Todo depende del estado civil. Los casados deben hacer todo el esfuerzo necesario para cambiar la dinámica de la relación para mantenerse en ella, mientras que los solteros pueden contemplar la fácil y práctica solución de ¡salir corriendo!
Les regalo tres recomendaciones a los que están casados:
1. Tomar conciencia: nadie puede superar un problema si primero, no reconoce que hay un “muro” en su vida. Y hay que tenerlo en cuenta, el apego es la principal venda que va a cubrir nuestros ojos. En ocasiones es una depndencia tan ciega que nos cuesta mucho reconocer que nos está quitando el aire, la integridad.
2. Invierte todas las energías en ti mismo/a. Has pasado mucho tiempo pendiente de otra persona. Has sido como un pequeño satélite orbitando alrededor de un planeta que no te ha aportado nada. Es hora de moverte, de encontrar tu propio horizonte y recuperar nuevas ilusiones, ésas que te son propias y que todos merecemos.
3. Sacrificarse, practicando el amor incondicional, y cambiar uno primero.
Es hora de reconocer que tú tienes que cambiar también (¡deja de echarle la culpa al otro!). Dedícate a procurar tu cambio personal, sin preocuparte por lo que haga o deje de hacer tu cónyuge. Basta con que uno de los dos cambie, para modificar para bien la dinámica de la relación.
Si solo son novios:
1. Di no al miedo: el miedo es la principal barrera que te mantiene en una relación tóxica. Si no te ves con fuerzas, pide ayuda. A un amigo, a una compañera, a ese familiar que siempre te apoya, o a un(a) terapeuta. Tenemos claro que cada pareja es un universo propio y particular. Puede que tu pareja no sea violenta, pero aún así, tienes miedo a pensar qué será de ti al verte solo/a. Pero en ocasiones, la soledad es mucho mejor que este tipo de relaciones tóxicas. Por lo que una separación, temporal o permanente, puede ser la mejor solución.
2. Pierde el miedo a la soledad
Otro de los miedos que es necesario perder es el miedo a la soledad. Hay que desechar la idea de que solo o sola no vas a saber gestionar las dificultades que se presentan en el día a día.
Además, quien tiene una relación con Dios, nunca está solo.
3. Corta por lo sano
Una vez que se ha tomado la decisión de terminar la relación lo más adecuado es cortar por lo sano. Esto implica dejar de tener contacto con la otra persona, no buscarlo en las redes sociales para informarse de cómo va su vida, ni preguntar a personas comunes por él o ella. No respondas a sus mensajes de texto o llamadas telefónicas. Bloquea su número telefónico de ser necesario.
Este “periodo de desintoxicación” es necesario para retomar las fuerzas y sobre todo evitar el peligro de volver a la relación cuando uno no se ha recuperado aún lo suficiente como para no volver con la persona que en la mayoría de los casos se sigue queriendo.
4. Busca apoyo externo
Pedir ayuda a los familiares y amigos es una cuestión básica y fundamental. Nos van a ayudar a superar el miedo, la tristeza y la confusión que sentimos en el momento de terminar la relación.
A veces también es necesario buscar ayuda externa en un profesional que nos ayude a superar estos momentos tan difíciles. Si lo necesitas no dudes en hacerlo, porque puede servirte para alcanzar una recuperación satisfactoria. (Y aquí me tienes para ello. Contáctame a través de mis redes sociales, cuyos enlace se hallan en mi website www.ladoctoraamor.com o escribiendo a ceciliaalegria2013@gmail.com).
Salir de una relación tóxica es posible, requiere de valentía y alta autoestima. Pero todos somos capaces de conseguirlo, está al alcance de tu mano y es la oportunidad de girar la perilla hacia esa puerta que abrirá un mundo de libertad y felicidad para ti.
Les regalo tres recomendaciones a los que están casados:
1. Tomar conciencia: nadie puede superar un problema si primero, no reconoce que hay un “muro” en su vida. Y hay que tenerlo en cuenta, el apego es la principal venda que va a cubrir nuestros ojos. En ocasiones es una depndencia tan ciega que nos cuesta mucho reconocer que nos está quitando el aire, la integridad.
2. Invierte todas las energías en ti mismo/a. Has pasado mucho tiempo pendiente de otra persona. Has sido como un pequeño satélite orbitando alrededor de un planeta que no te ha aportado nada. Es hora de moverte, de encontrar tu propio horizonte y recuperar nuevas ilusiones, ésas que te son propias y que todos merecemos.
3. Sacrificarse, practicando el amor incondicional, y cambiar uno primero.
Es hora de reconocer que tú tienes que cambiar también (¡deja de echarle la culpa al otro!). Dedícate a procurar tu cambio personal, sin preocuparte por lo que haga o deje de hacer tu cónyuge. Basta con que uno de los dos cambie, para modificar para bien la dinámica de la relación.
Si solo son novios:
1. Di no al miedo: el miedo es la principal barrera que te mantiene en una relación tóxica. Si no te ves con fuerzas, pide ayuda. A un amigo, a una compañera, a ese familiar que siempre te apoya, o a un(a) terapeuta. Tenemos claro que cada pareja es un universo propio y particular. Puede que tu pareja no sea violenta, pero aún así, tienes miedo a pensar qué será de ti al verte solo/a. Pero en ocasiones, la soledad es mucho mejor que este tipo de relaciones tóxicas. Por lo que una separación, temporal o permanente, puede ser la mejor solución.
2. Pierde el miedo a la soledad
Otro de los miedos que es necesario perder es el miedo a la soledad. Hay que desechar la idea de que solo o sola no vas a saber gestionar las dificultades que se presentan en el día a día.
Además, quien tiene una relación con Dios, nunca está solo.
3. Corta por lo sano
Una vez que se ha tomado la decisión de terminar la relación lo más adecuado es cortar por lo sano. Esto implica dejar de tener contacto con la otra persona, no buscarlo en las redes sociales para informarse de cómo va su vida, ni preguntar a personas comunes por él o ella. No respondas a sus mensajes de texto o llamadas telefónicas. Bloquea su número telefónico de ser necesario.
Este “periodo de desintoxicación” es necesario para retomar las fuerzas y sobre todo evitar el peligro de volver a la relación cuando uno no se ha recuperado aún lo suficiente como para no volver con la persona que en la mayoría de los casos se sigue queriendo.
4. Busca apoyo externo
Pedir ayuda a los familiares y amigos es una cuestión básica y fundamental. Nos van a ayudar a superar el miedo, la tristeza y la confusión que sentimos en el momento de terminar la relación.
A veces también es necesario buscar ayuda externa en un profesional que nos ayude a superar estos momentos tan difíciles. Si lo necesitas no dudes en hacerlo, porque puede servirte para alcanzar una recuperación satisfactoria. (Y aquí me tienes para ello. Contáctame a través de mis redes sociales, cuyos enlace se hallan en mi website www.ladoctoraamor.com o escribiendo a ceciliaalegria2013@gmail.com).
Salir de una relación tóxica es posible, requiere de valentía y alta autoestima. Pero todos somos capaces de conseguirlo, está al alcance de tu mano y es la oportunidad de girar la perilla hacia esa puerta que abrirá un mundo de libertad y felicidad para ti.
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Cecilia Alegría, La Dra. Amor (www.ladoctoraamor.com): Consejera de Parejas, Love and Life Coach, Conferencista Internacional, Periodista y Conductora de Radio y TV. Destaca en los Medios Latinos en Miami dando consejos sobre cómo triunfar en el terreno amoroso y ayudando a miles de parejas a resolver sus problemas. Forma parte del grupo fundador de profesores del programa Universidad de la Familia.
Ha publicado diez libros entre los que se encuentran: Comunicación Afectiva=Comunicación Afectiva (Espasa Calpe, España, 2000). 120 preguntas y respuestas para ser mejores personas (Editorial Norma, Colombia, 2004), No hay amor más grande (Editorial Aragón, USA, 2012), Amando un Día a la Vez (Ediciones Varona, U.S.A. 2015), Al rescate de tu comunicación de pareja (Ediciones Varona, USA 2017), Sexo Sagrado y Lazos del Alma (Indie Publishingnbsp, 2018), Alessia (Book Master Co 2019)
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