Nota del blog: Sección semanal dedicada al Ballet y la Danza, a cargo de la la ballerina, coreógrafa y profesora Florencia Guglielmotti.
El 10 de junio de 1979, en Lutsk (Ucrania), nacía Svetlana Zakharova. A los 6 años comenzó a estudiar danza, principalmente danzas folclóricas, y a los 10 ingresó a la Escuela Coreográfica de Kiev, donde estudió con Valeria Sulegina. A los 15 años participó del Concurso de danza Vagánova, en San Petersburgo, donde obtuvo el segundo premio. Ese reconocimiento le valió una invitación a la Academia Vagánova de Ballet (de esa misma ciudad), donde ingresó directamente para cursar los años de perfeccionamiento, único caso en la historia de la Institución.
Inmediatamente Zakharova llamó la atención y comenzó a participar en las funciones junto a la compañía, incluso realizando roles de solista, como la Reina de las dríades, del ballet “Don Quijote”. Tras estudiar dos años con Elena Evteeva, se graduó con 17 años y rápidamente ingresó a la compañía del Teatro Mariinsky. Allí, Olga Moiseeva la tomó bajo su tutela y Svetana debutó en roles protagónicos en el ballet “The Fountain of Bakhchisarai” (en 1996), interpretando a María, luego “El corsario” (1997), como Gulnara, y “Las Sílfides” (en el mismo año). Pero el verdadero reconocimiento de público y crítica llegó con su interpretación de Giselle en el ballet homónimo, en 1997.
Con tan solo 18 años fue nombrada primera bailarina del Teatro Mariinsky. En su haber se conjugaron roles del repertorio clásico con obras de George Balanchine, Kenneth Mac Millan y John Neumeier. Su nombre empezaba a resonar internacionalmente, tanto así que en 2001 fue invitada por la Ópera de París para protagonizar “La bayadera”, siendo la primera vez en 30 años que una bailarina de una compañía rusa bailaba en la capital francesa. Las invitaciones internacionales no cesaron y bailó en el Metropolitan Opera de New York, en el London Covent Garden, en el Teatro Colón de Buenos Aires, en el Bayerische Staatsoper de Munich, en el Teatro di San Carlo de Napoli, la Ópera de Vienna y el National Theater de Tokyo, entre otros. También firmó un largo contrato como bailarina invitada con el ballet de La Scala y recibió el título de etoile, en 2008, siendo la primera bailarina procedente de Rusia en recibir tal distinción.
Tras siete años en el Ballet Mariinsky, en 2003, es contratada por el Ballet Bolshoi de Moscú, donde estará bajo la tutela de la reconocida Ludmila Semeniaka, quien le agregará a su danza fluidez y lirismo. En la compañía moscovita debutó en el estreno de la versión de Pierre Lacotte de “La hija del faraón”, interpretando a Aspicia. Como miembro de la compañía, también participó de todos los grandes ballets del repertorio, como “Giselle”, “Raymonda”, “Carmen” y “El lago de los cisnes”, entre otros.
Zakharova, en 2006, formó parte del Consejo presidencial de Arte y Cultura. Entre 2008 y 2012 fue electa como diputada por el estado de Duma. Recibió gran cantidad de reconocimientos, como el Benois de la Danza (2005 y 2015), el State Prize de la Federación Rusa (2007) y Artista del pueblo ruso (2008), entre otros.
Svetlana Zakharova es considerada una de las mejores bailarinas del mundo desde inicios del siglo XXI, poseedora de una técnica límpida, un cuerpo de líneas perfectas y una gran expresividad.
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Florencia Guglielmotti reside en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Es Profesora de Danza (titulada en la Escuela Nacional de Danzas "María Ruanova"), Licenciada y Profesora de Artes (recibida en la Universidad de Buenos Aires). Cursó estudios en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Es Miembro de International Dance Council CID (UNESCO).
Actualmente se desempeña como Profesora de Danza Clásica y como Profesora Titular de Historia de la Danza en la Escuela Superior de Enseñanza Artística "Aída V. Mastrazzi". florenciagu@gmail.com
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