Revisando fotos de mis tabacos (casi fumados), me doy cuenta que hace cuatro años (noviembre 2016) dejé de disfrutar del placer del buen fumar.
Los tabacos me acompañaron durante toda mi vida adulta (y un tin menos, porque empecé antes de los 18).
Que recuerde solo fumé cigarro un día en la Sierra Maestra durante los tiempos del Grupo de Exploración "Juracán" en la Universidad Oriente. Ese día llovió como es frecuente en esos lares y el frío era molesto (no tenía tabaco y recurrí al cigarrete).
Fumar tabaco es placer, reflexión, es social, es romántico y aumenta el calor en los ratos de pasión. Todo eso le agradezco.
Dicen los estudios que colabora con enfermedades respiratorias y relacionadas con el cáncer. Aunque dicen también, que es menos no saludable que el cigarro. Yo no sé.
Un día (allá por el 2016) me di cuenta que fumaba de más y decidí dejarle.
No le extraño, pero le reconozco que le debo parte de mi manera de ser ...
Como anécdota comparto que many años ago, luego del día de San Lázaro en Camagüey, el sacerdote a cargo me entregaba varias cajas de tabaco y una lista (incluido yo) para que los distribuyera. (JEM)
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