Yarini –que todavía hoy sigue siendo “el rey de San Isidro” –, vivió en un período muy importante de nuestra historia: el final de la lucha de nuestros mambises y la transformación de Cuba de colonia en república.

Nací el mismo día que Yarini, el 5 de febrero –pura coincidencia–, pero yo en el año 1959…

Leí que Alicia fue al estreno de este ballet, ¿qué te comentó después?

En efecto, abuela fue al estreno de Yarini..., primera y única vez que asiste a una función de ProDanza. No me dijo si le gustó o no, y yo no le pregunté porque estaba muy, muy, muy nervioso, pero sí me dio valiosos consejos sobre cómo hacer un ballet, que me habrían ayudado mucho de haberlo sabido antes.

¿Cómo fuiste a parar a Santo Domingo?

Fui a Santo Domingo porque creía que con una vieja amiga podría hacer una nueva vida...

¿Quiénes son tus paradigmas en el mundo de la danza?

Como bailarines, Jorge Esquivel, Lázaro Carreño y Andrés Wiliams; y después, como coreógrafos, tío Alberto (Alberto Alonso), Bob Fosse, Balachine y Jerome Robins.

¿Cuál consideras que ha sido tu mayor logro personal y profesional?

En lo personal, Carmen, Camila y Lucía –mis tres hijas–; y en lo profesional, Yarini.

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