Fui un caballo de carrera
destinado a cargar mazorcas de maíz.
Mi excesiva velocidad fue recompensada
con la labranza; con el profundo laboreo.
(qué ironía)
La fuerza ágil a veces es un defecto desmedido
que algunos compadecen.
Mi relincho de bestia hermoseaba la aurora.
Desde el ganado avícola más simple
hasta los cerdos más rosados y gigantes,
venían atraídos por la curiosidad;
querían ver mis músculos sudados.
Todo mi cuerpo en sí,
era una caja de resonancia maldecida;
una cítara para el canto de la angustia.
Fuy versátil como una gota de agua
y flexible como un arco;
por lo que siendo presa en el principio,
terminé siendo depredador en el final.
No gané ni perdí.
Jugué a ser poseído, a poseer.
Terminé cuando muchos empezaban.
Indagar fue mi única forma de existir.
No comments:
Post a Comment