Texto leído en el XV Coloquio Internacional Ernest Hemingway, (2015), celebrado en Ciudad de La Habana bajo los auspicios del Museo Ernest Hemingway de Finca Vigía en coordinación con la Cátedra Hemingway del Instituto Internacional de Periodismo “José Martí”. Agradezco a Carlos que lo comparta con los lectores del blog.
Ernest Hemingway decorated by the Cuban government in 1955 for helping the Cuban tourist business. He received the Havana Province's Order of San Cristobl from Gov. Panchin Batista, right. (AP Photo)
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En 1924, en el minuto que podría ser el mas álgido en materias de subsistencias(2), para el Hemingway en camino a escritor consagrado, luego de quemadas las naves del periodismo, una luz parecía brillar para el joven creador al final del túnel: su dictum poético le era reconocido, en una nación fuera de las entonces coordenadas creativas de aquel Paris habitado por lo mejor y mas prometedor de las letras y las artes del siglo xx.
La Alemania recién salida de los horrores de la primera guerra, y enmarcada en las turbulencias de la hiperinflación económica, leía con avidez algunos textos poéticos del joven poeta Hemingway, aparecidos en la revista literaria Der Querschnitt(3) .
Los lectores alemanes le endilgaban ya con todo gusto, el apelativo que le da título a este trabajo: el poeta. Y aunque en la reconocida opinión de Carlos Baker, los textos publicados allí, en aquel minuto no eran más que: “poemas crudos o burlescos, (…) ninguno llamado a valorizar su reputación”(4), algo más que: “una de las ironías de una época inexigente”(5), en la misma opinión de su biógrafo, se movía detrás del hecho.
Un detalle contrastante en aquella época de galopante crisis inflacionaria de las monedas europeas frente al dólar, era el pago por sus contribuciones a la revista de marras: una bonita suma en marcos alemanes (90.000)(7), que al cambio se convertían en seiscientos francos franceses, un precio singular para sólo cinco poemas; pero una cantidad que superaba con creces lo que al propio escritor podría serle remunerado en París, en una año, por sus historias aparecidas en The Trasatlantic Review, la revista editada por el conocido hombre de letras Ford Madox Ford, y de la que el propio Hemingway llegó a ser sub editor sin sueldo, o por alguna otra esporádica contribución literaria(8), como veremos más adelante.
Lo que si parece innegable es que en el ego del joven poeta, devenido luego narrador de oficio, quedaría el recuerdo certero e inamovible de aquella experiencia. Recuérdese aquel pasaje de Las Verdes Colinas de Africa, donde un ficcionalizado Hans Koritschoner, bajo el apelativo de Kandiski, y en medio del paisaje africano, sorprende al narrador-autor, al referirle que ha leído sus poemas en Der Querschnit. La anécdota que se vuelve literatura, nos recuerda el sorprendente hallazgo de su fama de rimador:
-Hemingway es un nombre que yo ya he escuchado. ¿Dónde? ¿Dónde lo he escuchado?. Oh, sí. The dichter. Ud sabe, Hemingway ¿el poeta.?Pero la historia del poeta nobel, que era capaz de vivir de aquellos tempranos emolumentos ganados en un género ciertamente menor, y del que mudaría muy pronto para dar paso al narrador y al novelista, había empezado un poco antes.
-¿Dónde lo ha leído?
-En el Querschnitt.
-Ese soy yo, le dije muy complacido. Querschnitt era una revista alemana en la que he publicado algunos poemas obscenos, y un largo relato(9) años antes de que pudiera publicar algo en los Estados Unidos(10).
En una carta de Hemingway al que fuera su temprano mentor Sherwood Anderson, fechada en marzo de 1922, daba cuenta de cómo Ezra Pound se habia hecho cargo por esos días de seis de sus tempranos poemas(11) y se los había enviado a un prominente editor de la época, Scofield Thayer, dueño además de la conocida publicación The Dial de la que el propio Pound era ya un reconocido contribuyente, Hemingway se quejaba empero que el editor no se hubiera pronunciado a favor de publicarlos, incluso se cuestionaba si realmente Ezra tuviera toda la ascendencia necesaria sobre aquel, pero que deseaba encarecidamente que así fuera(12).
La historia real nos relata que finalmente fueron rechazados por Thayer y que Hemingway le guardó para siempre animadversión a la revista y a sus editores(13).
Paralelamente, y por recomendación del propio Ezra, Hemingway vería publicado en junio de 1922, un temprano texto suyo (Ultimately), en la revista Double Dealer, editada en New Orleans por John McLure, coincidentemente con la aparición en ese mismo número de un temprano poema de William Faulkner. En la opinión de Baker se trataría “del primero de sus poemas adultos publicado en los Estados Unidos”(14). Pero hasta dónde sabemos, Hemingway no recibió el pago correspondiente a esa colaboración y del hecho queda evidencia en una misiva suya al editor, donde con duras palabras le recrimina por el impago(15).
Independientemente de aquel desencuentro, Hemingway no dejaría de insistir con otros editores de revistas como es el caso de Harriet Monroe que regentaba en Chicago la conocida Poetry: A Magazine of Verse, donde aparecerían finalmente aquellos textos relegados por Thayer, y en carta dirigida a la editora, fechada en Julio del propio año, le reiteraría el agradecimiento por los textos que estarían por salir, y le enviaba otros candidatos a ser publicados(16) .
Igualmente, otro poema suyo, aparecería en la primavera de 1923, en otra publicación la revista The Little Review(17), se trataba de They all made Peace- What Is Peace?, en línea francamente satírica que recreaba el ambiente de la Conferencia de Lausanna de 1922, en la que Ernest fungió como corresponsal.
Pero volviendo la mirada a los textos de Papa, aparecidos en Der Querschnitt, tenemos la certeza que al igual que los que fueron confiados a Three Stories and Ten Poems, son hijos del mismo y temprano influjo poético, y que, si bien ciertamente funcionan como un “entretenimiento falto de refinamiento”(18), no hizo dudar a su primer editor de sus cualidades como poeta, textos en los que por demás aquel Hemingway se vendía como tal(19), y que si bien no eran tantos para un solo volumen, pudieron felizmente acompañar con indudable dignidad a sus primeras tres narraciones.
Uno en particular, lo pone en cercanía con la persona de sus dos tempranos editores parisinos: Robert McAlmond y William Bird. La conexión se singulariza con el primer viaje a España de Hemingway en 1923, acompañado de aquellos y de Mike Strater. Un periplo que principió por Madrid, en la pensión de San Jerónimo, y que los llevaría luego a Sevilla, Granada y Málaga, pasando además por el singular pueblo de Ronda, un sitio con posteriores repercusiones literarias en su obra narrativa(20).
El título de esta temprana composición es sugerente: El alma de España con Mc Almond y Bird, los editores, y que a los efectos de la publicación en la revista alemana, se dividió en dos partes, apareciendo en dos números consecutivos de la misma(21).
En la apertura del poema, el texto nos recuerda a otra voz, cercana en el tiempo parisino: a Gertude Stein, mentora de indudables influencias iniciáticas, que al decir de Nicholas Gerogiannis “se hizo aparente que después de (Hemingway) conocerla, sus teorías y obras fueron fuertes influencias en la poesía que escribió”(22). La línea reza:
En la lluvia, en la lluvia, en la lluvia, en la lluvia de España./ Acaso llueve allí?(23)Las alusiones que seguirán en el texto harán una interesante mención a otros personajes y eventos que se vinculan en ese minuto con el autor: el escritor Waldo Frank, el crítico Mencken, y la revista The Broom, editada por Harold Loeb, ficcionalizado en Fiesta como Robert Cohn, y “virtualmente crucificado”(24) en aquella.
Para todos aquellos “hijos exitosos” de último minuto, como los llama en el poema, Hemingway usa un demoledor apelativo: basura, o su equivalencia más sonora en la lengua de Shakespeare. Su estilo ríspido e ironico se encarga de pasarle factura a grupo tan suigéneris. La razón, es simple, se habían expresado en iguales términos sobre Ezra Pound, para quien el poeta muestra enseguida su gran consideración cuando expresa:
Ellos dicen lo mismo de Ezra,/Pero Ezra está bien./Vayamos y levantémosle un monument/Uno bien agradable./Ya lo hicieron bien./Pueden hacer otro?/Trataré y hare uno/Trataremos,/Dejen que la pequeña de la esquina también lo intente/Vamos pequeña./Hazlo por Ezra./Bien./Ustedes han sido todos hijos exitosos/Déjennos limpiar el embarro/El Dial le erige uno a Proust/Nosotros levantamos otro a Ezra/Un monumento es un monumento/Después de todo, lo que cuenta, es el espíritu.(25)
Detrás de la idea de honrar a Pound, en los ecos de una última línea, otra vez con reiterado sabor a la Stein, se afianzaba la ironía total de un Hemingway que tenía por blanco otra vez a la revista The Dial. La idea de honrar a Ezra tenía todo el sentido de valorizar en vida a un hombre de talentos incuestionables, en lugar de esperar para hacerlo a su muerte, tal y como había sucesido con Proust, fallecido en ese minuto.
La segunda parte del poema, tiene el interesante añadido de esa primera memoria gráfica que Hemingway se llevará de España para siempre, y a la que habrá de volver en interminables rittornellos en su tiempo creativo: las corridas de toros.
Es sabida la anécdota, que cuenta Baker, de que en aquel primer viaje, Robert McAlmond, en ocasión de la primera gran corrida en Sevilla, se mostrara horrorizado en el minuto que el primer toro embistiera contra el caballo y el picador, Hemingway no pudo menos que mostrarle su desprecio, cuando aquel en una pose de pánico lanzara un agudo grito al ver al caballo caer destripado(26).
Aquel recorrido que había sido pródigo en corridas memorables, como la acaecida en la impresionante localidad de Ronda, en su antigua plaza, cercada de montañas, o en Granada, otra plaza, donde fueron testigos de una novillada en plena lluvia(27), parece ser el retrato vivo de este minuto poético donde Hemingway, describe con pinceladas firmes y brillantes el decursar de la lidia que da comienzo en la ventosa plaza donde los diestros no pueden hacer lucir sus mejores artes, con la consabida técnica de la Verónica:
Tú vienes a España pero no te quedas.Anna, Verónica/; Marcial, Verónica; Pablo, Verónica; Gitanillo, Verónica. No/ ellos no pueden hacer la Verónica porque el viento sopla. El viento sopla/ y no nieva, mira al toro con su sangrante nariz.(28)Lo que sigue del poema tiene ese inevitable estilo directo, narrativo y con tintes cinematográficos, que describe con acento poético la duración de una escena que pudo haber sido fugaz o interminable, según se mire, pero definitivamente tragica e imborrable en sí, como es el sentido más hondo con que el poeta contempla el suceso, en este anticipo , y luego más tarde como narrador, cuando logre el mismo efecto en sus famosas miniaturas, ya ejercicios singulares de una bien domada prosa poética, sobre Villalta o Maera(29), que serán el fruto de su segunda cercanía a España, esta vez con Hadley en su primer Sanfermín en Pamplona.
Una estocada limpia bien limpia/Corren en círculos /con las capas y los toros giran y giran,/ (…)/ Y la espada muestra aletargada su empuñadura y las banderillas se asoman por los ángulos. Bien estocado por el aplaudido diestro. Bien estocado por la afamada espada./ Le van a matar pegándole detrás de los cuernos con el puñal corto/Los cuchillos cortos son puñales efectivos, producen el corte que se necesita/A las mujeres les encanta ver la puntilla en acción. Es casi exactamente como apagar una bombilla eléctrica.(30)Junto al resto de los textos que Der Querschnitt publicara, toda esa producción poética de aquel minuto, sirvió además, al decir del bien informado Nicholas Gerogiannis,: “como ejercicios estilísticos y como un vehículo para una sátira instantánea(…)”(31). Otros, no publicados en ese minuto, son igualmente, considerados como sigue apuntando Gerogiannis: “trabajo de aprendiz”; sin embargo: “Hemingway reconocería su importancia para el comienzo de su carrera”(32). Así lo haría saber a Charles A. Fenton en 1951:
La única obra de mi autoría que yo endorso y reconozco como verdaderamente mía es la que he publicado desde Three Stories and Ten Poems y la aparecida en In Our Time.(…) Estoy feliz de haberla escrito (…)y una vez que se publica es tu responsabilidad.(33)De cualquier manera, seguir ciegamente la pauta que algunos críticos promueven respecto a ese supuesto grandeur de sus textos poéticos, no parece hoy objetivo, aunque sí se hace imprescindible, conocer de primera mano esas coordenadas poéticas, para entender muchas veces los intríngulis y las relaciones inevitables entre una y otra arista en su rico entramado literario, hecho ineludible para todo lector bien informado; por ende, suscribimos sin temor lo que al respecto nos sigue apuntando el avisado editor de su poesía Nicholas Gerogiannis:
Sería un error atribuirle mucha importancia a estos poemas en el desarrollo artístico de Hemingway(…) Por lo que sabemos ahora sobre su estilo literario, era perfectamente natural que en sus años formativos hubiera intentado trabajar las formas poéticas, las líneas cortas, la imaginería concreta, la potencia de las palabras individuales, el ritmo, y que hubiera apelado a la potencia por adquirir un poder condensado en su lenguaje(…) Los poemas no representan el estilo maduro de Hemingway. Pero siempre sucede que con las publicaciones póstumas de trabajos menores, el lector reconoce al hombre detrás del mito.(34)Ese más completo reconocimiento que nos legan estos textos, es sin dudas una certeza singular que da a la perdurabilidad de este Hemingway, der Dichter, una trascendencia espacio temporal que no confirma, para bien de su legado poético, aquel lacónico adagio que el gran Borges dedicara a Un poeta menor, y que reza lapidario: “La meta es el olvido/yo he llegado antes".(35)
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Citas y Notas
- Hemingway, el poeta. Véase además sobre el tema de su poética mis anteriores ponencias: Entre textos y contextos. La imprescindible sincronía entre la poesía y la prosa hemingwayana; Reflexiones desde una traducción. Los poemas cubanos de Hemingway y Ernest Hemingway: el poeta que todavía no conocemos.
- El tema monetario pareció ser demandante aquel 1924 para Hemingway, cuando reconocía que los ingresos netos de aquel año habían ascendido a 1100 francos, que “ni siquiera Tres historias..ni En nuestro tiempo le habían reportado tanto como un sou y que él y Hadley estaban tratando de subsistir con cien francos al mes” Ernest Hemingway. A Life Story. Carlos Baker.Charles Scribner’s Sons. New York. 1969. p. 140
- Publicación literaria fundada en 1921 en la ciudad alemana de Frankfurt, por Alfred Flechtheim, un marchand, dueño además de galerías en Berlín y Dusseldorf. La traducción del título al español no es muy sugerente: La sección transversal (The Cross-Section). Su representante en Paris en 1924 era el conde Hermann von Wedderkop, quien según nos sigue acotando Baker, era conocido en los círculos artísticos parisino como Mr. Awfully Nice, “en honor de las únicas dos palabras en Inglés que habitualmente pronunciaba” Ibíd. p. 134.
- Ibíd.
- Ibíd.
- En una visita de Hemingway a Alemania en 1922, apuntaba que la tasa de cambio era de 850 marcos por un dólar, cifra que daba para que dos personas solventaran sus gastos diarios. En otro minuto de ese mismo periplo por la Selva Negra, que lo conduciría igualmente a Franckfort y Colonia, apuntaba a Gertude Stein: “En lo adelante me cuidaré de gastar cada franco si pienso que equivale a 150 marcos, 10 cervezas, el precio de 5 licencias de pesca o una botella de Wachenheimer” En otra comunicación a sus padres les hacía saber que: “como el marco sigue cayendo tenemos ahora más dinero que cuando llegamos hace dos semanas, y si nos quedáramos más tiempo pudiéramos vivir con nada. La Economía es una gran cosa”. En En The Letters of Ernest Hemingway 1907-1922. Edited by Sandra Spanier and Robert W. Trogdon. Cambridge University Press. 2011. p.348 , 351 y 352.
- Incluían los textos: The Soul of Spain with McAlmon and Bird the Publishers ( Part 1 and )2, The Lady Poets with Foot Notes, The Age Demanded y The Earnest Liberal’s Lament. En Ernest Hemingway. Complete Poems. Ed. by Nicholas Gerogiannis. University of Nebraska Press. 1992.
- El dato nos lo suministra el propio Hemingway en Paris era una fiesta , en el aparte dedicado a otro poeta de su generación Ernest Walsh, cuando aclare que el precio de sus contribuciones poéticas, a la revista Poetry, no excedía los 12 dólares la página. En Paris era una fiesta. El hombre marcado para la muerte. Arte y Literatura. La Habana, 1988.p.110
- Se trata del relato The Undefeated aparecido en la revista en dos partes, en el volumen 5 (Verano y Julio de 1925), pp 521-535 y 624-633 con el título Stierkampz. En Ernest Hemingway. A Life Story op cit. p. 586
- Green Hills of Africa (New York: Scribners, 1935) p.7 en Ernest Hemingway. Complete Poems op cit. Introduction. p. xvii
- Se tratan de los mismos poemas recogidos bajo el titulo de Wanderings en Poetry. A Magazine of Verse editados por Harriet Monroe en Enero de 1923 a saber: Mitraillatrice, Oily Weather, Roosevelt, Riparto de Assalto, Champs de Honneur, y Chapter Heading y que son igualmente parte de la posterior edición de Three Stories And Ten Poems. En The Letters of Ernest Hemingway 1907-1922. Edited by Sandra Spanier and Robert W. Trogdon. Cambridge University Press. 2011 p. 332 nota 7 de los editores
- La frase en el original es harto elocuente: “I don’t know if whether he has much drag with Thayer so I don’t know whether Thayer will take the poems or not, but I wish to hell he would”. Ibid. p. 331.
- Ibid. p. 332. La propia revista, en la persona de James Sibley Watson Jr, editor, y el precitado Thayer, editor en jefe, rechazaron también en 1925 el relato The Undefeated. En Ernest Hemingway. A Life Story.op cit. p.587
- Ibíd. p. 95.
- Hemingway reclama sus propios intereses cuando le expresa:”Por algún tiempo el título (de la revista)-Double Dealer me traía confundido. Pero ya no. Significa que su práctica es defraudar a los subscriptores y al contribuyente. Si Ud tiene suficiente dinero para anunciarse en la contraportada de The New Republic, ¿por qué no pagarle a los colaboradores.? En The Letters of Ernest Hemingway 1907-1922 op cit. p. 354
- Ibid. p.347. En otra misiva posterior (16 de noviembre de 1922) el propio Hemingway le pediría a la editora el beneplacito para incluir esos textos que estaban por salir en la revista, en el que sería su primer libro ya aludido: Three stories and ten poems, que vería la luz en el verano de 1923 editado por Three Mountain Press (En The Letters of Ernest Hemingway 1907-1922. Op cit. p. 336
- Ibid. p.332. Nota de los editores que alude al comentario que al respecto le hace Haddley a Grace Hemingway
- Nicholas Gerogiannis. En Ernest Hemingway. Complete Poems Edited by Nicholas Gerogiannis.University of Nebraska Press, 1992. Introduction. p.xxiv
- Dice Baker al respecto que: “Ernest se suponía a sí mismo como poeta y McAlmon no vió razón para que su primer libro no incluyera tanto poesía como prosa.” En Ernest Hemingway. A Life Story.op cit. p. 111
- Recuérdese en Por quién doblan las campanas, la historia de Pilar sobre la masacre de los fascistas en ese sitio: el pueblo natal de Pablo.Ibíd. p 345
- Publicados en el volumen 4 (Otoño del 24, y Noviembre del 24) Ibíd. p 585
- Nicholas Gerogiannis. En Ernest Hemingway. Complete Poems. Op cit. p.xiii
- Ibíd. Recuérdese el texto antológico de la Stein: A rose is a rose, Al que Hermingway le hace evidente eco al decir:( In the rain in the rain in the rain in the rain in Spain./Does it rain in Spain?) The Soul of Spain with McAlmon and Bird the Publishers. p. 70.
- En Ernest Hemingway. A Life Story.op cit. p. 179
- But Ezra is nice./Come let us build a monument to Ezra./Good a very nice monument./You did that nicely./Can you do another?/Let me try and do one./Let us all try and do one./Let the little girl over there in the corner try and do one./Come on little girl./Do one for Ezra./Good./You have all been successful children./Now let us clean the mess up./The Dial does a monument to Proust./We have done a monument to Ezra./A monument is a monument./After all it is the spirit of the thing that counts. The Soul of Spain with McAlmon and Bird the Publishers. En Ernest Hemingway. Complete Poems. Op cit. p.70
- Hemingway refiere al hecho cuano se expresa de McAlmond en los siguientes terminos: "Americano, varón, educación universitaria…Llevó a la primera corrida una botella de Brandy- ya en el ruedo tomó varios tragos, cuando el toro cargó contra el caballo y el picador, hiriendo al primero, dio un profundo suspiro y se dio otro trago de brandy, repitiendolo en cada encuentro entre el toro y el caballo. Parecía en busca de sensaciones fuertes. Dudó de lo genuino de mí entusiasmo por las corridas. Declaró que era una pose, y que si el no se sentía entusiasmado nadie podría estarlo….” En Ernest Hemingway. A Life Story.op cit. p. 111
- Ibíd.
- You come to Spain but do not remain. Anna Veronica, Marcial Veronica, Pablo Veronica, Gitanillo Veronica. No they cannot Veronica because the wind blows.The wind blows and it does not snows look at all the bulls with the bloody nose. Part Two of the Soul of Spain with McAlmon and Bird the Publishers. En Ernest Hemingway. Complete Poems. Op cit. p.73
- Así lo retrata en la miniatura dedicada a Villalta: (…)“When he started to kill it was all in the same rush.The bull looking at him straight in front, hating.He drew out the sword from the folds of the muleta and sighted with the same movement and called to the bull,Toro! Toro! And the bull charged and Villalta charged and just for a moment they became one. Villalta became one with the bull and then it was over. Villalta standing straight nand the red hilt of the sword sticking out dully between the bull’s shoulders(…) En The Complete Short Stories of Ernest Hemingway. The Finca Vigía Edition. Scribner Paperback Fiction, NY, 1998. Chapter XII, p. 141.
- Part Six A Serious and Vivid Account of a Dramatic Moment in the Cruel Sport. Estocada stuck. Well stuck. They run round in circles with the capes and the bulls whirls round and round and then goes down and folds his knees under and his tongue sticks out and the sword sticks out dully the hilt and the banderillos stick out sharply at angles. Well stuck by the applauded diestro. Well stuck by the afamoused espada. They are going to kill him back of the horns with the short knife.Short knives are thickshort knives are quick short knives make a needed nick.Women love to see the puntillo used. It is exactly like turning off a electric light bulb. The Soul of Spain with McAlmon and Bird the Publishers. En Ernest Hemingway. Complete Poems. Op cit. p.72
- Nicholas Gerogiannis. Ibíd. p. xiv
- Ibíd. p. xv
- Ibíd. p. xv
- Ibíd. p. xxi
- Jorge Luis Borges. Páginas Escogidas. Casa de las Americas, 1996. p.72
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