Nota del blog: Sección semanal dedicada al Ballet y la Danza, a cargo de la la ballerina, coreógrafa y profesora Florencia Guglielmotti.
“L'Oiseau de feu” (tal su nombre original en francés) fue estrenado por el elenco de los Ballet Russes, el 25 de junio de 1910 en el teatro de la Ópera de París. La coreografía y el argumento fueron realizados por Michel Fokine, con música del joven Igor Stravinsky (marcando su debut en el mundo del ballet), diseño de vestuario de Alexander Golovin y Léon Bakst, y escenografía de Golovin. Los roles principales estuvieron a cargo de Tamara Karsavina como el Pájaro de Fuego, Vera Fokina en el rol de Tzarevna, y el propio Fokine como el Príncipe Iván.
La obra, organizada en un acto y cuatro escenas, nos ubica en los jardines del maléfico brujo Kaschei. Allí, en la noche, el príncipe Iván está de cacería cuando descubre al Pájaro de fuego revoloteando cerca del árbol de las manzanas de oro. Se esconde, observa y, finalmente, lo caza. El pájaro lucha por su libertad en vano, hasta que decide darle una pluma a Iván a cambio de su libertad. Esa pluma le permitirá invocar la ayuda del pájaro cuando lo necesite.
El pájaro se va y, ya en la siguiente escena, Iván queda solo frente a las puertas del castillo. Salen trece doncellas a jugar con las manzanas de oro, el Príncipe se esconde. Las doncellas, prisioneras de Kaschei, danzan sin percibir la presencia de Iván, que se enamora de una de ellas, Tzarevna. Se presenta y ambos bailan. De pronto, cuando comienza a amanecer, las doncellas regresan al castillo.
En la tercera escena Iván intenta entrar al castillo pero aparecen monstruos esclavos del brujo que lo toman prisionero. Llega Kaschei que lo condena a muerte, intentando convertirlo en piedra. Las doncellas regresan al jardín y tratan de impedirlo. En ese momento Iván recuerda la pluma y la saca para invocar la ayuda del Pájaro de fuego. En cuanto aparece, involucra al brujo y su séquito en una danza que sólo finalizará cuando todos caigan exhaustos. En el ínterin, el Pájaro le señala a Iván el cofre donde Kaschei guarda el gran huevo blanco, fuente de sus poderes. Iván saca el gran huevo y lo estrella contra el suelo.
En la escena final, con el bujo muerto, todos los maleficios desaparecen. Los caballeros que habían intentado rescatar a las doncellas y habían sido convertidos en piedra, vuelven a la vida. Las doncellas liberadas van en su búsqueda. Tzarevna e Iván se unen en matrimonio.
Fokine junto al productor de la compañía, Sergei Diaghilev, tomaron para el argumento cuatro cuentos tradicionales rusos y los unificaron. Estos compartían, además de su origen, el debate entre el bien y el mal, entre la realidad y la fantasía. Sin embargo, estos elementos comunes no fueron suficientes para crear una historia unificada y comprensible, sin la ayuda del programa de mano. A pesar de ello, la obra fue un éxito el día de su estreno y fue de las más representadas por los Ballet Russes, siendo además interpretada por el Sandler´s Wells Ballet, el Ballet Kirov y el Ballet Bolshoi, entre otros.
------------------------------
Florencia Guglielmotti reside en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Es Profesora de Danza (titulada en la Escuela Nacional de Danzas "María Ruanova"), Licenciada y Profesora de Artes (recibida en la Universidad de Buenos Aires). Cursó estudios en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Es Miembro de International Dance Council CID (UNESCO).
Actualmente se desempeña como Profesora de Danza Clásica y como Profesora Titular de Historia de la Danza en la Escuela Superior de Enseñanza Artística "Aída V. Mastrazzi". florenciagu@gmail.com
No comments:
Post a Comment