Friday, February 23, 2018

Gorrión Desgreñado y el viejo alfarero (por María Antonia Borroto)


Un gorrión que vive en una maceta, alimentado por un viejo alfarero, es el punto de partida de Gorrión Desgreñado y el viejo alfarero, de Niurki Pérez García; un gorrión que apenas conoce nada más allá de la tapia que lo aísla del mundo, temeroso hasta de la sombra de los gatos y algo exagerado al expresar sus tristezas y miedos, simpático animalito —tanto como suelen serlo sus congéneres— que un buen día, llevado por el bueno de Simón, descubre la ciudad donde vive.

Tal es, a grandes rasgos, la historia del libro. Visto así, es fácil advertir sus intenciones didácticas. Las tiene, por supuesto, pues si seguimos el itinerario propuesto en cada uno de los tres paseos —forma de estructurar el libro y de evadir la clásica ordenación por capítulos—, tendremos una idea bastante cabal de la zona más antigua de la ciudad de Camagüey.

El libro, el primero dedicado a los niños por Ediciones El Lugareño (2013), de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, estuvo entre sus destinatarios justo para el aniversario 500 de Santa María del Puerto del Príncipe. Resultaron muy evidentes los deseos de sumarse a los festejos y de entregar a los pequeños una manera divertida de hacer suya la ciudad que habitan; mas otras muchas aristas tiene esta singular entrega.

Dígase la elección misma del personaje: un Gorrión Desgreñado, que a pesar de haber sido comparado en algún momento con un niño, le permite a la siempre imaginativa Niurki Pérez un peculiar manejo del punto de vista. Con naturalidad, pues se trata de una criatura alada, de una criatura, incluso, que comienza a volar seducido por el entorno urbano, puede advertirse la ciudad desde una perspectiva que no es la del paseante habitual. Otro acierto es el contrapunteo con el viejo y afable alfarero, Simón, quien le sirve de guía durante las salidas, que responde a sus preguntas y ríe de sus ocurrencias, como en ese momento delicioso en que, una vez explicado por qué el centro histórico de la ciudad ha sido declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, el gorrión se pregunta por el patrimonio de la “gorrionidad”.

Junto al descubrimiento de la ciudad, de sus calles, iglesias y plazas; junto a la brisa cariciosa que sentimos cuando con ellos vamos al Casino Campestre, y junto a la frialdad que cual hálito del tiempo nos llega de las catacumbas de la Iglesia La Merced, este libro trata también el difícil crecimiento personal. El viaje que Gorrión Desgreñado emprende tiene varios puntos en común con el viaje iniciático en las historias tradicionales, y es, en buena medida, una metáfora de la infancia, de esa aspiración tan suya de ir más allá de los límites impuestos, o lo que es mejor, de asumir el hecho de crecer como sinónimo del corrimiento de los límites propios y del afianzamiento de la voluntad. Es una metáfora también de las relaciones entre las edades extremas, del diálogo y la experiencia compartida como formas preferentes para la educación, la que es también enculturación. Crecer es, por tanto, aprender a conocer el entorno, a conocer las potencialidades propias —el difícil conócete a ti mismo—, y asumirse cual parte de una tradición cultural.

Sin alardes de erudición, con palabras sencillas, pero sin aniñar ni adulterar el tono, con un finísimo sentido del humor, con diálogos chispeantes, el asustadizo gorrión y el paciente Simón van y vienen por las calles de Camagüey y también por las bellas páginas del libro. Fotos que muestran a todo color los emplazamientos descritos y los dibujos realizados por la propia Niurki, y varios juegos, todos debidamente acoplados, le confieren otros atractivos a Gorrión Desgreñado y el viejo alfarero, atractivos nada usuales en los libros cubanos destinados a los niños.

Pero el volumen no termina en la última página. Siempre, al cerrar un libro, comienza otro proceso. Pero en este, en este que convierte el asunto de los límites personales en objeto de reflexiones, quedan muchas puertas abiertas: cada una de las postales que lo acompañan. Se trata de bellas y sugerentes imágenes, concebidas por Niurki, que deben, en un juego infinito, ser la génesis de nuevas historias. A ello, gentilmente, se invita a al lector: a inventarse un mundo propio, tanto como antes se le ha dicho que sí, que ha de crecer y, al hacerlo, “conocer el mundo desde el lugar más importante: el lugar donde vives”.


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María Antonia Borroto Trujillo: Periodista. Dra. en Ciencias de la Comunicación. Autora de los libros La novia de Martí, Lectura en dos orillas, Imagen múltiple de la ciudad: tres cronistas miran La Habana, Palpitación de lo diario: un costumbrista llamado José Martí, Páginas volanderas, El escritor y la bibliotecaria y Julián del Casal: modernidad y periodismo (Mención Casa de las Américas en 2014.  Editorial Oriente, 2016).
Actualmente se desempeña como profesora en la Universidad de las Artes, ISA, filial Camagüey.

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