Los detalles de aquellas celebraciones que ya remontan las seis décadas, los revela la prensa de aquel minuto en la ciudad, el entonces diario Adelante, en sus ediciones correspondientes a tan alusivas fechas navideñas, y que con mucho celo conservamos en la Biblioteca Diocesana de Camagüey, a nuestro humilde encargo.
Justo en la emisión del 24 de diciembre, la de la tradicional Nochebuena a la cubana y a la que nunca dejaron de adscribirse creyentes y no, y que particularmente en el terruño principeño de antaño, y en el Camagüey de siempre, tuviera siempre connotaciones tan pintorescas y diversas, hay una alusión muy particular a las celebraciones públicas del hecho de aquel día.
Transcurrían en el arbolado y siempre acogedor Casino Campestre. Se trataba de un programa celebrativo, preparado por el Comité Municipal de Navidad y Reyes, desde las cinco de la tarde hasta pasadas las ocho de la noche, y que tenía continuidad hasta el 6 de enero, el Día de Reyes.
Las actividades desglosadas en sus horarios, aparecían anunciadas en la página dos de la edición de Adelante ya citada e incluían a saber:
- De 5 a 6 pm. Narración infantil navideña (Cuentos y Villancicos)
- De 6 a 6.30. Explicación del nacimiento de la gruta. Durante la media hora, cada 10 minutos entrará un grupo de personas.
- De 6.30 a 7.30. Narraciones puestas y villancicos de Navidad.
- De 7.30 a 8. Explicación del Nacimiento de de la gruta con villancicos cubanos
- 8p.m Escenificaciones y coros de todos los colegios públicos y privados de Camagüey
- Al terminar. Explicación del Nacimiento de la gruta.
- Como el lector fácilmente colige, el acto celebrativo tenía como atractivo singular aquel Nacimiento desplegado dentro de la conocida gruta del Casino, y que como no es muy poco sabido, fue regalo a la ciudad de un alcalde de los tiempos machadistas: Domingo de Para(1).
Aquel Nacimiento era a no dudarlo, un espacio singular y atrayente, de cuyos detalles no podemos dar lastimosamente más particularidades, pues nacimos para cuando tal costumbre ya había sido “convenientemente” difuminada del escenario y hasta del imaginario citadino, pero de la que mis mayores si me dan testimonio, y que igualmente debe ser un indeleble recuerdo para mis lectores que pasen de los sesenta, que recordar sin dudas es volver a vivir.
Otras coordenadas de aquellas celebradas Navidades de aquel año, las completaban algunos avisos de las autoridades de la ciudad como aquel que rezaba que:
En el Ministerio de Gobernación se informó que para la celebración de las fiestas de pascuas y navidades no hace falta permiso alguno, ya que el deseo del gobierno revolucionario es que todo el pueblo tenga las mayores facilidades para celebrar esas fiestas, las primeras de Cuba Libre(2).
O este otro, una proclama intitulada “Al Pueblo de Camagüey”, rubricada por el Dr. Daniel Álvarez Rodríguez, quien fungía en aquel minuto como Jefe Local de Sanidad, y cuyo contenido aludía a un sensible tema: el peligro de contagio con alguna enfermedad de los cerdos a sacrificar para las fiestas al uso. Así lo puntualizaba:
“Debido al entusiasmo Pascual y a fin de evitar el contagio de enfermedades transmitidas por los cerdos que puedan estar enfermos, esta Jefatura Local de Salubridad, velando por la salud del pueblo, recomienda que al adquirir carnes de puerco exijan al vendedor el correspondiente conduce de haber sido sacrificado en el Matadero Municipal, o autorizado, donde se practica su inspección veterinaria.
“Por un pueblo sano en una Cuba Libre”
No faltan en los periódicos de estos días fiestas, las alusiones a obras caritativas dispensadas a los menos favorecidos, como lo fuera la cena ofrecida a más de seiscientos niños pobres en el Oratorio Salesiano “Domingo Savio” la nota que acompaña a un par de imágenes gráficas apuntaba que:
El Oratorio Salesiano “Domingo Savio” hizo posible que más de seiscientos niños pobres disfrutaran ampliamente de la Nochebuena. Con la cooperación de infinidad de personas de buena voluntad el Reverendo Padre Silla sentó en las mesas distribuidas en el Colegio a un grupo extraordinario de niños quienes recibieron la atención de todos los miembros de esta congregación religiosa pasando horas de interminable alegría(4).
Acaso como feliz colofón a aquellas celebraciones pascuales, inmersas de se espíritu siempre trascendental de dar y compartir, reproducimos para el lector el texto de un anuncio pagado por la Escuela del Hogar, de célebre trascendencia en los mejores apegos formativos de la otrora ciudad y que no dejaba en entredicho, esos magníficos sentimientos antes esbozados:
Navidades y Reyes de la Libertad en Camagüey.
Invite a su Cena de Nochebuena a una familia pobre
Hágalo Feliz comprando un juguete más…!
Coopere una vez más
Depositando Ropas,
Víveres y Juguetes en
La Escuela del Hogar.
Cisneros, cerca de la Plaza de las Mercedes
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- De aquel médico, baracoense de origen, nos dice Flora Basulto de Montoya en su Tierra Prócer que “fue muy combatido por “cunero”: ya que el camagüeyano es regionalista por idiosincrasia-prohibió, en nombre del ornato público, la ancestral costumbre de que los socios del Liceo(…) se sentaran en la acera; y en represalia, los socios dejaron de “enramar” en los sanjuanes el frente de la sociedad como tenían por costumbre(…) Embelleció(…) el Parque Gonzalo de Quesada, e hizo atender a animales y plantas exóticas, construyó la fuente con su gran surtidor, etc. Le erigieron un busto, el cual fue arrancado de su pedestal y destruido a la caída del Presidente Machado.” En Tierra Prócer, p.182
- Adelante. Camagüey, jueves 24 de diciembre de 1959- Año de la Liberación. Anuncio del Ministerio de Gobernación. Columna 2, p. 2 (Facilidades para Fiestas)
- Ibíd. Al Pueblo de Camagüey.
- Adelante. Camagüey, Domingo 27 de diciembre de 1959- Año de la Liberación. p. 3
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