Thursday, March 26, 2020

Calles y callejones de Camagüey: Calle del Cielo, Plácido (por Marcos A. Tamames-Henderson)

Nota del blog: Cada jueves se publica en el blog, gracias a la cortesía de Marcos Antonio Tamames-Henderson, una selección de su libro Calles y callejones de Camagüey. Entre la leyenda y la historia. 



Del Cielo nace en San Luis Beltrán y tras una pronunciada curvatura desemboca en ella el callejón de la Risa (D); luego cruza San Ildefonso, del Desengaño o de la Cruz y del Camposanto; ofrece cierre al callejón de San Gregorio o de Mata (I) e inicio a 2da. (D) y a 1ra. (D); secciona la Carretera Central Oeste y en su prolongación se inician los callejones Cinco Metros (D), Cuba Libre (D), T. Riverón (D), Rubirosa (D) y callejón del Cura (I). Termina fusionándose con de las Damas en la Carretera de Vertientes. 

Lasqueti en su obra anuncia: “Se desconoce el origen del nombre”. Desde la cosmogonía religiosa principeña del Cielo pudiera aludir a la figura del Redentor como medio para acceder al paraíso después de la muerte si en vida se han cumplido los preceptos divinos. No deja de estar del todo desacertado quien por la providencia divina anhele que sea del Cielo desde donde arriben tiempos mejores para su presente. 

El rebautizo se anuncia el 24 de septiembre de 1919. Cuando el concejal Eusebio Cantero Cantero propone a la corporación, previa suspensión de los efectos del artículo 13 del reglamento para el régimen interior del Ayuntamiento, que se acuerde cambiar el nombre por el de Plácido, “en conmemoración del poeta tan patriótico, que en vida llevó dicho nombre”. Por consiguiente pasó a la toponimia urbana Gabriel de la Concepción Valdés (La Habana, 1809-Matanzas, 1844), el recogido en la Casa de Beneficencia fundada por el obispo Valdés, que aprende dibujo y se especializa como peinetero, sin que ambos oficios le impidieran dedicarse a la poesía, el repentismo y la improvisación, obra que ocultó bajo el seudónimo Plácido; el patriota y amante de la libertad que había coincidido con El Lugareño en “el entresuelo de la calle Muralla esquina a la de la Habana para respirar, siquiera a las ráfagas, las auras vitales de la civilización”. 

El 4 de octubre de 1919 el acuerdo es firmado por el alcalde municipal. Pero la memoria colectiva perpetuará el nombre Cielo. Ninguna de sus cuadras se ubica en el área PCH, mas íntegramente forma parte del CH.


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Marcos Antonio Tamames-Henderson (Jamaica, Guantánamo, 1961). Lic. Historia del Arte (1997), MSc. en Historia del Arte y en Conservación y Rehabilitación de Centros Históricos (2007). Miembro de la Uneac, Unaic, Unhic. La Editorial Ácana ha publicado sus libros De la Plaza de Armas al Parque Agramonte. Iconografía, símbolos y significados (2001, 2da ed. 2003); Tras las huellas del patrimonio (2004); La ciudad como texto cultural. Camagüey 1514-1837 (2005); Una ciudad en el laberinto de la ilustración (2009) y La cofradía de los signos urbanos (2012). Premio Especial Roberto Balmaceda (Uneac, 2002), Juan Marinello (2006), Juan Torres Lasqueti (2005, 2010, 2011 y 2012), Ensayo Histórico Enfoque (2007), Crítica Histórica José Luciano Franco (2005), Publicaciones, teoría y crítica en el V Salón de Arquitectura (2005) y Jorge Enrique Mendoza (2004), entre otros.

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