El aguardiente, ese producto alcohólico del zumo de la caña llamado por Magendie, con mucha propiedad fuego líquido, y del que desgraciadamente tanto abusa la tropa, debe considerarse como una de las causas principales del desarrollo de la tisis y otras enfermedades. Su venta en las cantinas debia prohibirse y sustituirse por la del vino Catalán, si posible fuera, aunque tuvieran que hacer las Cajas de los Cuerpos algun pequeño sacrificio para indemnizar en lo posible al cantinero, á fin de que lo pudiera vender á menos del precio corriente mas al alcance de las cortas facultades con que cuenta generalmente el soldado. En el vino la parte alcohólica se halla diluida en una cantidad mas ó ménos considerable de agua, y combinado con sustancias que neutralizan en parte sus principios escitantes; mientras que en el aguardiente de caña el alcohol está puro con toda su accion incitante, cáustica y desorganizadora; y puesto que para atenuar un tanto los efectos enervantes y atónicos del clima tropical, es conveniente el uso de algún tónico, que sea el vino y de ningun modo el aguardiente: este es el modo de evitar que la tisis, ese azote de la juventud, diezme con ménos frecuencia las filas del Egército. El Onanismo, y la presion que egercen las fornituras sobre el pecho y la espalda, impidiendo el libre egercicio de la cavidad torácica, no dejan de tener tambien su parte en el desarrollo de la mencionada enfermedad.
(Se ha respetado el texto como fue escrito)